Las autoridades rusas arrestaron la semana pasada a un hombre que había creado de la nada un puesto fronterizo en un bosque cerca de Finlandia. El criminal prometía a trabajadores migrantes que podría llevarlos a la Unión Europea.
Con el falso puesto fronterizo, el hombre pudo convencer a cuatro hombres, de origen surasiático, para pagar más de 10.000 dólares por dejarles cruzarlo, según informaciones del servicio ruso de guardia de fronteras, hechas el miércoles. “El hombre nunca planeó cumplir sus promesas”, publicó la agencia de noticias Interfax.
En el camino instaló señales falsas, que supuestamente marcaban la frontera entre Rusia y Finlandia. El hombre llevó al grupo por una tortuosa ruta por la región de Víborg, en coche y a pie. En un tramo, llegaron a navegar un lago con un bote inflable, “por si acaso”, según los involucrados.
Los cinco fueron finalmente arrestados. Los migrantes fueron multados por un tribunal de San Petersburgo, que ordenó además su deportación. El hombre detrás del malévolo plan proviene de Asia Central y podría ser acusado de fraude, según la prensa.
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