Oleg Guskov. Fuente: servicio de prensa |
“Eres lo que comes”. Esta declaración, algo paradójica, refleja la filosofía del proyecto MixVille, una startup que quiere demostrar que el abanico de opciones es mucho más amplio de lo que parece.
La idea de crear una empresa de dulces a la carta online se le ocurrió casi por casualidad a Oleg Guskov en 2011, cuando aún era estudiante de la Escuela Superior de Economía. Actualmente es el director general de MixVille.
Una vez se vio en la tesitura de tener que elegir un regalo dulce para una amiga, pero la tarea le resultó sumamente difícil. El habitual chocolate con pasas, avellanas o almendras de las tiendas delicatesen, presentado con un bonito envoltorio, no satisfizo sus expectativas y se tuvo que ir con las manos vacías.
Oleg se puso entonces a pensar muy en serio cómo brindar la posibilidad a los clientes de diseñar dulces a la carta. Como resultado, en otoño de 2011 apareció MixVille, una compañía de dulces en línea donde el comprador puede dar rienda suelta a su imaginación y diseñar su propio chocolate, muesli o ‘macarons’ (que están tan de moda).
En primer lugar, al cliente se le da a escoger una base para cada uno de los dulces y luego los diferentes ingredientes, que se convertirán en añadidos originales del producto final. También tienen figuritas de mermelada, frutas y especias, así como todo tipo de felicitaciones y dedicatorias posibles.
Entre las recetas que figuran en el catálogo de la web ahora hay ésta, por ejemplo: chocolate negro sin azúcar con rosas de mazapán, con physalis y guayaba, o los ‘macarons’, con una rosa y té verde.
Creciendo desde el principio
El capital inicial para poner en marcha el proyecto surgió de una manera en absoluto habitual: Oleg Guskov lo ganó en una casa de apuestas en línea. Como se trataba de un negocio de pequeña envergadura le bastaron poco más de 3.000 dólares para crear una página web y atender los primeros encargos.
Fuente: servicio de prensa
Al principio, cuando acababan de lanzar la empresa, Oleg y su socio Alexéi Finaguin manejaban el capital del que disponían con mucha cautela. Apuntaban escrupulosamente cada rublo que entraba o salía en el libro de contabilidad. Por eso, recuperaron la inversión muy pronto, literalmente en pocos meses.
Además, desde el día de su inauguración, MaxVille no ha dejado de crecer y ha aumentado el número de clientes habituales. Asimismo, el número de encargos creció, como era de esperar, en las fechas previas a las fiestas. Al principio, no les resultó fácil hacer frente a la avalancha de pedidos.
“Lo más complicado fue afrontar nuestro primer Año Nuevo”, recuerda Oleg. “Entonces no hacíamos casi publicidad de nuestra empresa, pero la cantidad de encargos se multiplicó de repente por diez. Estuvimos casi cuatro días enteros sin pegar ojo, nos quedábamos a dormir en la oficina, pero al final pudimos satisfacer todos los pedidos”.
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Un año después del lanzamiento de la empresa sus fundadores se encontraron ante una difícil elección: seguir siendo un negocio de pequeño formato o buscar inversores y crecer, salir en busca de otros mercados.
El crecimiento de las ventas auguraba un futuro prometedor a MixVille. Los creadores del proyecto atrajeron inversiones del fondo de capital riesgo Target Ventures. El volumen de la inversión, según lo acordado con el fondo, no ha trascendido y es un secreto comercial.
La mayor parte del dinero recibido se invirtió en optimizar y ampliar la producción, en el lanzamiento de nuevos productos, en la contratación de personal cualificado, en la apertura de una oficina en San Petersburgo y en publicidad.
En un primer momento para la preparación de encargos se echaba mano de la subcontratación, tras haber llegado a un acuerdo con un restaurante de Moscú. Pero más tarde consiguieron organizar su propia producción: ahora MixVille cuenta con una pequeña fábrica.
También abordaron la promoción del proyecto con entusiasmo. Pusieron en marcha una serie de programas de afiliación, promociones cruzadas, y participaron activamente en diversos eventos.
En fecha reciente pusieron en marcha un programa de clases magistrales y un proyecto especial de beneficencia (en el momento de la compra los clientes pueden enviar dulces de regalo a los orfanatos). Para los fundadores, la mejor publicidad es la calidad del producto
Partiendo de un modelo de empresa B2C (Business-to-Consumer, “del negocio al consumidor”), los fundadores de MixVille se dieron cuenta pronto de que también debían prestar atención al mercado B2B (Business-to-business o servicios a empresas).
En el proyecto se interesaron firmas importantes. Hoy en día, entre la nómina de clientes de MixVille están Coffe House, Coffeshop, la cadena de librerías Respublika y numerosos establecimientos locales.
Además, en los periodos previos a las fiestas, las diferentes compañías encargan a MixVille regalos originales para sus clientes, aprovechando la oportunidad de encargar productos que nadie más ofrece en el mercado ruso.
Fuera de Rusia hay varias empresas parecidas a MixVille que han cosechado un gran éxito. En Alemania, por ejemplo, están los casos de Chocri.de y mymuesli.com con una facturación anual de diez millones de euros.
Los creadores de MixVille no se contentan con los logros obtenidos hasta ahora. Tienen grandes planes de desarrollo para su proyecto empresarial, quieren crear una vasta red regional y continuar ampliando la línea de productos.
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