Así ayuda a cumplir los sueños de los enfermos de cáncer un programa de televisión

Vlada Niújtik, joven de 23 años de San Petersburgo, es una de las cuatro participantes a quién el programa ‘Pídele al cielo’ ayudó a cumplir sus sueños.

Vlada Niújtik, joven de 23 años de San Petersburgo, es una de las cuatro participantes a quién el programa ‘Pídele al cielo’ ayudó a cumplir sus sueños.

Piátnitsa!
Algunas de estas personas tienen una enfermedad terminal. Aunque eso no implica que carezcan de sueños. El programa ruso ‘Pídele al cielo’ ha encontrado la manera de poder hablar de ellos.

-¿En qué estás pensando?

-En nada. Me siento bien y no estoy pensando en nada.

-No lo entiendo. ¿Eres feliz?

-Claro, soy feliz. Solo que se me da mal mostrar mis sentimientos.

Este es un extracto del programa ruso Poprosí u neba(Pídele al cielo), una coproducción del canal de televisión Piátnitsa! y varias organizaciones sin fines de lucro, donde el presentador Semión Zakruzhni habla con Vlada Niújtik, una joven de 23 años de San Petersburgo de aspecto serio. Están hablando en la terraza de una pequeña casa de playa en Italia, con el ilimitado mar azul frente a ellos.

Visitar el mar y tomar una taza de café frente a las olas estaba en la lista de sueños de Vlada. La joven tiene carcinoma, un tipo de cáncer de piel que también puede afectar el revestimiento de los órganos internos. “Los médicos dicen que su enfermedad es terminal y que se limitan a hacer todo lo posible para prolongar su vida”, dice Zakruzhni. Es una de las cuatro participantes del programa, cada una de ellas está luchando contra el cáncer.

Vlada tiene carcinoma, un tipo de cáncer de piel que también puede afectar el revestimiento de los órganos internos.

Inspirado por películas como Golpeando las puertas del cielo y Antes de partir, Pídele al cielo ofrece a las personas devastadas por el cáncer la oportunidad de relajarse y vivir, en la medida de lo posible. Al principio de cada episodio Zakruzhni pide al participante que escriba sus sueños y luego el equipo de producción hace todo lo posible para cumplirlos, ya sea un viaje a Italia, ver un elefante o simplemente tener una cena familiar con sus padres.

Estigma persistente

El tono y el estilo de Pídele al cielo es bastante inusual para la televisión rusa. Zakruzhni trata a los pacientes de cáncer como amigos, bromea y se ríe con ellos, hablándoles de la vida y no de la muerte. Se trata de algo nuevo, y es que, lamentablemente, la actitud pública que prevalece en Rusia hacia el cáncer es menos abierta.

Yulia Yemelyánova, otra participante del programa ‘Pídele al cielo’.

A veces, la gente apenas entiende lo que es el cáncer. En diciembre de 2018, los residentes de una casa de apartamentos en Moscú firmaron una petición exigiendo el desalojo de varias familias cuyos hijos sufrían de cáncer, diciendo que les preocupaba que pudiera ser contagioso, lo cual es médicamente imposible.

Conversaciones sobre el cáncer

El otro desafío es la falta de comprensión: al hablar con los pacientes, la gente adopta a menudo una actitud trágica, que no hace más que empeorar la situación. “Cada uno de nuestros participantes nos dijo que compadecerse de ellos solo empeora las cosas. No quieren que la gente se compadezca de ellos. Son seres humanos, como el resto de nosotros”, dijo Zakruzhni a Russia Beyond.

Yulia Yemelyánova.

Saber cómo hablar sobre el cáncer, incluso con las personas que padecen la enfermedad, es de vital importancia. Según las estadísticas de la OMS, el cáncer es una de las enfermedades más extendidas en el mundo y la segunda causa de muerte a nivel global. “Muchos de nosotros nos enfrentaremos al cáncer tarde o temprano, por lo que es importante no hacer que la situación sea aún más estresante para los pacientes a causa de la lástima y el llanto”, explica Zakruzhni.

Camino difícil

El canal Piátnitsa! (que significa “viernes”)esfamoso por sus espectáculos de entretenimiento y tuvo que ser muy cuidadoso a la hora de tratar un asunto tan delicado. Eligieron cuatro pacientes en estrecha colaboración con fundaciones benéficas. Los escogidos tenían permiso médico para poder salir del hospital durante cortos períodos. Posteriormente llegaron a acuerdos con los participantes.

Oncólogo Alexéi Pshonkin es uno de los muchos médicos que contribuyeron a crear ‘Pídele al cielo’.

Cumplir los sueños de las personas cuya vida está en riesgo no es nada fácil. En el primer episodio del programa, Yulia deseaba ir a Georgia, pero no pudo ir ya que su médico dijo que era demasiado arriesgado. Esto sucede a menudo y por eso los productores tenían que ser muy flexibles, ajustando los horarios de los programas a la condición del paciente.

“Los sueños no deben matar”, enfatiza Alexéi Pshonkin, un médico que atiende a dos de los participantes. En Pídele al cielo los médicos siempre tienen la última palabra.

Viviendo el sueño

En cada episodio la audiencia ve cómo las personas deprimidas por el curso que han tomado sus vidas, abrumadas por la quimioterapia, los medicamentos y el cuidado constante, comienzan a florecer de nuevo. Sonríen y se ríen, hablan del futuro y de cómo quieren vivir sus vidas, sin importar el poco tiempo que los médicos digan que les queda.

Semión Zakruzhni, presentador de ‘Pídele al cielo’.

Después de ir a Italia, Vlada, a quien le gusta pintar, pero que solía quedarse aletargada todos los días en el sofá, estaba llena de planes y de alegría. “Voy a vivir mi vida de manera diferente”, dice. Desde diciembre de 2018, sigue viviendo activamente, pintando y luchando contra la propagación de su enfermedad.

También lo hacen los otros participantes del programa, que ya son cuatro. “Incluso al hablar cuando no estaba la cámara delante, nos decían que les ayudamos a vivir uno de los días más felices de sus vidas”, dice Zakruzhni.

¿Y ahora qué?

Desafortunadamente, las perspectivas para el programa son impredecibles. “Era un proyecto social, cuyo objetivo era hablar a un público joven sobre temas importantes, sin connotaciones trágicas”, añade Zakruzhni. “No estábamos pensando en las audiencias; no estoy seguro de si la sociedad rusa está realmente preparada para un programa de este tipo. Espero que siga vivo de una forma u otra, pero por ahora es demasiado pronto para decir nada”.

Con sólo cuatro episodios producidos y emitidos, Pídele al cielo es visto como un ejemplo inusual de un programa de entretenimiento de orientación social. Ekaterina Shergova, directora de la organización benéfica Podarí zhizn (Regala vida), que trabaja estrechamente con pacientes de cáncer, dice: “Agradezco a este programa que haya dado otra visión de nuestros pacientes, no a través de la lente de la compasión, sino con admiración por su valor y sabiduría”.

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