Fuente: Ria Novosti
“Que la economía ha entrado en un estancamiento prácticamente absoluto ya se sabía en marzo”, explica Nikolái Kondrashov, investigador del Centro de desarrollo adscrito a la Escuela Superior de Economía de Moscú. “De modo que esta revisión de las previsiones refleja, más bien, el proceso de adaptación de las expectativas del Ministerio de Desarrollo Económico a la situación real: el pronóstico de marzo (que auguraba un crecimiento del 4,3 %) era completamente irreal y obtuvo una valoración bastante negativa entre los expertos independientes”. Los expertos consultados por Rusia Hoy coinciden en que pesar de la rectificación no hay evidencias de que la economía rusa haya empeorado de forma repentina.
Alexéi Baláev, miembro del Grupo de expertos en economía (EEG, por sus siglas en ruso), comparte esta opinión. Según sus propias palabras, un escenario conservador sería más coherente con las valoraciones de los organismos internacionales. “Además, la experiencia demuestra que, aun en caso de experimentar un desarrollo favorable de la economía, la planificación presupuestaria a largo plazo se debe fundamentar en unas previsiones más conservadoras para minimizar los riesgos”, opina Baláev.
FMI: 3,4 %
OCDE: 3,6 %
Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia: 3,3 %
Otro experto de la Escuela Superior de Economía, Nikolái Petrov, considera que el pronóstico negativo del ministerio se debe a una reacción del nuevo ministro de Desarrollo Económico, Alexéi Uliukáev, quien no desea responsabilizarse de las decisiones tomadas por el equipo anterior. “Esto no significa que todo vaya a resultar tal como está indicado en el informe, aún hay opciones de mejora. Es como un jarro de agua fría, una señal de que se deben poner en marcha una serie de reformas fundamentales y dolorosas con carácter de urgencia. De hecho, algunas de ellas ya se están preparando. Tal vez podamos hablar próximamente de cambios en el gobierno y del regreso del exministro de Finanzas, Alexéi Kurin”, comenta Nikolái Petrov.
Sobre los cambios en la administración del Estado que pueden acarrear las nuevas previsiones habla también el jefe del grupo de expertos del Centro de pronósticos económicos de Gazprombank, Maxim Petronevich. “El siguiente paso consiste en realizar los ajustes necesarios en la administración del Estado para que estas previsiones insten a actuar, en lugar de servir de justificación para una toma de decisiones insuficiente. Los avances del Ministerio de Desarrollo Económico en cuanto a la mejora de condiciones en el entorno empresarial —según el ranking ‘Doing Business’ del Banco Mundial, que constituye el KPI del ministerio— demuestran que es posible realizar ligeros ajustes en la administración a pesar de todas las peculiaridades de la política rusa. Rusia subió 20 posiciones en el ranking ‘Doing Business’ en un periodo de esfuerzos que pretendían modificar las condiciones de conexión a las redes energéticas y las de concesión de licencias de obra”, opina Petronevich.
De acuerdo con el informe del Ministerio de Desarrollo Económico, los principales avances se observarán en la industria del gas y el petróleo. No obstante, al no aumentar sustancialmente el precio del petróleo —así como su extracción— en términos reales, la exportación de combustibles en Rusia no constituirá ya una fuente de crecimiento para la economía general tan firme como lo fue en el periodo anterior a la crisis de 2009.
El informe baja la nota a las inversiones estatales y extranjeras, a la dinámica de ventas del comercio minorista, al crecimiento de los ingresos reales de la población y a la producción industrial.
Sin embargo, en opinión de los analistas, las previsiones publicadas no afectarán prácticamente a la actividad de los inversores, ya que estos se centran en la obtención de beneficios rápidos. De acuerdo con Iliá Prilepski, del Grupo de expertos en economía, las inversiones a corto plazo se mantendrán como hasta ahora.
En cuanto a las inversiones a largo plazo, la baja inflación desempeñará aquí un papel crucial. En la versión actual del informe, la variación acumulada del IPC entre 2013 y 2030 se ha revisado a la baja en más de un 25 %. “Por lo tanto, no se puede decir que los inversores se vayan a ‘asustar’ por este informe alternativo”, aclara Iliá Prilepski. Naturalmente, los expertos del Ministerio de Desarrollo Económico comparten su opinión: las previsiones del flujo de capitales en la economía rusa se han rectificado ligeramente a la baja (con una media anual de 0,3 puntos porcentuales del PIB).
Desigualdad de ingresos en Rusia: el origen de todos los males
“Los datos del informe, sin duda, se tendrán en cuenta para planificar la inversión en las oficinas centrales de las grandes multinacionales (al parecer, ya entre 2015 y 2016), aunque determinadas decisiones seguirán tomándose en función de los parámetros de sus proyectos inversionistas”, opina Maxim Petronevich.
En lo referente a la estructura sectorial del flujo de capitales, el informe se centra en la inercia y prevé una disminución del protagonismo del sector petrolífero, a la vez que la competitividad de otros sectores experimentará un crecimiento débil. “En consecuencia, los activos del sector energético seguirán manteniendo el atractivo para los inversores extranjeros”, afirma Prilepski.
Puesto que el ritmo de crecimiento de la economía rusa, de acuerdo con las previsiones básicas del informe, está por debajo de la media mundial, la participación de las empresas rusas en el volumen total de operaciones en el mercado mundial de activos también se verá reducida.
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