EE UU supera a Rusia en volumen de extracción de petróleo

Fuente: Ria Novosti / Iliá Pitaliov

Fuente: Ria Novosti / Iliá Pitaliov

Según los datos del Statistical Review of World Energy 2015 de BP, se trata de la primera vez desde 1975 que EE UU ocupa la primera posición. Arabia saudí ocupa el segundo lugar y Rusia, el tercero. Expertos rusos analizan las consecuencias de la situación actual. ¿Se ha terminado una era del petróleo?

Alexander Pasechnik, jefe del departamento de análisis del Fondo de Seguridad Energética Nacional (FNEB, por sus siglas en ruso).

Si consideramos el petróleo norteamericano como competidor del ruso, resulta irrelevante proclamar a un campeón. En el sector de la extracción, son tres los países que ostentan el liderazgo: EE UU, Arabia Saudí y Rusia.

Desde el punto de vista del sector, el objetivo de Rusia es de otra índole. Ahora nos orientamos hacia la región Asia Pacífico. Para Rusia es importante ampliar la capacidad de sus infraestructuras, porque los mercados chino, indio, coreano y japonés revelan un enorme potencial para aumentar las exportaciones. La locomotora es China, sin lugar a dudas. Para Rusia lo importante es sincronizar el ritmo de la extracción nacional con la creciente demanda de crudo por parte de China.

No está claro de dónde saldrá este petróleo suplementario. Irán puede cubrir parcialmente el suministro con algunos volúmenes, pero el hecho de que Rusia compre petróleo iraní es más bien una medida temporal, motivada en parte por la coyuntura política. Sin embargo, resulta prematuro concluir que Rusia se expone a perder definitivamente el mercado de la exportación a causa de la ralentización del ritmo de crecimiento de la extracción.

La Agencia Internacional de la Energía estima que los medios de consumo de China son suficientes como para devorar un volumen mayor del que los proveedores rusos pueden ofrecer. Hay otro factor importante a tener en cuenta: contra el pronóstico de los expertos, en mayo de este año Rusia registró un crecimiento récord en la producción petrolera (en mayo Rusia produjo 10,708 millones de barriles al día; Arabia Saudí, 10,25 millones de barriles al día).

Y, llegados a este punto, es importante discernir las razones del éxito cosechado en este sector. Podría tratarse de un efecto diferido de la década anterior, cuando el precio del barril superaba los 100 dólares y esto permitió aumentar las inversiones en el sector de la extracción.

O podría tratarse de las primeras consecuencias de las inyecciones de la devaluación: las petroleras aumentaron sus ingresos en rublos, y esto hizo posible aumentar a su vez las intervenciones en rublos y sustituir a gran escala las importaciones (adquiriendo producción nacional para la industria energética).

Solo después de conocer los resultados del segundo y el tercer trimestre podremos determinar los factores que desencadenaron un crecimiento récord de las exportaciones en mayo de 2015.

Mijaíl Krutijin, socio de la consultora RusEnergy

El principal objetivo de nuestro Gobierno no es aumentar el volumen de exportaciones, sino mantener el nivel actual. En la nueva estrategia energética que pretenden adoptar se indica que la opción más conveniente para Rusia es mantener el nivel de las exportaciones en los 526-527 millones de toneladas anuales.

La causa es que la calidad de las reservas ha empeorado. Los nuevos yacimientos son cada vez más pequeños, y cada vez se encuentran más alejados de las infraestructuras. Desde el punto de vista geológico, resulta cada vez más difícil explotarlos. Además, la mayoría de yacimientos importantes, en los que es más fácil extraer petróleo, están reduciendo su producción. Aun así, la ralentización del ritmo de las extracciones no tiene una incidencia directa sobre estado la economía rusa.

Otra cosa es que el aumento de las extracciones en los EE UU, Arabia Saudí y otros países provoque que cada vez haya más petróleo en el mercado global.

Por ejemplo, EE UU está aumentando los volúmenes de extracción con el objetivo de evitar las importaciones. Los países productores que antes exportaban a EE UU deberán buscar nuevos mercados en los que vender. Esta situación ejerce presión sobre los precios. Y eso sí tiene una incidencia directa sobre el estado de la economía rusa.

Porque la bajada de los precios del petróleo no solo implica que las arcas del Estado ingresen menos recursos, sino también que las petroleras cuenten con menos dinero para explotar sus reservas de forma efectiva.

Para poder extraer el así llamado petróleo de baja recuperabilidad, Rusia debe invertir por lo menos 85 dólares por barril. Y actualmente ya no resulta rentable vender este tipo de petróleo a este precio, por lo que se suspenderán incluso las exportaciones del petróleo de baja recuperabilidad.

Es decir, lo más probable es que la era en que Rusia obtenía ingresos de las exportaciones haya llegado a su fin. Ahora hay que redirigir la economía hacia otros sectores.

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