Fuente: Ria Novosti
¿Ocupa Rusia un lugar importante en el mundo en cuanto a sus patentes?
La oficina de patentes rusa registra una quinta o sexta parte de las patentes que se registran en todo el mundo, desde un punto de vista cualitativo.
¿Y desde un punto de vista cuantitativo?
Desde un punto de vista cuantitativo, la primera oficina del mundo es la china. Registran muchísimas patentes, pero ¿sirven? Por eso hay que mirar la calidad, lo que se llama actividad patentadora. En China quizá se patentan 500.000 inventos, mientras nosotros registramos 50.000, pero la actividad patentadora es equivalente.
Por otra parte, recientemente, se ha firmado un acuerdo por el cual la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO, por sus siglas en inglés) abrirá una sede en Moscú. Eso es también una prueba de que Rusia es una potencia en patentes.
¿Qué criterios se siguen a la hora de otorgar una patente?
Una patente tiene que ser algo nuevo y tiene que cumplir con el criterio de durabilidad y de nivel técnico. Es algo nuevo que está por encima del nivel técnico de lo que se conoce actualmente.
Y esta capacidad innovadora se paga, claro.
Sí, la patente es el único monopolio legal que existe. Es un privilegio, una exclusiva que consiste en que, durante 20 años, quien posee una patente tiene derecho exclusivo a administrarla.
¿Existen diferencias entre la Unión Europea y Rusia en cuanto a la manera como funciona la concesión de patentes?
Prácticamente ninguna. Ha habido un proceso de armonización y no hay diferencias significativas.
¿Se puede patentar cualquier cosa?
No. Una vez vinieron unos científicos y me dijeron: “Hemos inventado una tabla de nanomateriales, que tiene 10.000 elementos”. Teniendo en cuenta que la tabla periódica de Mendeléyev tiene 46 elementos, pensaron: “Vamos a patentarlo. Seremos ricos”. Y yo les dije: “Alto. Esto es un bien de la humanidad”.
Entonces, si es un bien de la humanidad ¿ya no pertenece al inventor?
Al inventor le pertenece aquel paso que ha descubierto y que supera el nivel técnico del bien conocido públicamente. Eso pertenece al inventor y se le conceden 20 años para que pueda desarrollarlo. Pero si esto de repente se convierte en un descubrimiento realmente nuevo, entonces debe pertenecer a la sociedad.
Así pues, cuando el invento triunfa, ¿el científico se queda sin la patente?
Se queda sin la patente, pero quizás recibirá el premio Nobel. Recibirá el reconocimiento social. El dinero no es nada, el prestigio vale mucho más. Su invento traspasará generaciones y sus nietos serán los nietos de aquel científico que descubrió tal cosa.
Seguramente, hay ejemplos de científicos que hicieron grandes descubrimientos, aunque nunca los patentaran.
Mijaíl Lomonósov. Protagonizó grandes descubrimientos en química, en matemáticas, incluso en literatura. Y sin embargo, no le dieron una patente por estos descubrimientos, sino por el descubrimiento tecnológico de unos abalorios.
¿Por unas piedrecitas?
Era el año 1710, hace 300 años. Las damas de la época los utilizaban para adornar sus vestidos. Estos abalorios venían de Italia. Lomonósov ideó la manera de conseguir la tecnología más barata para prescindir de los abalorios italianos, más caros, y favorecer la bisutería rusa. Después de esto, le dieron la patente.
¿Qué inventos rusosde alcance internacional destacaría usted?
La bombilla de Pável Yáblochkov y Alexandr Lodyguin; la radio de Popov…
Pero, ¿cómo? ¿La radio no la inventó Marconi?
Ambos la inventaron, ambos hicieron este descubrimiento, pero Marconi obtuvo la patente.
¿Por qué?
Era el año 1895. Entonces no había oficina de patentes en Rusia. En cambio, los italianos sí que la tenían. Hacía 400 años que había una en Venecia. En Rusia, existía la ley, pero no había una oficina donde ir, así que, Popov ¿qué hizo? una prueba en público.
Aunque no registró el invento como tal, ese acto público vale como un copyright. Él fue el primero en hacerlo público, aunque Marconi fue el primero que lo regularizó y recibió la patente.
Mas inventos rusos importantes para la humanidad…
La televisión. El primer tubo catódico se probó y registró en la Unión Soviética. Y, por supuesto, el cosmos. Científicos e inventores rusos descubrieron el universo, dieron a conocer el universo y eso es un bien precioso para la humanidad.
Los rusos pueden estar orgullosos de sus científicos…
Hay de lo que enorgullecerse.
¿Y actualmente? ¿Qué destacaría?
Científicos rusos han hecho descubrimientos importantes relacionados con las partículas nanométricas. Lo que ocurre es que uno de ellos trabaja en Estados Unidos y el otro en Londres, pero son de la escuela rusa, se educaron en Rusia o, mejor dicho, en la Unión Soviética.
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