Playa en Adler, región de Krasnodar
Mijaíl Mokrushin/RIA NovostiDurante el boom económico de los dos primeros mandatos del presidente Putin, que exhibieron largos periodos de índices de crecimiento de dos dígitos, Europa se acostumbró a muchedumbres de visitantes rusos. Todos los destinos, desde Dublín a Estambul, se vieron beneficiados, pero, como es natural, algunos lugares eran más populares que otros.
Para la élite rusa, Londres y la Costa Azul francesa ostentaban el trono. La clase media prefería complejos turísticos más asequibles en España y Turquía. Además, no hay duda de que el aumento del turismo ruso compensó la caída de los viajes intereuropeos tras la crisis financiera de 2009.
Para medir el flujo de turistas rusos al Viejo Continente, los establecimientos rusos que pueblan Cannes son, quizá, el mejor barómetro. La tienda rusa del distrito Californie es tan auténtica que podría confundirse con un “magazin” de Krasnodar. Su propietario, Marcel, admite que el negocio no está en su mejor momento. “Calculo que ha bajado un 30 %. La cantidad de visitantes ha descendido enormemente este año. Sin embargo, existe una numerosa colonia de residentes rusos en Cannes y siempre necesitarán este servicio”, afirma.
Marcel también está bastante seguro de dónde han ido los clientes que le faltan: “A Sochi. La mayor parte está en Sochi. Después de todo, esto es lo que quiere Putin”, dice en confidencia el empresario. “Quizá nos mudemos allí y abramos una tienda francesa”, puntualiza Tania, su esposa.
No solo sufre el próspero sur de Francia: los viajes de Rusia a Turquía han descendido de 2 a 1,4 millones, las visitas a Alemania han descendido un 30 % y las salidas a Grecia han caído en picado, con un 54 % menos.
Incluso Bulgaria, un país relativamente barato, ha visto cómo sus cifras encogen un 36 %. En destinos más exóticos, como Vietnam o Azerbaiyán, hay informes sobre bolsas de plazas hoteleras vacías, que antes ocupaban los rusos. Las estadísticas de Turquía son especialmente interesantes. El descenso de 600.000 turistas rusos ha sido parcialmente compensado por una subida de 200.000 alemanes; esto demuestra que ni siquiera los prósperos alemanes pueden compensar las pérdidas en los negocios por el gigantesco socio euroasiático de Turquía.
Grandes derrochadores
En España, un descenso anual escalonado de un 41 % en número de turistas rusos ha sido compensado casi por completo por un aumento del 40 % en viajeros de EE UU. Sin embargo, esto no compensa las pérdidas económicas. El ruso medio gasta unos 156 euros al día, el doble de lo que gastan los ahorradores estadounidenses. El descenso fue especialmente evidente en el mes de junio, cuando 118.800 rusos visitaron España, un 46,5% menos que en el mismo mes de 2014. Las comunidades que más turistas rusos reciben son Cataluña, Baleares y Andalucía.
Algunos países han tratado de hacer sus cuentas con inteligencia. Egipto, que ha tenido problemas propios en los últimos años, ha sugerido que se permita a los tour operadores rusos pagar en rublos en lugar de dólares. El ingenioso movimiento de El Cairo para proteger el lucrativo mercado ruso ha permitido al país reemplazar a Turquía como el mayor receptor de viajeros rusos.
Italia, abrumada por la reducción de un 31 % de turistas rusos, también ha reaccionado. La embajada de Italia en Moscú ha lanzado una página web en ruso, llamada “La Tua Italia” (tu Italia), que informa a los potenciales turistas rusos sobre destinos en Italia. Algunas partes de la web están dedicadas a la Exposición Mundial de Milán y a vuelos low-cost. También ofrece algunos descuentos. Sin embargo, no parece de mucha ayuda: muchos empresarios parecen bastante pesimistas.
España ha tenido una presencia destacada en las ferias turísticas del país. En MITT, la más importante celebrada el pasado marzo, recibió el premio al mejor destino turístico en 2014.
“Según he oído a fuentes del Gobierno italiano, hay un 80 % menos de clientes rusos que antes”, explica a The Guardian el empresario Salvatore Madonna, propietario del hotel Byron. “La caída del tráfico turístico en Europa es aún mayor si analizamos los datos de países que no están en la Unión Europea”, afirma Irina Tiurina, portavoz de la Unión de Empresarios Turísticos de Rusa. “En concreto, se aprecia un descenso de un 37 % en Noruega, un 28 % en Suiza, un 14,5 % en Montenegro y un 11 % en Serbia”.
Mientras tanto, los destinos en Rusia registran las mayores subidas en años. Vladivostok y Sochi están sustuyendo a las playas de Tailanda y Marbella. “La gente ha empezado a viajar por su propio país y se ha dado cuenta de que no esta peligroso como pensaban”, explica Irina Schegolkova, de la agencia Rostourism. Al mismo tiempo, Crimea ha tenido un verano relativamente activo, considerando que está cerrada a los mercados europeos. El 'Anillo de oro' que rodea Moscú ha sido otro a de los beneficiados.
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