Las grandes oportunidades para las inversiones foráneas son los grandes proyectos de infraestructura. Fuente: Vladímir Presnya / Ria Novosti
Los resultados del crecimiento del PIB en 2013 han sido de un 1,6 % en el primer trimestrey hay una previsión del 1,9 % para el segundo. Por otra parte, según recoge el Instituto de Promoción del Comercio Exterior, en los primeros seis meses de este ejercicio el superávit comercial se ha reducido un 15,4 %, pasando a ser de 68.260 millones de euros. Las exportaciones, con 188.112 millones de euros, bajaron un 3,8% y las importaciones aumentaron un 4,4 %, según datos del Banco Central Ruso.
Basándose en esa información, “la situación económica es todavía relativamente buena, pero la recesión en la eurozona y la bajada del precio del crudo suponen una amenaza. Al mismo tiempo, la bajada en los ingresos fiscales por exportación de hidrocarburos a Europa ha provocado un déficit en el presupuesto, estimado en 24.595 millones de euros”, recoge el documento del ICEX.
Para cambiar esa situación, el presidente Putin anunció una serie de medidas a finales de julio. Su objetivo: estimular la economía mediante la movilización de las reservas del Fondo Nacional de Asistencia Social (se habló de unos 10.435 millones de euros para dirigirlos, mayormente, a infraestructuras).
En el informe anual que recoge el ICEX sobre Rusia se refleja cómo, tras sufrir el impacto de la crisis financiera mundial en 2008 y 2009, el panorama económico mejoró en 2010 y 2011 con un crecimiento del 4 % y del 4,3 %, respectivamente. Pero un año más tarde, en 2012, la recesión internacional se hacía notar; la tasa de crecimiento del PIB bajaba casi un punto y se situaba en un 3,4 %. Mientras, el IPC llegó hasta el 6,6 %, cuatro puntos más que lo previsto.
Pero a pesar de la inyección de dinero, a largo plazo, sostiene el ICEX, el crecimiento sostenible solo será viable si se acometen las reformas necesarias que acaben con la alta dependencia del petróleo, mejoren las trabas burocráticas del país y reduzcan la elevada corrupción. “En el caso de Rusia, todavía se arrastran ciertas anomalías del pasado que afectan al desarrollo de la actividad empresarial, pero su impacto es cada vez menor debido al esfuerzo que se está llevando a cabo por reducir este tipo de prácticas”, señala Antonio Hernández, socio responsable de Sectores Regulados, Inversiones Exteriores e Internacionalización de KPMG España. Y esas mejoras ya se hacen notar.
En la clasificación Doing Business que elabora el Banco Mundial ha avanzado 19 puestos (para situarse en la posición 92). La organización financiera elogia la actuación gubernamental en cuanto a facilidad de apertura de nuevos negocios, simplificación de los procesos de aplicación de proyectos de construcción,simplificación de los procedimientos de registro de la propiedad, rapidez para estar conectado a las redes eléctricas y su mejora en el comercio mundial.
-Técnicas Reunidas ganó un concurso para la modernización de una refinería de petróleo en Jabárovsk. Se trata de un proyecto de 800 millones de dólares.
-Iberdrola ha cerrado un contrato de 430 millones de dólares para la construcción de una planta eléctrica en los Urales. Esta compañía planea crear en Krasnodar un parque eólico.
-En Yakúnina Renfe está proyectando la construcción de vías de alta velocidad.
Alexánder Chichin
También, según el Índice de Libertad Económica elaborado por The Heritage Foundation, ha mejorado cinco puestos (se sitúa en el puesto 139) en cuanto a la facilidad para hacer negocios.
Evolución de la inversión extranjera
Otro dato que mejora en Rusia, según el informe A.T. Kearney´s 2013 es el Índice de Confianza para la Inversión Extranjera, en el que sube un puesto, del 12 al 11, sobre un total de 25 países en el mundo (España está en el 16). También una encuesta elaborada por la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas sitúa a Rusia como el octavo mejor destino para la inversión directa extranjera entre 2012 y 2014. Según el Banco Central Ruso, la inversión directa en Rusia en 2012 fue de 37.742 millones de euros, lo que supone una caída del 8% respecto al año anterior.
