5 ciudades de Rusia cerradas a los ojos de los curiosos

Lev Fedoseev/TASS; Russia Beyond
Podría haber hasta 40 asentamientos cerrados en el país, con más de un 1,5 millones de personas viviendo en secreto.

Las ciudades cerradas son parte del legado soviético. Cuando la URSS aspiraba a rivalizar militarmente con EE UU, surgieron numerosas ciudades cerradas en el país comunista, donde se investigaba y desarrollaban tecnología y armas militares secretas. 

Estas ciudades no estaban marcadas en los mapas y su existencia se mantuvo en secreto tanto para los ciudadanos extranjeros como para los soviéticos. Sus residentes trabajaban en plantas y fábricas secretas y nadie podía salir o entrar en ellas sin un permiso especial. A cambio, el gobierno proporcionaba a estas personas apartamentos, trabajos garantizados, mejores alimentos y servicios de salud.

Incluso hoy, casi 30 años después del colapso de la Unión Soviética, Rusia mantiene en secreto el estatus de algunas ciudades dentro de sus fronteras. La siguiente lista detalla cinco ciudades cerradas que conocemos.

1. Norilsk

Suelo helado, temperaturas extremadamente bajas y oscuridad total de las largas noches polares, es lo que llaman hogar los residentes de esta ciudad minera dentro del Círculo Polar Ártico. 

Norilsk es actualmente un centro de la minería industrial de Rusia. Se estableció en los años 20, cuando el gobierno soviético decidió explorar y utilizar los ricos recursos minerales de la región. Los prisioneros del Gulag se vieron obligados a construir una combinación minera y metalúrgica en Norilsk. Muchos de ellos murieron debido al brutal clima y a las duras condiciones de trabajo.

A pesar de su importancia estratégica, Norilsk no fue una ciudad cerrada hasta 2011, cuando el gobierno ruso decidió clasificarla como tal. En un anuncio oficial se proclamó que el nuevo estatuto de la ciudad tenía por objeto mejorar las condiciones de vida de sus residentes, ya que tendrían derecho a prestaciones sociales adicionales, reservadas a los residentes de las ciudades cerradas.

Sin embargo, cuando el nuevo estatuto entró en vigor, también se restringió el acceso de los extranjeros a esta antiutopía industrial en el permafrost siberiano. Para entrar en una de las ciudades más contaminadas de la Tierra, cualquier extranjero, incluidos los periodistas, debe solicitar primero un permiso y no hay garantía de obtenerlo.

2. Zheleznogorsk 

Conocida originalmente como Krasnoyarsk 26, esta ciudad cerrada se estableció en 1950 como un lugar de producción de plutonio para armamento. Además en la ciudad también se llevan a cabo proyectos de investigación y desarrollo de sistemas espaciales, incluyendo el famoso programa GLONASS, una alternativa rusa al GPS de fabricación estadounidense.

Algunas fuentes dicen que la ciudad cuenta con instalaciones nucleares parecidas a las de una película, construidas dentro de las cuevas de las montañas que rodean la zona y están diseñadas para soportar un ataque nuclear.

Una leyenda local dice que, aunque los intentos de los servicios de inteligencia extranjeros de infiltrarse en la ciudad nunca tuvieron éxito, un residente local robó plutonio de la fábrica secreta y lo guardó en su casa en un simple frasco de vidrio. Cuando fue detenido, dijo que su única intención era envenenar a su suegra.

3. Znamensk (Kapustin Yar)

Esta ciudad está cerrada por una sencilla razón: es el principal asentamiento en las cercanías de Kapustin Yar, un lugar de lanzamiento y desarrollo de cohetes rusos en la región de Astracán. 

El polígono de lanzamiento de cohetes se construyó a finales de la década de 1940 y se utilizó como lugar de ensayo de misiles balísticos soviéticos antes de convertirse en un cosmódromo en 1962, utilizado para el lanzamiento de pequeños satélites de investigación.

Una mezcla de secretos y pruebas militares hizo que surgieran leyendas sobre avistamientos de OVNIS en la zona. Algunos sostienen que en la ciudad se produjo un accidente de un OVNI en la década de 1950, comparando Znamensk y Kapustin Yar con el famoso y controvertido incidente de Roswell, Nuevo México.

En los primeros años de la carrera espacial entre EE UU y la Unión Soviética, también hubo especulaciones no confirmadas sobre los intentos de la URSS de lanzar hombres al espacio antes de que Yuri Gagarin, se dice que Znamensk fuera señalado como un posible lugar de estos lanzamientos secretos.

Después del colapso de la Unión Soviética, el sitio estuvo temporalmente fuera de servicio, pero comenzó a funcionar de nuevo en 1999, cuando las tropas rusas volvieron a desplegarse en Kapustin Yar.

4. Sarov 

En la Rusia zarista, Sarov era conocido como un lugar sagrado: albergaba un antiguo monasterio construido junto al río del mismo nombre. Una leyenda local dice que los monjes construyeron una ciudad subterránea, donde solían ir en busca de soledad.

Después de la Revolución de 1917, el lugar santo fue abolido. Algunos años más tarde, el sitio se transformó en uno de los lugares más secretos y estratégicamente importantes de toda la Unión Soviética. Fue allí donde el físico nuclear soviético Ígor Kurchatov desarrolló la primera bomba atómica soviética, también conocida como RDS-1 o Dispositivo 501.

En ese momento, Sarov desapareció de todos los mapas y a nadie se le permitió entrar o salir de la ciudad sin un permiso especial, que era imposible de obtener para nadie más que para los participantes del proyecto secreto.

Hoy en día Sarov sigue siendo una ciudad cerrada, porque el instituto de investigación construido sobre la base de los primeros experimentos soviéticos con armas atómicas sigue en funcionamiento. Sin embargo, existe la posibilidad de “infiltrarse” en el estricto régimen de seguridad de la ciudad como parte de los ocasionales viajes que se organizan. Sin embargo, se les pedirá que entreguen pasaportes, teléfonos y cámaras antes de entrar.

5. Severomorsk

Esta ciudad al norte del Círculo Polar Ártico es una base de la Flota del Norte de la Armada Rusa y considerada un puesto estratégico de defensa en el Ártico. 

Aunque la base naval había estado en funcionamiento desde los primeros días de la Unión Soviética, la ciudad sólo recibió el estatus de ciudad cerrada en 1996, mucho después de que la Unión Soviética se desintegrara.

Fue desde Severomorsk que se envió el famoso portaviones Almirante Kuznetsov para participar en la campaña rusa en Siria en 2017. 

En cuanto a la ciudad, está llena de museos dedicados a la historia de la Armada Rusa. Tiene un clima duro y una alta humedad y desde principios de diciembre hasta mediados de enero está oscura 24 horas del día. No se permite a los extranjeros disfrutar de las noches polares desde esta ciudad cerrada.

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