El piloto de Ferrari Giancarlo Fisichella en Moscow City Racing 2012. Fuente: AP
Oxana Kosachenko es la manager rusa más famosa del automovilismo. Tras graduarse en la Facultad de Filología de la Universidad Lomonósov de Moscú, Kosachenko empezó a trabajar en televisión como comentarista deportivo.
“Al principio no sabía nada de las carreras, pero estaba en un ambiente exclusivo. La gente brillaba por sus ideas y era imposible no contagiarse”, comenta.
Rápidamente este mundo se convirtió en su propio mundo: poco después se sienta al volante de un bólido de competición, participa en las series y en el año 2001 se convierte en la mánager de Vitali Petrov, de 16 años.
Tras hacerse con el mecenazgo de este piloto de talento, Kosachenko lo envía a Italia a aprender, donde trabaja como su traductora personal. Paralelamente, va desarrollando la estrategia de lanzamiento de Petrov y firma importantes contratos de patrocinio.
En los años 2010-2012 su pupilo interviene en la categoría reina del automovilismo: los primeros dos años en el equipo Renault y en 2012 con Catherham. Desde marzo de este año Kosachenko es la directora comercial de Catherham.
Oxana Kosachenko. Fuente: ITAR-TASS
Oxana reconoce que los débiles no tienen nada que hacer en el deporte del motor. “Trabajo 16 horas al día, siempre estoy viajando por todo el mundo. Mi exmarido me dijo: 'Tenemos que separnos. Soy demasiado voluminoso como para encajar en tu maleta”.
La Fórmula 1 no vuelve del revés a la gente que trabaja aquí. Nadie está dispuesto a juzgar determinados momentos personales. Normalmente los pilotos se relacionan solo con periodistas deportivos que preguntan por la carrera, por cosas específicas relacionadas con el deporte. Si a un Gran Premio vienen periodistas más sensacionalistas, hablan sobre todo con la dirección del equipo o con los ingenieros.
No te relajes, te están observando
Absolutamente todos los equipos tienen servicios de información. Lo más sencillo es cuando los coches están en la parrilla de salida y los representantes de los equipos pasan y los miran.
Formalmente, esta es la primera y única posibilidad de ver abierto el coche de un competidor, de comprender qué tiene de nuevo. Nadie va al garaje de otro, lo prohíben las normas. Todo lo que se encuentra en tu territorio es confidencial y está destinado solo a los miembros del equipo donde esté colocado. Se vigila rigurosamente el cumplimiento de esta norma. Multitud de cámaras graban absolutamente todos los movimientos en cada garaje, en cada autobús de equipo.
En la Fórmula 1 no hacemos amigos, en la Fórmula 1 hacemos negocios. Si le digo que tengo un montón de amigos en la Fórmula 1, sería por malicia. Pero tengo muchos socios con los que es agradable relacionarse. Bernie Ecclestone es el principal. Es un hombre de negocios muy riguroso, pero precisamente él fundó este mundo desde la nada. Desde una competición pequeña en la que participaban una decena de coches creó la modalidad de deporte más rentable del mundo. A su alrededor gira todo este mundo.
El logotipo en el coche no es lo importante
La presencia de Kasperski Lab en la Fórmula 1 es el primer ejemplo positivo de cooperación financiera clásica con una empresa rusa. Kasperski Lab. sirve al consorcio Fiat, y una forma de pago de sus servicios pueden ser los posibles anuncios en los Ferrari. Pero pegar un logotipo en el coche lo puede hacer cualquiera, si tiene dinero. Sacar partido de ello ya no está al alcance de todos.
El GP de Mónaco, el momento de la verdad
El GP de Mónaco es famoso por su espíritu. Durante esos días toda la ciudad, todo el país, todos sus habitantes e invitados viven solo para la carrera. La Fórmula 1 llena todos los espacios. Y a su alrededor hay un mundo de lujo, una cantidad enorme de yates y de coches caros.
Al mismo tiempo, todos comprenden muy bien que el GP de Mónaco no es un circuito ideal para la Fórmula 1. El más mínimo error o incluso una rectificación pueden hacer que acabes en el muro de seguridad. El circuito presenta elevadas exigencias de conducción. Por eso a pocos pilotos les gusta el GP de Mónaco. Para ellos este circuito es el momento de la verdad.
Para los mánager el GP de Mónaco también es una carrera muy complicada. En todos los demás circuitos se establecen unas condiciones especiales para los equipos, pasillos por los que podemos acceder hasta el padoc sin atascos. Pero aquí te ves obligada a ir andando o, en último caso, a desplazarte en motocicleta. Y la vida bulle a tu alrededor: yates por doquier, automóviles caros.
En Mónaco el padoc y el garaje están separados y para pasar de uno a otro te ves obligada a, literalmente, abrirte paso entre la multitud. Este contacto tan fuerte de equipos y espectadores no lo hay en ningún otro sitio. Así que básicamente a los equipos no les gusta esta carrera. Es muy complicada desde el punto de vista de la logística y de la organización.
Artículo publicado originalmente en ruso en Moskóvskie Nóvosti.
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