Corriendo un maratón sobre el hielo del lago Baikal

Los atletas se enfrentan a las temperaturas bajo cero (y a los malos espíritus) para correr en el mítico lago siberiano. Fuente: David Isaksson

Los atletas se enfrentan a las temperaturas bajo cero (y a los malos espíritus) para correr en el mítico lago siberiano. Fuente: David Isaksson

Se cumple la novena edición del 'Lake Baikal Ice Marathon', carrera en la que los participantes corren sobre el hielo del mítico lago.

En el vestíbulo del Hotel Baikal, en Listvianka, un pequeño pueblo a orillas del lago, Alexéi Nikifórov explica a unas 80 personas que gran parte del lago está cubierto de 'hielo negro', por lo que resulta muy resbaladizo.

“Estoy seguro de que lo más importante para vosotros es correr la carrera entera, así que no tengáis prisa”, dice.

La gente se ha reunido aquí para correr la 'Lake Baikal Ice Marathon' (el Maratón de Hielo del Lago Baikal), que celebró su novena edición el 3 de marzo. Nikifórov es el organizador, el hombre que tuvo la idea de celebrar una carrera de estas característica a través del mítico lago de Siberia.

“Quería que la carrera fuera de un extremo al otro del lago, porque así puedes mirar cualquier mapa del Baikal y ver el recorrido”, dice. “Si vas a correr un maratón en Nueva York no puedes mirar el mapa de la ciudad y entender hacia dónde vas a correr”.

Como cada vez es más popular correr maratones, los organizadores buscan escenarios inusuales para las carreras. Hay un maratón del sol de medianoche en Tromsø, Noruega, y un maratón en el círculo polar en Groenlandia. Las carreras más exóticas atraen a corredores internacionales y 106 de los 143 participantes de este maratón son extranjeros, sobre todo venidos de Europa, EE UU y Japón.

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Para muchos de los corredores, el maratón forma parte de un viaje más largo por Rusia. Edward Graham, de Chicago, está haciendo con su novia un viaje de un mes a través de Rusia. Supo del maratón cuando visitó Listvianka hace un año y medio y decidió volver.

“En Chicago hay algunas tormentas de nieve, así que ya he tenido oportunidad de correr sobre hielo. Pero el clima aquí es diferente, claro”, dice Graham. “Listvianka hace que Chicago parezca una isla tropical”, dice en un hostal un día antes de la carrera.

Algunos corredores son emigrantes que viven en Moscú. Irene Tsai, nacida en Hawaii, se trasladó a Moscú el año pasado.

“Con mi marido hemos estado corriendo por el Parque Gorki, donde hay hielo y nieve. Se supone que debía ser nuestro entrenamiento para esto, pero hoy hemos salido a ver el hielo y aquí es bastante diferente”, dice.

Para conseguir una mejor tracción en el hielo, casi todos los participantes han cogido cadenas de calzado para el hielo o calzado con tacos.

“Tenemos una cosa que se llama Yaktrax”, dice Tsai, refiriéndose a unas cadenas de acero que se sujetan a los zapatos. “Nunca hemos corrido con esto en Moscú, pero las hemos probado aquí y funcionan sorprendentemente bien”.

La mañana siguiente, a las 9:40h, con un poco de retraso, los corredores se reúnen en el lago. El sol brilla y aunque el termómetro marque 5 grados bajo cero, el ambiente es cálido.

Tiene lugar una ceremonia un poco ajetreada en la que todos los corredores toman una taza de leche que se derrama sobre el hielo para apaciguar a los malos espíritus. Hasta este año se usaba vodka para la ceremonia, pero hoy en día los espíritus tienen que arreglárselas con una alternativa sin alcohol.

Nikifórov cuenta atrás desde cinco y los corredores salen. Entre tres y seis horas más tarde habrán alcanzado la orilla opuesta.

Excepto en la salida, no hay espectadores y durante la carrera algunos corredores se encuentran completamente solos sobre el hielo.

En la vuelta hasta el hotel después de la carrera, el participante británico Michael Bartley se mostraba satisfecho.

“Estaba un poco preocupado por el efecto del viento frío”, dice. “Solo llevaba tres capas de ropa, pero cuando hemos salido fuera, al hielo, el sol brillaba, así que hacía bastante calor. Algunas personas se quitaban capas de ropa mientras corrían”.

Bartley dice que le pareció que la carrera estaba bien organizada, pero algunos corredores estaban molestos porque tuvieron que esperar más de tres horas después de terminar para volver al hotel. Se había abierto una brecha en el hielo que dificultó el traslado de los corredores desde la meta hasta Listvianka.

“Terrible. Hace frío y se ha demorado muchísimo”, dice Simon Biltcliffe.

Bilticliffe, que corrió en el maratón de Groenlandia, considera que la carrera de Siberia es muy difícil.

“Estoy sorprendido de la gran variedad de superficies que he tenido que superar”, dice. “Van de la lámina de hielo hasta diferentes áreas enlosadas por nieve espesa. Ha sido tan duro como esperaba en algunos puntos y más duro en otros. Pero lo he hecho”.

El año que viene es el décimo aniversario de la carrera y Nikifórov dice que quiere hacer algo especial. Pero por ahora se desconoce si el maratón va a crecer.

“El año pasado tuvimos a 125 corredores y lo vimos como el límite, pero este año hay bastantes más”, dice. “La carrera no se anuncia. Si lo hiciéramos, tendríamos a miles de corredores y nuestra empresa es pequeña.

Página web oficial del maratón

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