Este juego es una mezcla del póquer y el preference: los jugadores, que no saben quién es quién hasta el final, tienen que “guardar las apariencias” y calcular sus movimientos al mismo tiempo. El escenario inicial del juego es el siguiente: el pueblo declara la guerra a la mafia, y la mafia responde con una vendetta. En otras palabras, una minoría informada se opone a una mayoría desorganizada.
Al principio, el anfitrión reparte cartas a todo el mundo: así es como los jugadores descubren a qué grupo pertenecen, pero no se lo dicen a nadie. El tiempo de juego se divide en dos partes. “Por la noche” los “mafiosos” se conocen en silencio y acuerdan por gestos las próximas acciones: los “asesinatos”. Y durante el “día” los “ciudadanos honestos de la ciudad” intentan calcular quién es el “mafioso” y por votación eligen al más sospechoso, que abandonará la partida. Esto continúa hasta que un bando destruya al otro: ya sea desclasificando a la “mafia” o eliminando a los “civiles”.
En aquel momento la popularidad de las películas sobre la mafia estaba en su auge, por ejemplo, en Rusia se proyectaba la serie italiana La piovra (título en italiano) sobre el comisario Corrado Cattani, que luchaba contra la mafia siciliana. No es de extrañar que el inventó de Davídov se haya convertido en un auténtico éxito. Su “parentesco” con El padrino le daba un encanto peculiar a este juego. Y las palabras de Don Vito Corleone podrían servir de lema: “Nunca muestres a los extraños lo que piensas. Nunca muestres tus cartas a los extraños”.
Participantes en el juego 'Mafia' en el restaurante de Nagasaki.
Vladímir Astápkovich/TASS/Legion MediaEn pocos años, la idea de Davídov ya triunfó en Europa y Estados Unidos: los estudiantes que se iban de Rusia al extranjero enseñaban el juego a sus compañeros en otros países. Y allí los “mafiosos” locales transmitían sus conocimientos a los novatos. El propio inventor contó que ya en 1991 en Estados Unidos conoció a gente que jugaba a Mafia, y ellos se habían enterado de este juego por otras personas a las que Davídov desconocía.
Comenzaron a aparecer nuevas variedades del juego. Por ejemplo, en la versión “deportiva” puede haber solo 10 personas (ni más ni menos), sólo una vez durante el juego los “mafiosos” acuerdan quiénes serán sus víctimas, y el estado del jugador no se da a conocer, incluso si le han “asesinado”.
En la versión “urbana” puede haber cualquier número de participantes, y los eliminados del juego tienen que hacer público su estatus.
Se jugaba con una venda en los ojos o con un antifaz, el juego podría estar ambientado en un país o basarse en un cuento de hadas... había muchas variantes.
Se jugaba en todas partes: en clubes temáticos y en Playstation, en juegos de mesa y en Internet. Incluso aparecieron federaciones y campeonatos de Mafia.
Jugando a la 'Mafia' en la cafetería Coffee Life.
Stanislav Krasílnikov/TASS/Legion MediaY también se ha descubierto que Mafia puede ser un buen simulador para los profesionales de ciertas áreas que deben estar al tanto de todos los detalles y calcular la estrategia. Por ejemplo, para agentes de la ley o futuros jurados. A finales de los 90, la Escuela Superior del Ministerio del Interior de Kaliningrado elaboró un manual para que los alumnos de un curso sobre psicodiagnóstico visual mejoraran su capacidad de lectura del lenguaje corporal basándose en Mafia y el juego similar Asesino.
El invento de Davídov también ha resultado útil para los hombres de negocios, que empezaron a utilizarlo como simulador para negociar con éxito y trabajar en situaciones de estrés.
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