Fuente: servicio de prensa
Un 19 de junio de hace pocos años, el Tribunal Supremo de Rusia tenía que inaugurar sus instalaciones recién reformadas con la presencia del presidente Vladímir Putin. La agenda del presidente ruso había obligado a adelantar la inauguración dos semanas antes de lo que había previsto en un primer momento.
Los muebles que debían decorar los despachos y las salas de la Corte Suprema venían de España y el transporte por carretera requería demasiados días para poder llegar a tiempo. De este modo, se envió apresuradamente desde Rusia un Antónov 12 (avión militar ruso de carga) que recogió la mercancía de dos camiones embalada en cajas de madera en el aeropuerto de Valencia.
Eduardo Karasov de la empresa Mariner, autora de los muebles de la residencia de Putin en Moscú y con más de 25 años en el mercado ruso, asegura que “el cliente ruso se ha vuelto muy exigente, menos opulento y más práctico. Tanto el cliente como el mercado han madurado y esto ha cambiado nuestra forma de trabajo”.
El transporte en un día festivo obligó a abrir a propósito las aduanas rusas para despachar los muebles a tiempo, trasladarlas al edificio oficial e instalarlas durante aquellas horas y parte del lunes por el equipo de montaje de la empresa española que se empeñó concienzudamente. Finalmente, las nuevas instalaciones del Tribunal Supremo fueron inauguradas sin demora por el presidente ruso.
Presencia española
La presencia de mueble español en edificios oficiales rusos se ha extendido durante los últimos años. Pero no solamente en edificios institucionales. Numerosas mansiones de Moscú, Sochi, San Petersburgo, Kazán, etc., han sido amuebladas por empresas españolas.
La calidad, la personalización de los productos según el gusto del cliente y los proyectos a medida, caracterizados por una enorme creatividad, son algunas de las cualidades por las que el mueble español es reconocido en Rusia. Al cliente ruso le interesa su artesanía y exclusividad, la calidad y acabados que cuidan hasta el mínimo detalle.
Josep Picó es el gerente de la empresa que amuebló la residencia del presidente Putin en Sochi o la Duma en Moscú, conocida como Muebles Picó. Para él, “aunque Rusia es un mercado que también ha sufrido por la recesión económica, podemos decir que sus variaciones de consumo son mínimas y se mantiene estable comparado con el resto de países europeos”. Christophe Doguet de Muebles Canella, empresa encargada de amueblar el Tribunal Supremo o la alcaldía de Moscú, explica que “a los clientes rusos le gusta lo exclusivo, conseguir a través de los muebles que su estatus se vea reflejado y se combine con la comodidad de un hogar. Lo clásico no cambia, permanece en el tiempo y guarda a lo largo de los años la nobleza que lo caracteriza”.
Además del mencionado Tribunal Supremo, la vivienda privada del presidente Putin en Moscú y una de sus residencias en Sochi; el despacho del Kremlin y la recepción oficial de la sede del Gobierno ruso en Moscú; la alcaldía de Moscú; los despachos de la Duma; las instalaciones de Gazprom o el Ministerio de Energía Atómica en Moscú, entre otros, tienen muebles de manufactura española.
Según el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes y Exportadores de Muebles de España (Anieme), Juan Carlos Muñoz, “Rusia es un mercado de gran importancia para el mueble de España”. Añade que “el mobiliario español se identifica con la alta decoración de estilo clásico y neoclásico, y es en este nicho de mercado en el que se ha alcanzado una sólida presencia”.
Tanto en las capitales como en las regiones, prescriptores, decoradores y minoristas proponen mueble español en numerosos proyectos de diversa índole (residencias privadas de alta gama, hoteles, embajadas, ministerios,…etc.).
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“Lo cierto es que se realizan muchos más proyectos de los que se comunican, especialmente debido a la privacidad solicitada por los clientes. No obstante, el número de proyectos amueblados por firmas españolas refleja la confianza depositada por los clientes rusos en nuestras empresas, siendo seleccionadas para decorar algunas de las más prestigiosas instalaciones públicas y privadas del país”, asegura el presidente de Anieme.
Tanto en Moscú y San Petersburgo como en el resto de regiones, misiones comerciales directas, misiones estudio, promociones en punto de venta y participación agrupada en distintas ferias rusas, son algunas de las herramientas con las que los empresarios del mueble de España buscan fortalecer el posicionamiento de sus productos en Rusia. Cheliábinsk, Ufa, Novosibirsk, Ekaterimburgo, Rostov, Stavropol, Sochi, Nalchik, Pyatigorsk y Volgogrado, además de las mencionadas Moscú y San Petersburgo son sólo algunas de las principales ciudades de actuación de las empresas en Rusia.
Se disparan las ventas
En la actualidad, Rusia es el quinto destino de la exportación española de muebles.
Según cifras recientemente publicadas por el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), durante el periodo enero-septiembre de este año, las ventas de mueble español a Rusia aumentaron un 32,6 % con respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supuso un volumen de ventas cercano a los 30 millones de euros.
La tendencia al alza en la venta de muebles al país eslavo se viene registrando en los últimos años y, de hecho, en 2012 hubo un vertiginoso incremento de ventas de casi el 40 % con respecto al año anterior.
A pesar de la buena acogida del mueble español en Rusia, el principal exportador de mueble a Rusia sigue siendo Italia, con una imagen de alta calidad y diseño. “El mueble español ha logrado afianzar su cuota de mercado y se sitúa entre los tres primeros vendedores de mueble de gama alta y la tendencia sigue al alza”, declara Juan Carlos Muñoz.
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