5 datos sobre Iliá Ehrenburg, que predijo Hiroshima, enfureció a los nazis y bautizó una época

Ilia Ehrenburg (1891 - 1967)

Ilia Ehrenburg (1891 - 1967)

Getty Images
Predijo Hiroshima, despreció a los nazis, dio el nombre a una de las épocas definitorias de la URSS y levantó puentes entre la vida occidental y la soviética a través de sus escritos.

Cuando Vladímir Lenin conoció a Ehrenburg en el exilio (en el año 1908) lo apodó “Iliá el greñudo”. En aquel entonces, Ehrenburg era un judío medio hambriento y descarado que acababa de huir de Rusia después de pasar varios meses en prisión por su implicación en círculos revolucionarios socialistas.

Pero eso no es lo más peculiar de este autor. Aquí hay algunas otras cosas que lo hacen único.

1. Conocía a todo el mundo, desde Picasso a Einstein

Diego Rivera, Modigliani y Ehrenburg (de izquierda a derecha) en París en 1916

Iliá Ehrenburg vivió de 1891 a 1967; la lista de sus conocidos parece interminable e incluye casi a todas las celebridades del siglo XX. Ya mencionamos a Lenin. A lo largo de su período parisino, que duró nueve años, el autor se hizo amigo de Pablo Picasso, Diego Rivera, Amedeo Modigliani y otros famosos artistas.

Más tarde su círculo se ampliaría: conoció a Vladímir Maiakovski, Borís Pasternak y Anna Ajmátova. Durante la guerra civil española Ehrenburg estuvo en contacto con Ernest Hemingway. Después de la Segunda Guerra Mundial participó en el Consejo Mundial de la Paz prosoviético, reuniéndose con docenas de políticos y científicos izquierdistas, incluyendo a Frédéric Joliot-Curie y Albert Einstein.

“No había otro escritor en la Unión Soviética que tuviera tanta autoridad moral y conexiones con los autores occidentales del más alto rango”, escribió el biógrafo de Ehrenburg, Benedict Sarnov. Eso fue lo que hizo de Ehrenburg alguien indispensable para las autoridades, y posiblemente también le salvó la vida.

2. Hizo predicciones alucinantes

El joven Ehrenburg

“Pronto se producirá la solemne eliminación del pueblo judío en Budapest, Kiev, Argel y muchos otros lugares... El proceso incluirá quemar y enterrar vivos a los judíos y rociar los campos con sangre judía. Y mucho más”. Suena como el plan de Hitler que hoy conocemos como el Holocausto, pero es una cita de la primera novela de Ehrenburg. Fue publicada en 1922.

El libro satírico se llamaba Las extraordinarias aventuras de Julio Jurenitoy sus discípulos y contenía muchas predicciones pesimistas y cínicas sobre el futuro de Europa y el mundo. Desafortunadamente, muchas de ellos se hicieron realidad.

Aparte del Holocausto, Ehrenburg predijo Hiroshima: en la novela, un inventor crea un arma de destrucción masiva. El americano que controla el arma decide: “La usaremos con los japoneses”. Pone la piel de gallina.

El publicista Leonid Zhujovitski escribió: “Todavía estoy aturdido por aquellas profecías que se hicieron realidad. Supongo que el joven Ehrenburg no tenía nada de Nostradamus ni de Wolf Messing en él, pero tenía una mente fuerte y era de reacción rápida, lo que le permitía captar los rasgos de las naciones y prever su destino”.

3. Era un maestro de la equidistancia

Al principio escéptico respecto a la revolución, Ehrenburg se unió más tarde a las filas comunistas y tuvo que combinar su admiración por el arte, la libertad, el estilo de vida occidental (pasó su juventud en París, ciudad que adoraba y a la que llamaba “la escuela de la vida”) con la lealtad a Moscú.

“En la década de 1930, el fascismo era cada vez más fuerte y Ehrenburg se estaba volviendo cada vez menos exigente hacia aquellos que podían detenerlo”, escribió el publicista Alexander Mélijov. Ehrenburg trabajó en la prensa soviética, alabando a Iósif Stalin y guardando silencio durante las purgas de antes y después de la guerra, en las que muchos de sus propios amigos fueron asesinados.

“No amaba a Stalin, pero creía en él y le temía”, confesó Ehrenburg en sus memorias. “Hablando de él con mis amigos solía llamarlo ‘el amo’, como todo el mundo”. En estas memorias “admitió que hubo una ‘conspiración de silencio’ durante el período de la represión”, señaló Mélijov.

4. Luchó contra Alemania con verdadero odio

Iliá Ehrenburg (centro) en el frente durante la Gran Guerra Patria

Como judío comunista y soviético, Ehrenburg odiaba a los nazis y cuando estalló la Gran Guerra Patria se dedicó a avivar los ánimos del Ejército Rojo. Su infame artículo de 1941 Matar tenía como objetivo despertar el odio en los soldados soviéticos: “No debemos hablar más. No debemos excitarnos. Debemos matar. Si no has matado al menos a un alemán en un día, has derrochado ese día”.

Adolf Hitler llamó a Ehrenburg “el judío mascota de Stalin” y juró que lo colgaría cuando los nazis tomasen Moscú. La maquinaria propagandística alemana hizo que Ehrenburg pareciera un monstruo, afirmando que pedía violar a las mujeres alemanas y matar a los niños alemanes.

De hecho, Ehrenburg siempre enfatizó que el odio soviético sólo debía golpear a los invasores nazis, no a toda la nación. En sus memorias, el escritor recuerda: “A principios de 1945 estaba en una ciudad alemana que había sido capturada el día anterior. Me pidieron que fuera a un hospital alemán y explicara que nadie dañaría a los médicos ni a los pacientes. El médico jefe no se quedó tranquilo: ‘Sí, pero ese Iliá Ehrenburg, es tan violento...’. Tuve que decir que Iliá Ehrenburg estabaen Moscú para que se calmase”.

5. Acuñó el ‘deshielo’ de Jruschov

Iliá Ehrenburg trabajando en su dacha, en la región de Moscú

Después de la muerte de Stalin, Ehrenburg, como muchos otros, se sintió más seguro, pero no se llevó bien con el nuevo líder Nikita Jruschov. Sin embargo, fue él quien dio nombre a la época que siguió al brutal gobierno de Stalin: el ‘deshielo’. Así se llamaba su novela escrita en 1954, que describe cómo la vida se hizo más tolerable.

Paradójicamente, el legado de Ehrenburg como propagandista perdura mientras sus libros siguen sumidos en las sombras. Después de todo, su reputación ha quedado anclada a la época oscura y altamente controvertida en la que vivió.

Si le interesa la historia de Rusia, no te pierda nuestra historia sobre cómo el Ejército Rojo casi captura a Hitler en su búnker durante la Segunda Guerra Mundial.

La ley de derechos de autor de la Federación de Rusia prohíbe estrictamente copiar completa o parcialmente los materiales de Russia Beyond sin haber obtenido previamente permiso por escrito y sin incluir el link al texto original.

Lee más

Esta página web utiliza cookies. Haz click aquí para más información.

Aceptar cookies