Invertir en Rusia en tiempos revueltos

Fuente: Reuters

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Rusia está atravesando momentos difíciles. El riesgo comercial es máximo, según informa CESCE (empresa española publico-privada, que gestiona el seguro de crédito para exportación). Sin embargo, hay muchas oportunidades de negocio de alta rentabilidad.

El riesgo de invertir en Rusia se asemeja al de hacerlo en países como Nigeria, Ghana y Turquía. En vista de esta situación, invertir en el país eslavo podría parecer un supuesto teórico con pocas posibilidades de convertirse en realidad. Sin embargo, y pese a la baja valoración de las agencias calificadoras, el actual rendimiento de capital es mucho mayor que en los tiempos de estabilidad, lo que sigue el patrón habitual: a mayor riesgo, mayor rentabilidad.

Así, constituyendo un depósito en euros o dólares, se puede obtener hasta el 10% TAE, mientras que para los depósitos en rublos la rentabilidad asciende al 20% TAE. Los bonos del Estado a dos años ofrecen un 13,7%, lo que según la comparativa realizada por Bloomberg, dedicada al análisis de transparencia de mercados, supera la oferta de 45 países, incluidos China, Brasil, la India, Indonesia o Turquía.   

Por otra parte, dada la necesidad de reducir la dependencia de las importaciones y la consiguiente modernización del sistema productivo están surgiendo nuevas oportunidades en el mercado nacional. En este sentido, hay mucho terreno por explorar más allá de Moscú y San Petersburgo.

 Según el último ranking de la Agencia Nacional Calificadora, las unidades administrativas con mayor potencial son la ciudad de Moscú y Sajalín (potencial alto, nivel 1). Les siguen: Bélgorod, Tiumén, la región de Moscú y la república de Tartaristán(potencial alto nivel 2). Cierran la lista del perfil alto: Kaliningrado, Kaluga,  Kamchatka, Krasnodar, San Petersburgo, Magadán, Samara, Sverdlóvsk, Tomsk, Jabárovsk y Chukotka (potencial alto, nivel 3). En total, 18 unidades administrativas han obtenido una calificación alta. 44 ostentan la calefacción media y 18 son consideradas de potencial moderado.

A la hora de valorar las calificaciones crediticias no hay que olvidarse de que éstas no son indicaciones sobre el mérito de una inversión. Como señalan los analistas de Standard & Poor’s, “las calificaciones no son recomendaciones para comprar, vender o retener algún instrumento, ni tampoco constituyen una medida del valor de un activo. Igualmente, las calificaciones no buscan indicar la conveniencia de una inversión, sino quese refieren a un aspecto de una decisión de inversión, a la calidad crediticia. Es decir, a la viabilidad de recuperación del capital invertido en caso de incumplimiento.

Por lo tanto, a la hora de invertir, además de la calidad crediticia, hay que considerar la estrategia de inversión, la expectativa de rentabilidad y la tolerancia al riesgo, entre otros factores.

Como dice el refrán ruso: “El que no arriesga, no toma champán”. Y en realidad, para muchos rusos este refrán es una filosofía de vida. El empresario español de origen alemán, Christian Müller, CEO de Duty Delivery Paid / DDP, tiene 20 años de experiencia profesional en Rusia y comparte esta opinión.

Aterrizó en Rusia por primera vez en el año 1995. En aquellos tiempos trabajaba para su padre, realizando ferias por todo el mundo. Su primera valoración fue nefasta: “Pensé que había aterrizado en otro planeta. En Moscú casi no había restaurantes, ni bares o muchos servicios. Había mucha pobreza”.

Sin embargo, supo ver oportunidades: la gente salía de 70 años de represión y solo pensaba en gastar y conocer todo lo que venía de Occidente, hasta el agua se importaba de Europa. Se inició con el negocio de transporte y promoción de productos alimenticios españoles, como Panrico y Freixenet y triunfó.

Comparando la crisis actual con la de los años 90, considera que los negocios que se pueden hacer ahora son mejores que entonces, “porque son a largo plazo, ya que hay que fabricar. En los años 90 se vendía lo que fuera y como fuese, pero sin ninguna perspectiva. Por eso fue la crisis del 98. Rusia aún dependía más que ahora de sus ingresos de petróleo y gas”.

Además, afirma que actualmente la corrupción ha bajado muchísimo con respecto a los 90: “Antes de la llegada de Putin había mucho contrabando, sólo hay que comparar el número de terminales aduaneras, en aquellos tiempos había unas 250”.

Müller está convencido de que actualmente el negocio se encuentra en la fabricación en territorio ruso. Se basa en cuestiones macroeconómicas y en la reciente orden del presidente Putin para que las compras de todos los contratos públicos sean adjudicados a empresas que fabriquen en Rusia.

Considera que el factor tiempo es muy importante y que de invertir en Rusia, hay que hacerlo ahora, ya que el euro está bajando y es posible que lo haga aún más a partir de junio, si Grecia pide el tercer rescate.

Alina Bondarenko es abogada y Técnico de Comercio Exterior.

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