Por qué el Día de la Victoria siempre luce el sol sobre Moscú

Para la mayoría de rusos el hecho de que el 9 de mayo luzca el sol es un axioma, así que no hay pronóstico meteorológico que valga. Este año amenazaba con lluvia, pero las autoridades de Moscú destinaron cerca de 8,4 millones de dólares del presupuesto municipal para disolver las nubes, una práctica que ya se había empleado anteriormente en más de una ocasión.

Según el director de Centro de Hidrometeorología de Rusia, Román Vilfand, había una alta probabilidad de precipitaciones debido a un frente difuso que podía acercarse por el noroeste de la provincia de Moscú.

Vilfand sostiene que los agentes químicos que pulverizan los aviones para disolver las nubes son completamente inocuos. “No provocan ningún tipo de consecuencia, ni positiva ni negativa. Los impactos se producen de forma tan localizada que no llegan a influir ni en la circulación general de la atmósfera ni  en la evolución de las concentraciones nubosas o las secciones frontales”, explicaba el director del Centro de Hidrometeorología en declaraciones a la agencia Interfax.

Popularmente, esta tecnología se conoce como “fusilamiento de las nubes”. Se diseñó en la época soviética. El proceso de disolución de nubes se lleva a cabo a una distancia de entre 50 y 150 kilómetros del punto concreto en que se quiere garantizar que hará buen tiempo.

En función del tipo de nubosidad, se utilizan compuestos de ácidos carbónicos granulados, nitrógeno líquido o cemento. Así se consigue que la humedad se concentre en los núcleos del agente químico que se ha pulverizado, de tal forma que las nubes avancen sobre el cielo de Moscú una vez “deshidratadas”. Las nubes más potentes y que llevan más lluvia se bombardean con yoduro de plata. 

Evolución de la  tecnología

Esta tecnología, como tal, fue diseñada en 1990 por los especialistas del Comité Estatal para la Hidrometeorología y el Control del Medio Ambiente.

A gran escala se aplicó por primera en 1995 en Moscú durante la celebración del 50.º Aniversario de la Victoria sobre el nazismo. Pero fueron los meteorólogos soviéticos quieren llevaron a cabo los primeros ensayos específicos para provocar el buen tiempo.

“A principios de la década de los 40 el profesor Vorontsov ya realizó los primeros ensayos de impacto sobre las nubes empleando hielo triturado –explica a RBTH Serguéi Chicherin, vicedirector del Observatorio Geofísico Boiéikov–. Incluso había un Instituto Experimental de Meteorología donde se estudiaba específicamente el impacto sobre las nubes”.

Cabe señalar que Rusia no es el único país que emplea la ciencia para garantizar un cielo despejado en fechas señaladas. China, por ejemplo, no solo disuelve las nubes durante los días de celebración, sino que también provoca lluvias sobre las regiones que se ven afectadas por la sequía, mediante unos láseres especiales. Sin embargo, hay especialistas rusos que recelan de este tipo de tecnologías para disolver las nubes, así como de los efectos que tal manipulación puede ejercer sobre el clima.

Por ejemplo, los ecólogos de la organización social “Ekozaschita” (en español, “Ecodefensa”), consideran que existe una cierta relación entre la disolución de las nubes y las lluvias torrenciales.

Vladímir Slivniak, director de la organización, considera que “la ciencia moderna aún no está en condiciones de valorar los efectos de una intervención de este tipo, que además pueden ser de diversa índole”.

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