Los deportistas rusos ocultan su orientación sexual

Ningún deportista del país ha reconocido su homosexualidad. Fuente: Reuters

Ningún deportista del país ha reconocido su homosexualidad. Fuente: Reuters

En el deporte ruso existe el mismo porcentaje de deportistas homosexuales que en Europa, aunque nunca ha habido ni un caso de reconocimiento por parte de un atleta de su pertenencia a una minoría sexual.

Ante la amenaza de un posible boicot a las Olimpiadas de Invierno de 2014, el deporte ruso no parece estar preparado para un diálogo sobre los derechos de los deportistas homosexuales en Sochi.

No obstante, como en cualquier otro grupo social, entre los deportistas también existen representantes de minorías sexuales. En Rusia existe una Federación de Deportistas LGBT registrada oficialmente que se dedica a organizar eventos deportivos y competiciones, e incluso envía una selección nacional a los Gay Games, un evento deportivo a nivel mundial similar a los Juegos Olímpicos.

“En los deportes de equipo y las artes marciales predominan las deportistas lesbianas, mientras que en los deportes artísticos (bailes, patinaje artístico) suele haber más atletas gais. Nuestra organización conoce a tres deportistas gais a nivel olímpico, aunque ellos nunca harán pública su orientación”, comenta en una entrevista con el diario Moskóvskie Nóvosti el presidente de la Federación de Deportistas LGBT de Rusia, Konstantín Yablotski.

“Estos deportistas prefieren guardar silencio sobre su orientación sexual porque podrían enfrentarse a serios problemas en el trato con sus compañeros de equipo y con su selección. Nunca han acudido a mí en busca de ayuda”, comenta el director del departamento de psicología de la Universidad Estatal Rusa de Educación Física, Deporte y Turismo, Albert Rodiónov.

Una antigua deportista de la selección de Rusia de atletismo, que en su momento apoyó la creación de la Federación de Deportistas LGBT, accedió en un principio a que publicáramos su nombre, aunque en el último momento nos envió un SMS en el que nos comunicaba que había cambiado de opinión.

“Todos los atletas profesionales son personas educadas y cultas y ninguno gritará a los cuatro vientos que forma parte de una minoría sexual. En las concentraciones y competiciones no hay tiempo para pensar en el amor, estamos constantemente ocupados y por el comportamiento es prácticamente imposible definir si alguno es gay o no. En la relación con el equipo y con las instituciones esto no se ve reflejado, incluso en el caso de que se adivine algo. Si hubiera comportamientos como besarse en público delante de la prensa o gritar que se es gay o lesbiana, entonces es posible que las relaciones cambiaran. Pero yo nunca he visto algo así”, comenta esta misma atleta a Moskóvskie Nóvosti.

La psicóloga deportiva Galina Zaviálova menciona otra causa por la que los deportistas homosexuales no reconocen su orientación sexual. Según Zaviálova temen una reacción negativa por parte de la afición.

El presidente de la Unión Rusa de Hinchas Deportivos (VOB) Alexander Shpryguin, no oculta que los aficionados acogerían una posible salida del armario por parte de cualquier deportista de forma extremadamente negativa. “La comunidad de aficionados al deporte no lo acepta y no lo entenderá, - asegura Shpryguin. – En una cultura como la rusa los deportistas nunca saldrán del armario, ya que esta sería la vía directa para dar por finalizada su carrera”.

La mayor parte de los deportistas LGBT no participan en las Olimpiadas, sino en los Gay Games. Y esto no es una invención rusa. En Occidente buscaron para estos deportistas una competición aparte, a pesar de que desde el punto de vista médico no existe ningún fundamento para ello.

“No debería haber una competición para los deportistas LGBT separada del resto de atletas. A fin de cuentas, que una persona forme parte de una minoría sexual no significa que tenga ningún defecto físico”, asegura Galina Zaviálova.

Konstantín Yablotski hace hincapié en el hecho de que esta división es también el principal problema de la sociedad moderna. “No debería haber segregación, sino integración. El hecho de que exista una separación en las competiciones para heterosexuales y homosexuales se debe a que el mundo del deporte está formado por una mayoría homófoba, así como por limitaciones de género y prejuicios. Por ejemplo, los hombres no pueden dedicarse a la natación sincronizada en ninguna de sus modalidades. En baile de salón se prohíbe presentarse a las parejas de un mismo sexo masculinas o femeninas, etc.”, hace notar el presidente de la Federación de Deportistas LGBT.

Otra razón por la que no cabe esperar escandalosas salidas del armario en Rusia es el aspecto financiero. Como es sabido, los deportistas que forman parte de la selección nacional, incluso los que figuran en los equipos de reserva, reciben dinero tanto del Ministerio como de las regiones a las que representan. Es por esto que ningún deportista ruso ha reconocido hasta la fecha su homosexualidad, ni parece que vaya a hacerlo nadie. 

Artículo publicado originalmente en ruso en Moskóvskie Nóvosti.

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