Los restauradores tienen que sustituir los productos importados. Fuente: Ria Novosti / Antón Denísov
Los chefs y los mánagers de los locales más sofisticados se preguntan ahora mismo cómo se las arreglarán sin los ingredientes importados. Para los que están especializados en cocina rusa o italiana no será tan difícil, ya que el queso y las verduras pueden ser reemplazados con bastante facilidad.
El chef y restaurador Valentino Bontemli cuenta que ya ha visto mozzarella en Rusia y que también se encuentra carne, harina y huevos. "En este sentido, la cocina italiana tiene mucha suerte. Quitando el marisco y el parmesano, Rusia ofrece casi todos los ingredientes necesarios. Es cierto que estos productos no son de la misma calidad que los italianos, pero qué le vamos a hacer. Los chefs tendrán que ser más creativos".
Alexánder Kozhin, mánager de la cadena Café De Marko, cree que las sanciones no plantearán graves problemas a los restauradores. "Trabajamos principalmente con productos locales. Nuestro menú no va a cambiar", afirma. "De momento, tenemos todo lo que necesitamos".
Pero también los hay que están contentos con la prohibición. Iván Shishkin, chef y copropietario de Delicatessen, Tapa de Comida, Café Buterbro y Dari Prirodi considera que los restaurantes españoles lo van a pasar mal.
"Con la carne y las aves no tendremos problema, porque hace mucho tiempo que ya no compramos carne extranjera. No tiene nada que ver con la situación política, simplemente, comenzamos a buscar productores locales de buena calidad, cuyos artículos pudiese comprobar personalmente. Sin embargo, dependo del extranjero para los frutos secos, la fruta y verdura y los lácteos. Quizá para el Delicatessen los productos prohibidos no son cruciales, pero para Tapa de Comida sí, y mucho. Se trata de un restaurante español que ya ha sufrido un año por un suministro muy limitado de productos españoles. Ahora tendremos que obtener sabores españoles a partir de ingredientes de otros países, o quizá empezar a buscar ideas nuevas. Afortunadamente la pasta, el arroz y el aceite vegetal no están en la lista. Y espero que no los prohíban: sin aceite de oliva, por ejemplo, creo que mi restaurante no podrá funcionar".
Tania Mishina, directora del restaurante "Sumosan", dice que hay mucha incertidumbre. "No sabemos qué va a pasar, ni siquiera sabemos si los artículos ya encargados antes de las sanciones podrán entrar en el país. Hacemos pedidos semanales, es la única manera de trabajar: no podemos aprovisionarnos y congelar la comida medio año", explica. "Importamos nuestros productos de Japón y los EE UU. Por lo que respecta a los ingredientes japoneses estamos bien de momento, pero la prohibición de productos estadounidenses nos ha preocupado. Por ejemplo, recibimos de California ostras, cangrejo y atún cuya calidad ha hecho famoso al Sumosan".
Los expertos aseguran que esta decisión provocará aumentos en el coste de los productos. "Los precios subirán; en consecuencia, tendremos que venderlos más caros y la gente tendrá que pagarlos más caros, si es que se lo pueden permitir", dice Shishkin.
"Es obvio que esto no tiene nada que ver con la calidad del producto: Rusia no tiene realmente una producción agrícola de alta calidad. Los que crean que nuestra agricultura mejorará como resultado de las sanciones están totalmente equivocados".
Para este artículo se ha utilizado materia de Lenta.ru y The Village.
Todos los derechos reservados por Rossíiskaia Gazeta.
Suscríbete
a nuestro boletín
Reciba en su buzón el boletín informativo con los mejores artículos sobre Rusia: