Para los médicos y las ambulancias que están de servicio en la mañana del 1 de enero. De hecho, el 1 de enero es uno de los turnos más duros del año.
Las lesiones más comunes durante el Año Nuevo en Rusia son las causadas por las caídas. Las hay de muchos tipos: caerse del trineo, en las aceras con hielo o por una simple intoxicación, explica Alexánder Ochkurenko, vicepresidente de la Asociación Rusa de Traumatólogos Ortopédicos.
Hay algunas lesiones por caídas que pueden ser muy inusuales. Un joven ruso explica que un chico en su bloque de apartamentos se rompió una pierna mientras se escondía en el baño. Estaba fumando sobre la taza del inodoro, junto a la ventilación para que sus padres no se dieran cuenta. En el apartamento de abajo estaba en pleno apogeo la fiesta de Año Nuevo y algunas personas borrachas lanzaron fuegos artificiales por la ventilación. Los pequeños cohetes subieron varios pisos por el tubo y asustaron tanto al niño fumador que se tropezó y se rompió la pierna. Junto con la taza del inodoro.
Los fuegos artificiales se consideran como la segunda causa más probable de lesiones durante las fiestas de Año Nuevo. En Rusia las personas mayores de 16 años pueden comprar petardos, fuegos artificiales y otros artículos pirotécnicos. Por desgracia, hay algunos que están falsificados y provocan heridos.
Los petardos baratos explotan inesperadamente, lesionando las manos y la cara, dejando quemaduras graves, además del envenenamiento químico. También provocan incendios y a menudo hieren a las personas que se encuentran cerca.
En la década de los 2000 los deslizadores hinchables se hicieron populares. Suelen alquilarse y están disponibles junto a cualquier cuesta y reemplazan a los trineos de nieve de antaño.
Sin embargo, estos hinchables son peligrosos, especialmente para los adultos. Al bajar cuesta abajo y rebotar en baches y peñascos uno puede resultar gravemente herido. No suele pasarle a los niños debido a su pequeño peso, pero un adulto borracho puede tener graves problemas, desde una hernia discal hasta una fractura vertebral completa.
La embriaguez pasa a convertirse en intoxicación rápidamente. Los que están alrededor notan rápidamente cómo el borracho comienza a difamar y cómo sus movimientos se vuelven menos controlados. A partir de 2,5 por mil de alcohol en la sangre, se produce una fuerte intoxicación.
Las estadísticas muestran que durante las vacaciones de invierno del año pasado, murieron unos 12.000 rusos por causas relacionadas con el alcohol, alrededor de tres cuartos fueron hombres. Además, la mayoría decisiva de los resultados letales ocurren el 1 de enero - alrededor del 67%. Emborracharse y morir congelado en la nieve, así como las heridas causadas por las copas de champán rotas, son lesiones relacionadas con el alcohol.
“Cuando sonaron las campanadas ya estábamos agotados”, dice Román. “Cuando comenzó el baile no estaba bien y me senté en una mesa de café, donde había una copa de champán. Me dieron 12 puntos y no pude sentarme en un mes".
Por cierto, un corcho sale volando de la botella de champán a 46 km/h, mientras que un golpe de corcho directo a los ojos puede dejarte con un solo ojo.
A veces, los peligros se encuentran en las cosas más queridas. La ensaladilla rusa (Olivier) puede estropearse muy rápidamente si se prepara por la mañana y se deja fuera de la nevera. Esto sucede muy a menudo cuando hay un exceso de comida y la nevera no puede contenerlo todo. Antes de las vacaciones de invierno muchos rusos compran compulsivamente más comida de la que pueden comer.
Aunque la comida cocinada por uno mismo es mejor. Las comidas preparadas pueden volverse rancias en una hora. Las enfermedades transmitidas por los alimentos también son un tema común de Año Nuevo, incluso si se evita la comida rancia, se puede enfermar por comer en exceso o por comer demasiados platos grasos. El consumo excesivo de alcohol puede exacerbar los síntomas de la intoxicación alimentaria y como dice el viejo chiste ruso: “Bebimos vodka, y cuando nos quedamos sin él, compramos cerveza, y cuando terminamos, las tiendas ya estaban cerradas. Pero mi amigo tenía una botella de coñac, así que también lo terminamos. Y todo podría haber terminado completamente bien, pero accidentalmente me comí una galleta de avena y vomité por todas partes.... Creo que fue la galleta”.
En resumen, ten cuidado que los mejores momentos de tu vida no se conviertan en los peores.
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