En la región de Kémerovo (3.000 km al este de Moscú), dos jóvenes de 15 y 20 años se adentraron en la taiga en busca de ajos salvajes. Aunque incluso para los locales no sea raro perderse en la zona, los amigos se encontraron con un problema cuando se alejaron demasiado.
La cobertura telefónica en el bosque no es buena, así que no se podían llamar para pedir ayuda. Pero todo dio un giro cuando oscureció y los chicos se toparon con un oso. Aterrados se subieron a un árbol.
Pero tal y como dice el proverbio, no hay mal que por bien lo venga, y los amigos se sorprendieron al darse cuenta de que tenían un poco de cobertura telefónica desde el alto del árbol. Fueron capaces de indicar su ubicación aproximada a los servicios de emergencia antes de quedarse sin batería.
Los chicos fueron rescatados por la mañana y sobrevivieron para contar la historia.
Hay muchas ideas preconcebidas sobre la vida en Siberia, aquí te mostramos que en este territorio, enorme hay algo más que osos.
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