Fuente: Kommersant.
Rusia las superó exitósamente en su debido tiempo. Por esta razón, nuestro país, de acuerdo a sus posibilidades trata de ayudar a los amigos de otro continente, al final de cuentas todos vivimos en un mismo planeta y dependemos unos de otros. La cooperación en la esfera ecológica ha aumentado notablemente en los últimos tiempos. La forma más simple son las dotaciones directas para los proyectos. Así, para el desarrollo del Parque Nacional de Yasuni en Ecuador, fueron destinadas algunas becas. Este parque es un ecosistema único de bosques lluviosos, el cual, según lo afirma el gobierno ecuatoriano hace llegar a la atmósfera hasta el 30% de oxígeno de la cantidad total. El Quito oficial ha hechado a andar un programa que está destinado a eliminar de este territorio, toda la producción extractiva dañina para la ecología. Sin embargo, para esto es necesario crear un fondo especial, que pueda permitir la conservación intacta de los bosques. El gobierno ruso ha puesto de su parte, una cierta suma han aportado los hombres rusos de negocio, aunque no con el mayor de los gustos.
Vladímir Larin - director del centro latinoamericano en Siberia – afirma: “Aquí, el problema principal es el bajo atractivo de inversiones de América Latina, la falta de un gran capital, por lo que los estados de la región no siempre pueden apoyar los proyectos en el plano financiero. Nosotros invertimos allí, ellos – casi nunca - debido a la falta de dinero”.
El director de la corporación Vichislav Pankov, confirma esta tesis. “la cooperación tiene lugar principalmente a nivel de universidades. Nuestro país posee una grandísima experiencia en la solución de los problemas ecológicos, heredada de los tiempos soviéticos. Naturalmente, todos estos conocimientos están sistematizados y son atendidos por las entidades correspondientes. Los institutos científicos rusos de investigación comparten sus conocimientos con sus colegas latinoamericanos. A cambio, ellos reciben una posibilidad para llevar la teoría a la práctica”.
Los campos, en los cuales se lleva a cabo la cooperación son sumamente numerosos. Así por ejemplo, en Argentina se ha hecho agudo el problema del derretimiento y derrumbe de los nevados. La Academia de Ciencias Rusa, en cooperación con la Universidad Nacional Argentina San Juan, regularmente lleva a cabo conferencias climatológicas, en las que se discuten cuestiones concernientes a cómo evitar semejantes cataclismos. No es ningún secreto que las principales reservas de agua dulce en el planeta están concentradas en los nevados, y dentro de 10 ó 20 años se agudizará más el problema de la falta de agua potable.
Pero por otro lado, en América Central – en particular en Nicaragua - otros problemas están incluídos en la agenda del día. Este país, mucho más que otros es víctima de los terremotos e inundaciones. No hace mucho, entre Managua y Moscú fue firmado un acuerdo que permite al Ministerio de Defensa Civil de Rusia, intercambiar experiencia con sus colegas nicaragüenses. Este documento se ha convertido en base para la modernización de las estructuras del sistema nacional en situaciones de emergencia que aparecen como resultado de cataclismos naturales. Así, las Fuerza Armadas nicaragüense, en un corto período de tiempo, ha recibido de Rusia maquinarias, técnica especial y ayuda en la preparación de cuadros para la lucha con las consecuencias de los desastres. Al mismo tiempo, la Federación Rusa ha prestado ayuda a Nicaragüa en la liquidación de campos minados que habían quedado en el territorio del país, durante el conflicto militar interno.
La experiencia rusa en la esfera extractiva ayuda también a la región. Así por ejemplo, con Venezuela y con una serie de países vecinos, fue firmado un acuerdo sobre la limpieza de los barros petroleros . La economía de estos Estados se basa en la extracción del petroleo, la que da hasta el 80% de las ganacias de la exportación, más de 50% de la parte lucrativa del presupuesto estatal, y casi el 30% del PIB.
Entre tanto, la explotación de los yacimientos petrolíferos tiene que ver con gran cantidad de residuos de los barros petroleros, los que se acumulan y conservan en graneros abiertos y son, por lo tanto, una fuente seria de contaminación de las aguas superficiales y profundas, del aire atmosférico, y del medio ambiente, en general. El aumento de la extracción del petroleo, de los volúmenes de su refinación y transporte, va acompañada por el aumento de la contaminación petrolera y de otras sustancias tóxicas. Actualmente, en el territorio de la misma Venezuela se ha acumulado gran cantidad de residuos que contienen petróleo. Según diferentes cálculos, en la república hay más de 14 mil graneros. Se estima que la cantidad total de carbohidratos en ellos alcanza los 15 millones de barriles. Resulta entonces, que se va a los residuos del 3% al 7% de los productos petrolíferos usados.
Son varias las causas del bajo nivel de recogida y refinación de los residuos que contienen petróleo. Entre ellas están la insuficiencia de los estímulos del mercado, la ausencia de los instrumentos eficaces de regulación estatal en esta esfera, el mal desarrollado sistema de organización, y el débil nivel de información de las empresas petroleras sobre los métodos innovadores existentes de refinación.
Gracias a los acuerdos firmados, ha quedado al alcance de los países latinoamericanos tan avanzada tecnología como la separación físico-química. Este es el único método que permite devolver a la producción hasta el 95-98% del producto comercial petrolero. Aunque es verdad que los representantes radicales del movimiento ecológico ruso se muestran escépticos a las iniciativas enumeradas líneas arriba.
El jefe del programa energético de GreenPeace de Rusia, Vladímir Chuprov, afirma que la actividad mancomunada de las compañías extractivas latinoamericanas y rusas, causan un impacto muy negativo sobre el medio ambiente de la región. además, agrega que ninguna cooperación es capaz de corregir la situación. “Tales compañías como Rushidro, o por ejemplo Basel, junto con sus socios locales causan irreparables daños a tan único ecosistema. A menos que sean adoptadas leyes que regulen el uso de los recursos naturales, las condiciones ambientales en América Latina seguirán siendo extremadamente tensas", ha dicho.
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