Yandex muestra su nuevo taxi sin conductor

El  taxi autónomo de Yandex

El taxi autónomo de Yandex

Yandex
El vehículo circuló por una zona industrial a unos 13 km/hora, recogió a un pasajero, esquivó a unos peatones y recorrió un carril sorteando una hilera de bidones.

Yandex, una de las mayores empresas rusas de internet, ha mostrado por primera vez su prototipo de taxi autónomo.

La empresa utiliza tecnologías propias y equipos ampliamente disponibles en el mercado. En el video se ve que el vehículo lleva instalada una tarjeta gráfica Nvidia GTX GPU y un lídar (tecnología para determinar las distancias) de Velodyne.

Fuente: YouTube/Yandex

Los representantes de la empresa cuentan que sus especialistas han utilizado soluciones pensadas originalmente para sus servicios Yandex.Maps y Yandex.Navigator.

“Utilizamos datos anónimos de los usuarios de Yandex.Navigator que nos permiten aprender a controlar el vehículo en una ciudad con atascos, limitaciones de velocidad, calles cortadas y otros incidentes”, comenta el secretario de prensa de Yandex.Taxi, Vladímir Isáyev.

Los desarrolladores esperan que el coche autónomo aprenda a desenvolverse en atascos, y para ello lo han equipado con algoritmos informáticos (creados también en Yandex), inteligencia artificial y tecnologías de aprendizaje automático y de visión artificial. Estas últimas ya permiten al coche autónomo buscar plazas de aparcamiento libres y leer las señales de tráfico.

Problemas de los coches autónomos

Actualmente Yandex trabaja en el desarrollo del quinto nivel de autonomía para los vehículos no tripulados: una tecnología/plataforma que permita descartar por completo el elemento humano en la conducción. Nadie lo ha conseguido hasta ahora.

En septiembre de 2016 Uber puso en circulación varios coches autónomos por las calles de Pittsburg y sus pasajeros se mostraron asombrados por lo bien que funcionaba el coche solo y, al mismo tiempo, por la frecuencia con la que el vehículo desactivaba el modo de conducción autónoma. Puede que Pittsburg no sea la mejor ciudad para estos coches: tiene unos 500 puentes, grandes espacios sin edificios, el GPS no ofrecía la precisión necesaria y los empleados de Uber se veían obligados constantemente a tomar los mandos.

El pasado mes de abril, en las calles de Phoenix, Arizona, empezaron a invitar a los transeúntes a dar una vuelta en una furgoneta autónoma de una filial de Google. Sin embargo, en este vehículo también había un conductor humano. Esto es algo normal, dado que el coche autónomo de Google se ha visto envuelto en numerosas situaciones extrañas y que hasta la división especial de la empresa encargada de resolver situaciones extraordinarias todavía no sabe qué hacer cuando el automóvil se cruza con una mujer en una silla de ruedas eléctrica persiguiendo a un pato con una escoba, o cuando un pasajero salta de improviso sobre el capó.

“No sabemos en qué estado se encuentran los avances de nuestros competidores ni en qué se distinguen de los nuestros. Como comprenderán, nadie suele divulgar esta información. Solo se muestran algunas imágenes, pero nadie sabe cómo funcionan los vehículos realmente”, comenta Vladímir Isáyev a RBTH. Según el secretario de prensa de Yandex, la empresa planea iniciar las pruebas en las calles de la ciudad en el plazo de un año, aunque por ahora es difícil saber si esto será posible, asegura Isáyev, ya que “por ahora la ley lo prohíbe”. Mientras tanto, el vehículo únicamente circula con empleados de la empresa en la cabina.

El único fenómeno extraño al que apuntan algunos usuarios es que el volante del Toyota de Yandex da vueltas demasiado deprisa. “El hecho de que el volante gire 90º no implica que las ruedas giren lo mismo. Esta dependencia es una particularidad técnica del automóvil. Si se mira más atentamente, el volante no da vueltas en vano, el coche está realizando maniobras”, explica la empresa.

 

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