No obstante, en el primer trimestre de este año se ha visto un gran repunte de la IED, que respecto al mismo periodo del año anterior ha crecido un 316%, pasando de los 9.588 millones de euros a los 30.328. “Una parte de los inversores se ve atraída por los altos rendimientos de proyectos relacionados con la energía y otros recursos naturales, como demuestra el acuerdo de colaboración entre Exxon Mobil (EE UU) y Rosneft (Rusia) para desarrollar las reservas de petróleo del Ártico”, señala el informe del instituto español.
Otro dato a su favor es la reciente entrada en la Organización Mundial de Comercio (OMC). “El proceso de liberalización ha supuesto un incremento en la credibilidad por parte de inversores extranjeros y un mayor interés por las perspectivas económicas”, afirma Hernández, a pesar de las tensiones sufridas en algunas sectores –como el cárnico-, afectados por la entrada de competidores extranjeros.
La golosina en Rusia para los foráneos son los grandes proyectos de infraestructuras, el potencial de su mercado interno (143 millones de habitantes con un poder adquisitivo cada vez mayor), unos costes laborales bajos y la modernización de su industria.
El Banco Mundial reconoce una mejoría en el clima de negocios de Rusia
18.000 millones de dólares de inversión para los ferrocarriles de Siberia y el Lejano Oriente ruso
Algunos países europeos como Alemania y Luxemburgo están a la cabeza en cuanto a inversión directa en Rusia, pero España se encuentra lejos. En los últimos cinco años, según el ICEX, el flujo máximo fue de 246 millones de euros en 2007, lo que supone un 0,49% de las inversiones españolas en el extranjero.
A pesar de la pequeña representación de España en Rusia, las expectativas son buenas. Y la palabra mágica en este sentido se llama ‘infraestructuras’. El país de Putindebe trazar en los próximos años grandes obras públicas, como la autopista entre Moscú y San Petersburgo, el tren de alta velocidad Moscú-Kazán, la autovía de circunvalación de Moscú (Tskad), la renovación del Transiberiano y la línea Baikal-Amur.
“Ahí las oportunidades para las empresas españolas son grandes, sobre todo si el Gobierno ruso opta, como parece, por fórmulas de colaboración público-privadas. Conviene recordar que España cuenta con algunas de las empresas más importantes del mundo (Acciona, Ferrovial, FCC, ACS, OHL, Isolux...) en el negocio concesional (financiación de proyectos de infraestructuras mediante mecanismos extrapresupuestarios), y tiene mucho que aportar en este mercado”, señala Manuel Sánchez Melero, consejero económico y comercial de la Oficina Comercial de España en Moscú. El sector energético será el otro gran pastel a repartir dentro de la economía rusa.
Alexánder Chichin, vicedecano de la Facultad de Economía y Ciencias Sociales de la Academia Rusa de Economía Nacional y Servicios Estatales.
"En la balanza comercial, los productos petrolíferos o derivados del petróleo ocupan el 50 % de las exportaciones rusas y el 17 % de las necesidades de España. Compañías españolas han mostrado interés en realizar proyectos gasísiticos en Rusia. Repsol en los yacimientos de la península de Yamal, en la construcción de instalaciones de gas natural licuado (GNL); Gas Natural participa en proyectos de GNL en el Báltico e Iberdrola realiza un proyecto junto a Rosneft.
A España le podría ser útil la experiencia rusa en la producción de energía basada en el hidrógeno, mientras que, a su vez, España puede ofrecer su experiencia en la producción de energía eólica.
Los principales sectores de las exportación española: productos alimenticios38 % , maquinaria y equipo 15,5 % , materiales de construcción 8 %, muebles 8 %."
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