La última reunión de Putin y Yanukóvich concluyó sin resultados. Fuente: ITAR-TASS
La reunión que celebraron en Kíev el 27 de julio Putin y Yanukóvich duró tan solo 15 minutos. Y, a juzgar por las apariencias, concluyó sin resultado. No se hizo público ningún balance oficial. Tras las negociaciones, Putin trató de apelar a la opinión pública ucraniana. Recordó que durante la época soviética Ucrania “fue la República más desarrollada en el ámbito científico e industrial de la URSS”. “Hoy vivimos en distintos países. Pero esta circunstancia en ningún caso podrá borrar nuestro pasado histórico común. Supone más bien una ventaja para nosotros, la base sobre la que forjar nuevos vínculos de integración. Gracias a Dios, actualmente contamos con un sistema energético unificado, un sistema de transporte, la energía eléctrica y la más estrecha cooperación en toda una serie de sectores de la economía”, declaró el presidente ruso.
Putin declaró que, solo uniéndose a la economía rusa, Ucrania podrá obtener ventajas competitivas. “Actualmente se está librando una lucha competitiva muy intensa en los mercados mundiales, una lucha por los mercados. Estoy seguro de que la gran mayoría de los aquí presentes comprende que solo uniendo nuestras fuerzas seremos capaces de competir y vencer en esa lucha, competitiva y bastante intensa. Al mismo tiempo, hay multitud de motivos para creer que podemos y debemos hacerlo”, declaró Putin el sábado en un discurso ante los participantes de una conferencia internacional sobre la elección civilizatoria de Ucrania. Aun así, como viene siendo habitual, apuntó que respetará la elección del pueblo y del Estado ucranianos, sea cual sea.
“En el primer trimestre de este año, nuestro intercambio comercial con Ucrania ha caído más del 17%. Hace dos años en los países de la Unión Aduanera este índice creció un 34%; el año pasado, un 11% más, y el primer trimestre de año en curso ya hemos registrado un crecimiento del 2-3%. A pesar del desplome de la economía mundial, vivimos un crecimiento sostenido”, añadió el presidente ruso.
El domingo ambos presidentes estuvieron en Sebastopol para rendir homenaje a los marinos militares. Pero, según atestiguan los periodistas del Kremlin Pool, la festividad de la Armada transcurrió en una atmósfera tensa. Los observadores advirtieron que Yanukóvich, en su discurso oficial, felicitó a todos con motivo del Día de la Flota de Ucrania, pero no tuvo ni una sola palabra para los marinos rusos, para quienes esa fecha también es el Día de la Armada Rusa. Vladímir Putin felicitó a todos ellos, tanto a sus compatriotas con motivo del día de la Armada Rusa como a los ucranianos en el Día de la Flota de Ucrania.
A pesar de todos los esfuerzos de Moscú, que puede asegurar a Kiev créditos económicos y descuentos sobre el gas, pocos son los que dudan que el país tome partido por la integración europea. El periódico Gazeta.ru ha aportado datos de encuestas sociológicas que apuntan que la adhesión de Ucrania a la Unión Aduanera solo cuenta con el respaldo del 40% de la población del país. El resto de ucranianos se muestra a favor de la integración en Europa, mientras que el número de partidarios de la unión con Rusia no deja de disminuir. Tan solo el 26% de la población local se muestra firmemente en contra de la unión con Europa.
Sin embargo, los expertos no consideran que Moscú haya perdido la lucha por Ucrania. El politólogo de Kíev Yuri Gorodnenko ha explicado al periódico Vzgliad que Putin ha adoptado una postura meditada: “Es pragmática en el plano económico. Moscú no puede obviar que Ucrania es un país que depende cada vez más de la importación. Actualmente incluso las patatas, el azúcar y la grasa de origen animal llegan a Kíev desde el extranjero. A diferencia de la economía ucraniana, Rusia está asimilando todos los nuevos sectores y reduciendo cada vez más su necesidad de importar artículos ucranianos. De ahí las medidas aduaneras de seguridad en relación a Kíev. La misma situación viven los inmigrantes ucranianos, que constituyen el grueso de la mano de obra no cualificada.”
Gorodnenko ha señalado que actualmente, en el ámbito de la política exterior, para el Kremlin resulta más beneficioso fomentar las relaciones con los principales jugadores de la UE, especialmente con Alemania: “Será la posición de Berlín la que determine en primer término si Ucrania firma o no el tratado de adhesión. Y en caso de que los alemanes consideren más conveniente colaborar con Moscú, encontrarán mil y una excusas para que dicho documento no esté listo para firmarse. Sobre todo porque en septiembre de 2013 en Alemania se celebran elecciones parlamentarias y no se puede dar por hecho que Angela Merkel obtenga los resultados necesarios para volver a formar una coalición de gobierno. Y los socialdemócratas, desde la época de Schröder, han sido más leales a Rusia.”
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