Consecuencias para Rusia de la crisis griega

Fuente: EPA

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Los mercados de valores rusos apenas reaccionaron al impago de 1.600 millones de euros de deuda de Grecia al FMI, que anunció el ministro Yanus Varufakis. Varios expertos consideran que si el país heleno sale del euro se podrían estrechar las relaciones comerciales. Por ahora se descarta una ayuda de financiera de Rusia.

Las autoridades griegas han rechazado pagar al FMI el tramo de deuda que vencía el 30 de junio (correspondiente a 1.600 millones de euros). Así lo anunció el ministro de finanzas griego Yannis Varufakis, según informa la agencia France-Presse. Esto significa que el país ha entrado oficialmente en suspensión de pagos. Los mercados de valores rusos no han reaccionado ante la noticia.

“La suspensión de pagos de Grecia no es un acontecimiento inesperado, de modo que la reacción de los inversores será moderada, aunque negativa”, comenta la analista de Alpari, Anna Kokoreva. “No esperamos que se produzca un colapso del euro en los mercados de valores, pero una ligera bajada es inevitable.  Los índices bursátiles podrían corregirse en un margen del 2 % al 3 %”, aclara la experta.

Por otro lado, se espera un fortalecimiento del dólar. “La volatilidad general de la moneda y los valores rusos se verán reforzados. No obstante, considerando el impacto positivo que tiene el debilitamiento del rublo en la economía rusa, no se esperan graves consecuencias como resultado de la suspensión de pagos de Grecia”, coincide Elizaveta Belúgina, de la correduría de bolsa FBS.

Según los expertos entrevistados por RBTH, el cese de pagos griego podría dar lugar a una fuga de capitales en Rusia durante algún tiempo. “Los inversores empezarán a arriesgar menos, lo que incrementará la demanda de activos menos rentables pero más seguros”, aclara Anna Kokoreva.

“En este momento, nuestra economía no tiene una alta dependencia de la entrada de capitales, ya que, a causa de las sanciones, los mercados llevan un año cerrados. Por esta razón no esperamos una fuerte presión ni una retirada masiva de capitales”, aclara Yegor Susin, experto de Gazprombank.

Los analistas señalan que el proceso de suspensión de pagos será largo. El 5 de julio se celebrará en Grecia un referéndum sobre las exigencias de los acreedores. Si la mayoría de los votos aprueba las reformas, se aplazará durante algún tiempo la cuestión de la suspensión de pagos.  O lo que es más importante, si Grecia sale o no de la zona euro. Los analistas de S&P estiman que hay un 50 % de probabilidades de que esto ocurra.

“La salida del país de la eurozona aliviará las relaciones comerciales entre nuestros países. La nueva moneda griega será débil, lo que abaratará los productos procedentes del país heleno. Una disminución de la dependencia de los préstamos externos podría tener un impacto positivo en la política exterior de Grecia con respecto a Rusia”, opina la analista de Alpari.

“Incluso podría acelerarse el desarrollo del gasoducto Turkish Stream, pues es probable que, tras su salida de la eurozona, Grecia muestre más interés en la colaboración con otros países. Aunque no se puede afirmar que la única opción de Grecia sea la salida de la zona euro”, indica Yegor Susin.

El experto señala que es poco probable que la propia UE permita la salida de Grecia, puesto que las consecuencias en tal caso son impredecibles. El volumen del sistema financiero griego asciende a más de 1 billón de euros.

Mientras tanto, el impago podría empujar a Europa a una nueva recesión, lo que sin duda se verá reflejado en la relación comercial con Rusia, uno de los principales exportadores e importadores de la UE.

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