Lila que brilla sobre un fondo púrpura: así es esta increíble gema, que se extrae sólo en un lugar del mundo: en el sur de Yakutia, en las proximidades del río Chari. El mineral fue descubierto por geólogos soviéticos, que exploraron activamente la taiga siberiana en la década de 1940, en busca de depósitos de metales y cristales.
El raro mineral charoita, encontrado en la cuenca del río Chara en Yakutia, en el Museo de Geología de Siberia Central en Krasnoyarsk.
Ilyá Naimushin / SputnikLos geólogos vieron las primeras muestras de la nueva piedra en 1948. Un grupo de científicos dirigido por Vladímir Dítmar (1903-1967) realizó un estudio geológico en la zona de Chara, cerca de la montaña Murún. El geólogo vio una piedra lila en el lecho de un arroyo (que ahora lleva el nombre de Dítmar) que en un principio pensó que era una pizarra ordinaria con impurezas. Su hallazgo fue cartografiado, pero pronto se olvidó de él. El lugar estaba tan alejado de la civilización que permaneció en blanco en la geología durante décadas.
Un cuarto de siglo después, en 1973, Yuri Rógov trabajó en Murún con un equipo de jóvenes geólogos en busca de uranio. Visitaron el mismo lugar donde había estado la unidad de Dítmar, y no muy lejos de un cuartel medio derruido Rogov vio “una especie de bloque extraño de un metro de altura”, como lo describió más tarde.
Yakutia. 20 de septiembre de 1990. Una caja, cuentas y un candelabro de charoit, elaborados por la sección de joyas y recuerdos de la expedición Vostokvartzsamotsvetovy.
Nikolái Nikitin / TASS“La piedra tiene un color lila, como si estuviera cubierta por una pátina blanquecina, bastante antiestética. Intenté romper un trozo, pero no se desprendió, -recuerda Rógov su hallazgo. - Empecé a golpear el peñasco hasta que el mango de un martillo geológico se rompió. Golpeé un trozo de piedra: parecía que las lilas estaban salpicadas. Aquí pensé en llevárselo a mi mujer: es un color curioso, a las mujeres les gustan los colores vivos”.
Oksana Ivanova, pulidora de la sección de joyas y recuerdos, en octubre de 1990.
Nikolái Nikitin / TASSVera Rógova, especialista en minerales de la misma expedición, se interesó en un primer momento por las motas amarillas, sugiriendo inmediatamente que se trataba de nuevos minerales (como resultó ser más tarde). Sin embargo, no estaba claro qué tipo de piedra lila era. Se tomaron unos 30 kg para el examen y los estudiaron en su tiempo libre.
Varios años después, el colega de los Rógov, el geólogo Yuri Alexéiev, especialista en piedras semipreciosas, se enteró de la existencia de la piedra. Sospechó que la pareja había descubierto una piedra preciosa totalmente nueva y, junto con Rógov, tomó una tonelada más de muestras y las envió a Moscú para su examen.
Hasta 1977, la charoita era un mineral sin nombre, ya que fue estudiado durante varios años por toda la comisión de geólogos. Resultó que, además de las nuevas rocas (tinaxita, toccoita, francamenita y murunskita), este mineral contenía elementos de tierras raras, que le daban increíbles patrones multicolores. Sin embargo, al final se optó por el nombre actual de charoita, en honor al río Chara. No tiene nada que ver con la palabra “encantador”, ya que en yakut y evenki “chara” significa simplemente “banco de arena”.
Pero incluso antes de su registro oficial, la charoita ganó popularidad entre los joyeros y canteros de la URSS. Lo es por su brillo lila, que resulta fantástico no sólo cuando se utiliza en un marco de plata u oro en la joyería femenina, sino también como pieza independiente. La charoita también se ha utilizado para fabricar jarrones y cajas. La charoita se presenta en muchas tonalidades, desde el lila pálido hasta el púrpura intenso, que se funden a la perfección en perfecta armonía con la luz.
Curiosamente, por muchas búsquedas que se hayan realizado, no se ha encontrado nada similar al charoita en ningún otro lugar de Rusia o del extranjero. El único yacimiento estaba en la zona de Murún, llamada así por el nombre de la “Piedra púrpura”. Está formada por más de veinte yacimientos distintos de charoita, dispersos en una superficie de unos 10 kilómetros cuadrados.
No se conoce la cantidad exacta de charoita, pero se estima que son al menos 140.000 toneladas. El límite actual de extracción en Yakutia es de no más de 100 toneladas al año, pero debido a la dificultad de desarrollar estos lugares remotos de la taiga se extrae mucha menos piedra, por lo que no se ve a menudo en las estanterías de las tiendas.
Además de la charoita, en 1997 se encontró aquí otra piedra única y más rara: una nefrita azul, que los geólogos sugirieron llamar dianita en honor a la princesa Diana. Es posible que éste no sea el último descubrimiento geológico en Yakutia.
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