Tiene la oportunidad de aumentar sus ventas considerablemente. Fuente: Alamy / Legion Media
El pasado miércoles, el presidente Vladímir Putin dio la orden al gobierno ruso de introducir un embargo anual a la importación de productos alimentarios desde Estados Unidos, los países de la Unión Europea, Canadá, Australia y Noruega.
Ese mismo día, en Moscú se celebraron unas negociaciones a gran escala con representantes del Ministerio de Agricultura de Brasil y el mismo jueves quedó claro quién podría cubrir este nicho de mercado. El director de Rosseljoznadzor, la Agencia Rusa de Control Veterinario y Fitosanitario, Serguéi Dankvert, se ha reunido con los embajadores de cuatro estados latinoamericanos: Ecuador, Chile, Uruguay y Argentina. Cada uno de estos cuatro países ha sido informado de los productos que puede enviar a Rusia.
La elección de estos cuatro países no es en absoluto casual. El director de Rosseljoznadzor es copresidente de las cuatro comisiones conjuntas intergubernamentales existentes con estos países. Durante mucho tiempo, el desarrollo comercial conjunto se ha visto obstaculizado por los acuerdos de importación de productos desde Estados Unidos y la Unión Europea. El empeoramiento de las relaciones con Occidente ha reducido drásticamente el número de causas que dificultaban la importación de alimentos latinoamericanos.
Argentina
Se ha propuesto incrementar su suministro de carne de ternera, cerdo y ave, de quesos, productos lácteos, nata en polvo, leche desnatada en polvo, mantequilla, pescado, productos marinos, así como una gran variedad de frutas y verduras.
Además, el mercado ruso está interesado en importar productos exclusivos para restaurantes, como por ejemplo la merluza negra o la corvina. Con toda seguridad, las compañías rusas y argentinas se reunirán durante la próxima asamblea de la comisión intergubernamental, que se celebrará los próximo 15 y 16 de septiembre, así como en la feria agroindustrial internacional World Food, que tiene lugar en estas mismas fechas en Moscú.
Brasil
Brasil y Rusia están preparando un acuerdo bilateral que regule la importación de trigo y bacalao rusos. La principal noticia podría ser el comienzo de un proceso de reducción del coste de la logística, así como la posible reducción de la importación de trigo estadounidense y de bacalao portugués y su sustitución por productos rusos.
En particular, en septiembre, durante la exposición World Food, podría firmarse un acuerdo sobre garantías de calidad y seguridad en el suministro del trigo ruso. Si esto sucede, Rusia y Brasil podrían cargar barcos en ambas direcciones, y no en una sola como sucede en la actualidad. Rusia, que compra gran cantidad de productos de soja brasileños, hasta ahora no tiene la posibilidad de exportar su trigo. Si el mercado brasileño se abre a ella, esto influirá muy positivamente en la economía del comercio bilateral.
Chile
Podría incrementar significativamente su exportación de verduras, frutas, pescado y productos marinos y carne de todo tipo. Este país podría aspirar a ocupar los segmentos que antes ocupaban Noruega y Polonia.
En el primer caso, gracias al dinámico desarrollo de su producción de pescado rojo. Según Rosseljoznadzor, la importación de pescado chileno, que el año pasado ascendió a 53.000 toneladas, podría multiplicarse por dos o tres, y el volumen de compras de moluscos podría ser de cinco a siete veces mayor.
Existe también la posibilidad de aumentar el suministro al mercado ruso de manzanas chilenas, incluso este mismo diciembre. En este momento Rusia se queda sin fruta fresca. Además, como en Chile no existen agentes patógenos de enfermedades de la patata, también es posible que se incremente la exportación de este producto.
Ecuador
Podría incrementar significativamente los volúmenes de suministro de marisco, frutas, verduras y flores. El embajador de Ecuador Patricio Chávez Zavala ha propuesto añadir a esta lista productos lácteos y quesos. A juzgar por las palabras de Dankvert, Rusia está especialmente interesada en organizar un suministro directo de flores sin pasar por los intermediarios europeos. Para ello ha propuesto la creación de centros logísticos y ha señalado que está dispuesto a ofrecer su apoyo en la organización de vuelos regulares de transporte.
Uruguay
El país ha recibido la propuesta de ampliar su suministro a Rusia de carne de ternera, cerdo y cordero, además de pescado, marisco, mantequilla, quesos, manzanas, peras, productos cítricos y verduras.
El embajador de Uruguay Anibal Cabral ha propuesto añadir a la lista el segmento de la ternera de alta calidad, que podría sustituir a los filetes australianos y estadounidenses que se vendían en los restaurantes rusos antes del embargo.
Dankvert ha propuesto preparar para principios de octubre un acuerdo marco bilateral que establezca las condiciones del suministro de esta producción. Con el embajador uruguayo también se habló de la posibilidad de organizar un suministro de ganadería, así como cuestiones de cooperación en la lucha contra enfermedades animales peligrosas, como la fiebre aftosa.
Además, en septiembre visitará Moscú el ministro de Agricultura uruguayo, Tabaré Aguerre, que tendrá la ocasión de firmar un acuerdo de colaboración.
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