Nadie había imaginado una capital así. Sorprendentemente, sólo la plastilina es capaz de transmitir toda la riqueza de colores y formas de una ciudad tan diversa como Moscú.
Alexéi Mikulin no es artista ni escultor profesional, sino arquitecto. "No volví a tener plastilina en mis hasta los 40 años. Como a la edad de 12 años empecé a estudiar activamente, desde entonces no tenía tiempo para volver a la afición, - dice Alexéi. - Y cuando mis hijos crecieron, empecé a modelar junto con ellos - y la inspiración regresó”.
En sus obras, Alexéi reconstruye a menudo la atmósfera que desaparece de nuestras vidas, y se fija hasta en los detalles más pequeños.
Entre sus obras no sólo se encuentran rincones actuales de Moscú, sino también aquellos que se han perdido irremediablemente - por ejemplo, la Plaza del Perro, una acogedora plaza del centro que fue destruida durante la construcción del Novi Arbat.
Algunas escenas son imágenes colectivas, que no copian ningún lugar concreto.
Una obra a gran escala, según Alexéi, lleva unas 100 horas de concentración. Y, por supuesto, algunos modelos y detalles tienen que ser desmontados y hechos de nuevo.
Mira la capital rusa a través de sus ojos.
La exposición de Alexéi Mikulin "La puerta del apartamento nº 10" se exhibe en la Galería Izmáilovo hasta el 3 de septiembre de 2023.
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