Por qué usarla ahora: para hacer algo valioso en lugar de perder el tiempo en las redes sociales
En Rusia, las mujeres casadas debían poseer una rueca, que era un regalo de boda habitual de los novios. Hilar lino era una de las principales ocupaciones de las mujeres, sobre todo durante el invierno. Una rueca también simbolizaba la conexión que las mujeres tenían con el mundo etéreo y su dominio de la nueva vida (teniendo en cuenta que el parto era la función principal de cualquier mujer en la sociedad tradicional).
Hoy en día, una buena rueca sería una alternativa fresca a la navegación interminable por Instagram. Esto supone un buen empleo del tiempo para las largas noches de invierno, y proporciona a la familia ropa ecológica y hecha a mano.
Además, es un tremendo elemento de interiorismo de estilo new age: las ruecas tradicionales siempre están bellamente cortadas y decoradas. Además, los antiguos eslavos creían que una rueca era un amuleto de la suerte contra los malos espíritus.
Por qué usarla ahora: presumir nunca ha sido tan fácil
Una barma era un tipo de collar complicado hecho de tela y decorado con placas de oro, bordados y piedras preciosas. La barma es una versión del loros, un pañuelo ceremonial utilizado en los trajes formales bizantinos.
Las barma rusas datan del siglo XII. Formaban parte del “Gran Atuendo”, un conjunto formal de ropa muy elegante que llevaban los zares rusos durante las coronaciones y los actos oficiales de alto nivel, como las reuniones con enviados extranjeros. Las barma también formaban parte de los trajes de desfile de los príncipes rusos y la alta nobleza. Pasaron de moda a principios del siglo XVIII junto con todos los trajes rusos antiguos prohibidos por Pedro el Grande.
La barma siempre fue la forma más fácil de definir la riqueza de una persona, mucho mejor que cualquier idea cutre de clasificación social. La calidad de la tela, el tamaño de las piedras y los santos representados en el bordado ayudaban a definir el estatus del portador de la barma. Además, proporcionaba calor en invierno y era una buena forma de guardar el dinero a buen recaudo.
Hoy en día, sería un accesorio excelente para la gente rica. En lugar de invertir en caros relojes, zapatos y joyas, puedes exprimirlo todo en una buena barma.
Por qué usarlo ahora: perfecto para los frikis del fitness
Los verigui (que significa “cadenas” en ruso antiguo) no eran simples cadenas, sino diferentes objetos pesados que debían agobiar a quien los llevaba para que ejerciera la humildad.
Un conjunto de verigui podía incluir un sombrero de hierro, suelas de zapatos de hierro, iconos de cobre o hierro; los ascetas ortodoxos los llevaban sobre el cuerpo desnudo. Un conjunto básico de verigui comprendía un pesado colgante de metal que se llevaba con cadenas. Su finalidad era calmar el deseo sexual, drenar la energía física y definir el estatus de la persona que los llevaba: sólo los monjes especialmente ordenados podían llevar verigui con permiso de la administración eclesiástica.
Estar en forma es muy popular hoy en día, pero pocos tenemos tiempo de ir al gimnasio con regularidad. Sin embargo, al llevar verigui, se ejercitan constantemente diferentes grupos musculares, dependiendo de si se camina, se está sentado o se realizan tareas domésticas sencillas.
Puedes aumentar poco a poco el peso de los verigui: empieza con simples cadenas, luego añade suelas de hierro, un sombrero de hierro y, por último, un icono, ¡pero también puede ser el retrato de tu icono pop favorito! Una imagen de hierro fundido de Weeknd o Bruno Mars sería el punto culminante de cualquier fiesta.
Para las personas con ansiedad, adicción al sexo o a las drogas, unos verigui podría ser una solución conveniente: al final del día, estarás completamente agotado. Además, con verigui, no necesitarás hacerte selfis en el gimnasio para demostrar que estás haciendo ejercicio: los verigui son visibles incluso debajo de la ropa.
Por qué usarlo ahora: para destacar con un instrumento de aspecto y sonido únicos entre la multitud de aburridos grupos indie
Entre la balalaika, el acordeón y otros instrumentos similares, el gusli es el único instrumento musical autóctono ruso, hoy casi olvidado. Se trata de un instrumento de cuerda pulsada, una versión eslava de la cítara. Un instrumento contemporáneo similar al gusli es el autoarpa.
El gusli se prohibió en Rusia durante los primeros siglos del cristianismo. Se asociaba a la cultura de los skomorojs, bufones y payasos ambulantes, que cantaban canciones paganas "vergonzosas", detestadas por la Iglesia, por ser demasiado alegres y frívolas.
Necesitamos desesperadamente un gusli como instrumento musical cómodo y sonoro. Es menos voluminoso que la guitarra y mucho más fácil de tocar: tiene una escala diatónica, así que puedes pulsar todas las cuerdas que quieras. Se pueden transponer fácilmente al gusli la mayoría de las canciones contemporáneas.Además, el instrumento produce un timbre claramente étnico, fuerte y cautivador. Shakira y Rosalía, poneros a un lado.
Por qué consumirlo ahora: tu próximo superalimento favorito (¡además, de verdad!)
El tradicional dulce de frutas ruso, la pastila, se elabora con manzanas ácidas, miel y melaza. Este antiguo manjar se conoce en tierras rusas desde el siglo XIV. Es un dulce totalmente ruso. Para elaborarlo, hay que guisar las manzanas en un horno, ablandarlas y después colocarlas sobre tablas para que se sequen al sol. Después se enrollan en tiras finas.
Todos los años, los jardines rusos del campo y los suburbios rebosan de manzanas, y dado que la sidra nunca ha sido demasiado popular en el país, la gente hace pastila en su lugar. Tiene muchas ventajas: la pastila es fácil de almacenar, no se pudre y es ligera. Es totalmente ecológica y baja en calorías, por lo que reúne todos los requisitos para ser un superalimento saludable.
La pastila puede prepararse con clara de huevo, pero para los vegetarianos también existe pastila sin huevo. Durante la época soviética, la pastila sólo se elaboraba en su forma blanca, era excesivamente dulce y estaba compuesta principalmente de azúcar procesado. Por suerte, hoy se ha renovado la antigua tradición rusa de hacer pastila y este dulce ha recuperado su fama en el mercado ruso. La pastila es ahora una marca registrada en Kolomna, una ciudad a 100 km de Moscú.
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