Alisher Usmánov, el hombre más rico de Rusia. Fuente: ITAR-TASS
“Las compañías más estrechamente ligadas con el gobierno ruso son las que sufrirán un mayor impacto, mientras que las empresas privadas no deberían tener motivos para vender sus acciones. Sin embargo, cuando comiencen a caer los valores de Sberbank y Gazprom, el mercado entero se vendrá abajo, llevándose con él a las mayores compañías privadas de Rusia”, comenta Antón Soroko, analista del consorcio de inversión FINAM.
Según el analista macroeconómico de UFS IC Vasili Ujarski, el tercer paquete de sanciones de Estados Unidos contra Rusia, la caída del Boeing malasio y el agravamiento del conflicto en el sureste de Ucrania han provocado un pronóstico todavía más negativo para el mercado ruso.
“Además, la UE también podría imponer nuevas sanciones contra Rusia debido a estos últimos acontecimientos. Todo ello conllevaría un contexto negativo para el mercado ruso a corto y medio plazo”, comenta el experto.
Por otra parte, según una investigación de Morgan Stanley, las nuevas sanciones contra Rusia han sido una desagradable sorpresa para los inversores internacionales. En particular, las sanciones están dirigidas contra las mayores compañías y bancos del sector público de Rusia, es decir, entidades que están integradas en gran medida en los mercados mundiales. Por esta razón, los analistas aconsejan una mayor cautela a los inversores. Ha aumentado la incertidumbre y la posibilidad de que se introduzcan sanciones adicionales.
Según Morgan Stanley, las sanciones podrían afectar no sólo a las compañías que figuran en las listas, sino también a todos los participantes de estos sectores económicos.
Deutsche Bank afirma que las compañías financieras y petroleras rusas podrían sufrir a corto plazo un serio impacto, lo cual provocaría un crecimiento de la fuga de capitales y del coste de los créditos a las empresas rusas. “Ya existían unas duras condiciones de financiación externa para las compañías rusas durante estos últimos meses, pero debido a las nuevas sanciones estas limitaciones son obligatorias por ley”, se comenta en el informe de Deutsche Bank.
La mejor opción
Las sanciones contra las empresas afiliadas al Estado abrirán nuevas posibilidades para su competencia en el sector privado.
“Si hay algún sector que sigue teniendo un alto atractivo de inversión incluso a pesar de la coyuntura económica negativa y al empeoramiento del clima empresarial, se trata del sector de consumo, las telecomunicaciones y las tecnologías de la información”, comenta el analista de Investcafé Timur Nigmatulllin. Según este, la principal cadena rusa de supermercados, Magnit, el operador de telefonía móvil Megafon, controlado por el hombre más rico de Rusia, Alisher Usmánov, así como el buscador nacional Yandex, que ha logrado superar a Google en el mercado ruso, son algunas de las compañías rusas más protegidas del impacto de las sanciones.
Los analistas de Deutsche Bank, por su parte, nombran algunas empresas cuyas acciones también podrían servir como refugio para los inversores en acciones rusas durante este periodo de grandes tensiones geopolíticas.
Se trata de las compañías petroleras Tatneft y Bashneft, así como la compañía metalúrgica Evraz. “En teoría, evitar las consecuencias de las sanciones es bastante sencillo, hay que escoger las compañías que no figuren en las listas de las sanciones y que estén mínimamente relacionadas con estas”, -aconseja Vasili Ujarski. Según este, las compañías privadas son mucho más atractivas en este sentido que las estatales, aunque el ejemplo de Novatek (la mayor compañía gasística privada de Rusia, incluida en la lista de sanciones de Estados Unidos) deja claro que no existe ninguna garantía.
Según señala la directora del departamento de análisis de la compañía inversora Golden Hills-Capital AM, Natalia Samoilova, en una situación como la actual no puede haber ganadores.
“Si no se anulan las sanciones, esto será un duro golpe contra la economía rusa, y en estas circunstancias no tiene sentido para los inversores extranjeros buscar refugio en ningún otro tipo de activos rusos”, comenta la experta.
En este caso, según Samoilova, lo más seguro es que la fuga de capitales no haga más que aumentar hasta provocar una entrada en recesión de la economía mucho más rápida. Por otra parte, si se retiran las limitaciones al trabajo con las compañías rusas durante este semestre, el escenario para las compañías víctimas de las sanciones será muy prometedor, en primer lugar para la mayor compañía pública extractora de petróleo del mundo, Rosneft.
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