Por qué los niños soviéticos estaban preparados para la guerra mejor que nadie

Viktor Bulla/MAMM/MDF/russiainphoto.ru
Cuando se graduaban en la escuela secundaria, todos los alumnos soviéticos sabían cómo desarmar, ensamblar y disparar armas pequeñas.

Cada ciudadano soviético de sexo masculino estaba obligado a servir dos años en el ejército, o tres en la marina. Pero su entrenamiento de combate comenzaba mucho antes de ser reclutado.

El entrenamiento militar básico en las escuelas soviéticas se introdujo en 1968. En los primeros años se enseñaba a los niños a reaccionar en caso de ataque nuclear o con gas.

Aunque las mujeres soviéticas no estaban obligadas a unirse a las Fuerzas Armadas, también tenían que pasar por un curso de formación militar básica. Y no se ponían excusas por motivos de género.

Bajo un estricto control, los alumnos recibían rifles de asalto AK-47 para que aprendieran a colocarlos y a ensamblarlos lo más rápido posible.

Por supuesto, nadie permitiría que los alumnos dispararan un arma tan poderosa. En los campos de tiro especiales de las escuelas, a los alumnos se les entregaban rifles de pequeño calibre, como el TOZ-8.

Las niñas también ensamblaban y disparaban. Además, también se les enseñó a prestar primeros auxilios y a vendar heridas en el campo de batalla.

Los alumnos soviéticos sabían cómo marchar, hacer guardia y también aprendían los principios básicos de la guerra antitanques, de las misiones de reconocimiento, de la guerra radioelectrónica, de la protección química y estrategia y táctica. Aprendían incluso historia militar.

La formación militar básica en las escuelas era impartida principalmente por oficiales de la reserva. A veces se llamaba a sargentos de servicio activo para dar conferencias a los niños.

Otra parte del entrenamiento militar básico era la participación en un deporte popular y un juego militar conocido como Zarnitsa (“relámpago de brezo”), que era una simulación de ejercicios militares.

Realizada en algún lugar del país, lejos de las grandes ciudades, Zarnitsa incluía ceremonias oficiales, desfiles, marchas, diferentes actividades de entrenamiento y competencias, pero la parte favorita de los niños fue la fase de “combate”. Los “ejércitos” lucharon por conseguir la bandera del otro lado y, al mismo tiempo, trataban de proteger la suya propia. Cuando se trataba de combate cuerpo a cuerpo, el objetivo era arrancar las hombreras de los oponentes. La lucha real, sin embargo, estaba estrictamente prohibida.

Tras el colapso de la Unión Soviética, en Rusia no se abandonó completamente el entrenamiento militar básico. Reducida y limitada, se pasó a llamar Base de la Seguridad de la Vida y hoy en día solo recuerda vagamente el enfoque soviético.

Por qué la educación soviética fue una de las mejores del mundo. 

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