Fuente: Servicio de prensa
La sherpa rusa Lukash y su antecesora, Ksenia Yudáeva, quien recientemente ha comenzado a trabajar para el Banco Central de Rusia, explicaban junto al viceministro de Finanzas de Rusia, Serguéi Storchak, cuáles son los principales logros de la presidencia rusa del G20.
El mayor logro que el equipo ruso del G20 se propuso alcanzar junto con sus socios de la “troika” era pasar de una agenda anticrisis a una agenda de desarrollo estratégico. “El G20 se ha dedicado principalmente [durante los últimos cinco años de trabajo] a tomar medidas anticrisis de una forma u otra. Yo creo que a partir de nuestra presidencia el G20 comenzará a concentrarse más en una nueva agenda del desarrollo y en cuestiones relacionadas con el abandono de las medidas anticrisis”, comenta Yudáyeva.
Según Serguéi Storchak, Rusia “ha dado el primer paso hacia una serie de reformas estructurales, y la presidencia australiana intentará convertir este paso en movimiento real”. Según los representantes de la presidencia rusa del G20, ya se intentó avanzar en este sentido en la cumbre de Toronto, aunque no se consiguió. Durante el último año, según Storchak, “el G20 ha demostrado que se puede colaborar estrechamente no sólo en condiciones de crisis”. “Hemos demostrado que cuando el interés nacional figura en primer lugar, […] los países del G20 son capaces llegar a un acuerdo”.
Objetivos de la presidencia “por primera vez”
Hace un año Rusia anunció las tres prioridades de su presidencia y, según Lukash, ha conseguido sus objetivos. Entre ellos figura el desarrollo del aprovechamiento de la inversión tanto como fuente de crecimiento económico como para la ampliación de la ocupación y la creación de puestos de trabajo, así como de una regulación eficaz del crecimiento económico, algo que incluye también la lucha contra la corrupción y la evasión de impuestos.
En la intervención de Lukash sobre los resultados de la presidencia rusa del G20, la expresión “por primera vez” sonó en repetidas ocasiones. Según Lukash, “los países desarrollados han asumido por primera vez la responsabilidad de reducir el déficit presupuestario y de llevar a cabo reformas estructurales”. Serguéi Storchak mencionaba a este respecto el compromiso de alcanzar presupuestos no deficitarios en 2016. El problema de la ocupación comenzaba a observarse, de nuevo “por primera vez”, “no como una consecuencia del crecimiento económico, sino como causa de este”.
“Hemos logrado desarrollar un esquema mundial para garantizar un crecimiento de la ocupación y reducir el desempleo a partir del cual cada país puede escoger y formar un paquete de medidas que se adapte mejor a sus particularidades”, comenta Lukash. Otro punto que anteriormente no se discutía en la agenda del G20 es el enfoque de integración y formación de una política para el mercado laboral. “Hemos acordado que tendremos en cuenta las condiciones macroeconómicas, financieras y sociales”, declaraba.
Sobornos, corrupción y comercio
Durante el último año el G20 ha acordado el desarrollo y aprobación de un nuevo estándar multilateral de intercambio de información en el ámbito tributario. Según Lukash, este proceso es “el paso más ambicioso en la mejora y coordinación de la política tributaria en todo el mundo de los últimos cien años”.
Otra solución innovadora ha sido la ampliación de la moratoria para el bloqueo de medidas proteccionistas en los países del G20 hasta finales de 2016. “Es evidente que este factor creará unas condiciones de previsibilidad para el negocio en todo el mundo”, declara Lukash. Esta decisión permitirá incrementar la actividad de inversión en todos los países en los sectores relacionados con una activa exportación e importación de productos y servicios, añade la sherpa rusa.
Además, los países del G20 han prestado mayor atención al hecho de que, como hoy en día casi la mitad del comercio mundial se realiza en el marco de acuerdos comerciales regionales, la tarea del G20 debe ser “garantizar la transparencia de esos acuerdos y normas aisladas para no crear barreras al negocio”.
El Plan de Acción
El principal resultado de la presidencia rusa, según Ksenia Yudáeva, ha sido el Plan de Acción de San Petersburgo, que define la estrategia del G20 para alcanzar un crecimiento sostenible, fiable y equilibrado. “La cumbre de San Petersburgo ratificó el papel del G20 como el principal foro económico y permitió consolidar nuestras fuerzas.Ahora todos los países tienen planes claros para gestionar su situación económica, crear puestos de trabajo y atraer inversión”, concluía Svetlana Lukash.
El embajador Paul Myler declaró que Australia realizará su trabajo basándose en las premisas rusas, aunque, respondiendo a una pregunta de periodistas de San Petersburgo el embajador declaró que Australia no entrará en cuestiones políticas, tal como sucedió en la cumbre de San Petersburgo.
En aquel evento, el tema principal en la orden del día fue Siria y cabe recordar que después de ello la crisis siria, si bien no acabó totalmente resuelta, sí se atenuó considerablemente. Según Lukash, la discusión y la solución del problema sirio fue uno de los principales éxitos de la cumbre. Sin embargo, Myler opina que los temas políticos únicamente aparecerán en la agenda de la cumbre de Brisbane en circunstancias de extrema necesidad.
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