Dmitri Medvédev enumera los objetivos para el futuro desarrollo de la economía. Fuente: Ria Novosti
Según declaraciones del primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, durante la ceremonia de apertura del Foro de Inversión de Sochi, “este año pasará a los libros de historia como el año que cambió el curso de los acontecimientos en muchos aspectos, como el momento en el que comenzó la guerra en Ucrania, en el que Crimea fue devuelta a Rusia y en el que se introdujeron las sanciones contra nuestro país”. “El enfriamiento de las relaciones con nuestros socios occidentales nos ha obligado a revisar el sistema de coordenadas según el cual vivíamos hasta ahora. Da la sensación de que muchos de nuestros socios occidentales han dejado de ser conscientes de que Rusia tiene sus propios intereses. Como resultado, se ha puesto en duda toda la filosofía del desarrollo mundial que se había formado tras la Segunda Guerra Mundial”, - declaraba Dmitri Medvédev.
La influencia de las sanciones
Según el primer ministro, Rusia se vio perjudicada por las sanciones occidentales en numerosas ocasiones durante el pasado siglo. “Podemos tener ideas distintas respecto al sistema político soviético, pero de todos modos logramos superar las sanciones. En 1981 Estados Unidos dejó de suministrar materiales para la construcción del gasoducto Urengoi – Uzhgorod, pero aun así logramos terminarlo. Más tarde, en 1998, Estados Unidos introdujo sanciones contra las instituciones científicas sospechosas de colaborar con Irán. La historia ha demostrado que todos los intentos de ejercer presión sobre Rusia han resultado inútiles”, - declara Dmitri Medvédev. Según este, la presión sobre países relativamente grandes es inútil, y la economía de Rusia es la sexta del mundo en cuanto a paridad. “Debemos saber leer la verdad en la confrontación mediante sanciones: es un proceder dañino y superfluo tanto para nosotros como para occidente. Nosotros sufrimos pérdidas a corto plazo, pero nadie puede prever cómo influirán las sanciones en la economía mundial”, - añadía el primer ministro.
Según Dmitri Medvédev, el estado actual se distingue de la crisis de 2008 en el sentido de que durante la última crisis económica las mayores economías del mundo trabajaron juntas. En particular, fue entonces cuando se creó el G20, que reúne a países muy distintos entre ellos. “En esto consistía la garantía del éxito. Nosotros estamos dispuestos también ahora a escuchar a nuestros socios, siempre y cuando estos vuelvan a tener en cuenta nuestros intereses”, - declara Medvédev. Según el jefe del gobierno ruso, las compañías europeas siguen siendo los principales inversores en la economía rusa, con un volumen total de unos 300.000 millones de dólares.
La apuesta por Asia
Próximamente, la economía rusa continuará con su cambio de orientación hacia Asia, según el primer ministro ruso. “El acercamiento de Rusia y Asia es un proceso objetivo, comenzamos a llevar a cabo esta política hace ya unos 10 años. Se trata de una cooperación con todos los países de la región: China, India, Japón, así como otros estados con economías menos importantes”, - declara Dmitri Medvédev. Según este, ya en otoño de 2014, en la cámara baja del parlamento ruso, se introducirá un proyecto de ley que prevé la creación de 14 áreas de desarrollo avanzado con regímenes fiscales preferentes en Siberia y el Extremo Oriente, destinados principalmente a los inversores asiáticos.
Otro ámbito del trabajo con los países asiáticos será el desarrollo de proyectos de infraestructuras, en primer lugar la ampliación de los corredores ferroviarios a través de Eurasia: las líneas de ferrocarril del Transiberiano y Baikal-Amur. El volumen total de inversión en estos proyectos supera los 13.000 millones de dólares. “Nuestra nueva estrategia en Asia no es una disparatada venganza contra Europa, se trata del curso natural del desarrollo de los acontecimientos, aunque no podemos pasar por alto el hecho de que el refuerzo de las posiciones de nuestro país en la región contribuirá a incrementar nuestra autoridad en otros lugares, incluida Europa”, - declara Dmitri Medvédev.
Problemas internos
La cooperación con los socios asiáticos continuará, según el primer ministro, en el contexto de un serio empeoramiento de los índices económicos rusos. Durante los primeros 8 meses del año, el PIB del país ha crecido un 0,7%. En 2014 el crecimiento del PIN será de alrededor de un 0,5%, mientras que durante los últimos cinco años el ritmo de crecimiento ha rondado el 1%. Desde enero a agosto de 2014, la inversión en activos fijos se ha reducido en un 2,5%, aunque la producción industrial ha crecido en un 1,3%. “El ámbito de mayor desarrollo de la economía es la agricultura: durante 8 meses la producción ha crecido en un 5%. El desempleo se mantiene en el nivel del 5%, y en el pasado había alcanzado el 5,7%. Hemos podido mantener un volumen bastante alto de reservas internacionales, contábamos con un restablecimiento más sólido de la economía, pero el cambio de la situación económica exterior nos ha obligado a recalcular las previsiones”, - comenta Dmitri Medvédev. Además, la tasa interanual de la inflación asciende a un 7,8%, pero algunos expertos opinan que esto se debe a una combinación de factores estructurales, cíclicos y de economía exterior.
“Para cualquier gobierno sería fácil echar la culpa de las dificultades a la economía exterior. Nosotros tenemos una serie de problemas estructurales: trabajaremos teniendo en cuenta todos estos parámetros, el sistema de nuestras prioridades seguirá siendo el mismo”, - promete Dmitri Medvédev, añadiendo que, a pesar del empeoramiento de los índices económicos, la economía rusa no se cerrará a los mercados. “No vamos a cambiar el curso de nuestra política, vamos a conservar la flexibilidad de la divisa nacional y mantendremos a raya la inflación, todo esto seguirá igual”, - concluye el primer ministro ruso.
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