El precio de las acciones de las compañías agroalimentarias rusas se dispara debido a las sanciones

Algunas compañías han subido hasta un 40% en una semana. Se trata de un movimiento especulativo aunque hay claras perspectivas de inversión. Fuente: Reuters

Algunas compañías han subido hasta un 40% en una semana. Se trata de un movimiento especulativo aunque hay claras perspectivas de inversión. Fuente: Reuters

La prohibición a la importación en Rusia de productos alimentarios procedentes de los países que han impuesto sanciones contra Rusia ha dirigido la atención de los inversores hacia las compañías agrícolas rusas. Las acciones de estas compañías han subido un 30-40% en una semana. Según los expertos, por ahora se trata de un crecimiento especulativo, pero en los próximos años estos productores podrían atraer inversión extranjera.

Apenas un día después del anuncio del embargo alimentario, las acciones de las compañías rusas del sector mostraron un crecimiento explosivo: las acciones del consorcio agrícola Razguliái subieron un 40%, las del gigante del trigo Rusgrain un 36%, las del productor de pescado Rússkoye More un 19% y las del grupo especializado en procesamiento de carne Chekrizovo un 7%, comenta el director de la sección analítica de IK Russ-Invest, Dmitri Bedenkov.

“A día de hoy muchas empresas agrícolas rusas se han declarado dispuestas a sustituir la importación de productos sujetos al embargo con su producción”, comenta el director de ventas en los países de la CEI de Dukascopy Bank SA, Pável Simonenko.

Según este, únicamente el consorcio Razguliái podría incrementar su facturación en 2015 hasta en un 120%, hasta unos 60.000 millones de rublos (1.600 millones de dólares). “Para los inversores estratégicos, la compra de acciones de estos consorcios agrícolas sería más que una buena inversión: los ingresos anuales de esta inversión podrían alcanzar un 55-60% en un plazo de dos a tres años”, comenta el experto.

Por ejemplo, el mayor productor e importador de pescado de Rusia, el grupo Rússkoye More, planea incrementar tanto la producción como el suministro de pescado procedente de nuevas regiones: Asia, Turquía y Latinoamérica, según informa a RBTH el servicio de prensa de la compañía.

En particular, a pesar de la prohibición a la importación de producción pesquera desde Noruega, el grupo seguirá vendiendo salmón refrigerado y congelado de sus propias piscifactorías en la región de Múrmansk (en el norte de Rusia) y a través de la importación de pescado desde Chile.

Otro importante productor de pescado, GlavTorgProdukt, ha decidido incrementar su volumen de inversión para la cría de esturión y salmón. Hacia finales de 2014, GlavTorgProdukt planea abrir en Vyborg (a 850 kilómetros de Moscú) una nueva planta de procesamiento de pescado. 

Un escenario más conservador

A medio plazo, los analistas también esperan un crecimiento de estos consorcios agroindustriales, aunque no tan drástico.

“Dependiendo de la dirección que tomen las nuevas sanciones, las acciones del sector agroindustrial ruso podrían crecer algo más, aunque ya se ha dado un primer impulso psicológico. Las consecuencias económicas reales dependerán de lo rápido que se consiga sustituir a los proveedores afectados por las sanciones”, señala el analista principal de UFS, Iliá Balakirev. Según el experto, este año finalizará con muy buenos resultados para muchos productores alimentarios rusos, aunque por ahora es pronto para decir si estos beneficios continuarán el año que viene.

“Si no fuera por las sanciones y las posibles consecuencias positivas, la mayoría de las compañías del sector no tienen unas perspectivas demasiado buenas”, comenta Iliá Balakirev.

Según el experto, lo más atractivo para los inversores extranjeros es la inversión directa en la agricultura rusa. “Sin embargo, esto será posible una vez quede claro que las sanciones van en serio y serán duraderas. El negocio agrario no tiene una dinámica demasiado rápida y no se puede invertir en él partiendo de circunstancias pasajeras en el mercado”, comenta el experto. Según este, la situación podría volverse más transparente si paralelamente se adoptan varias medidas adicionales para apoyar la agricultura: este podría ser un vector más duradero en las cotizaciones e incluso servir de base para la aparición de nuevos nombres en el mercado.

Por ejemplo, el 12 de agosto el primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, dio la orden al Gobierno de incrementar la financiación en el programa estatal de desarrollo del sector agroindustrial debido a las sanciones “alimentarias”. Según explicó el primer ministro, se trata sobre todo de la creación de un nuevo programa estatal de desarrollo de la agricultura.

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