Fuente: Reuters
Las mujeres sirven en las tropas rusas desde hace mucho. La Armada subrayó que no se trata de discriminación, resaltando que las mujeres trabajan en las divisiones de comunicación, medicina y costeras de la flota.
Aargumentan que a menudo resulta imposible crear condiciones cómodas para la convivencia de ambos sexos en un barco de combate, y menos en una submarina, como lo evidencian los escándalos en las fuerzas navales de EE UU. Aunque los barcos estadounidenses son más modernos que los rusos, y cuidan la comodidad de la tripulación aún en la etapa de la creación del proyecto, no logran evitar colisiones muy desagradables. Por ejemplo, el caso de un sargento de segunda clase de la submarina Wyoming, que no solamente grababa a sus compañeras en la ducha y guardarropas, sino también las publicaba.
No obstante, las mujeres rusas no tienen tantas razones como para estar molestas con el ejército, que les preparó tareas bastante serias. El pasado 15 de marzo, la viceministra de Defensa Tatiana Shevtsova declaró que este año más de 220 chicas iniciarán sus estudios en las universidades militares rusas, y en el cuerpo de cadetes ya están inscritas más de mil mujeres.
“Las chicas que ahora solamente empiezan su carrera militar, probablemente entrarán en el ejército dentro de una década, y dentro de más tiempo ocuparán puestos importantes y de mucha responsabilidad. Nuestra tarea es preparar una reserva de personal para nuestras fuerzas armadas”, subrayó Shevtsova.
Es una realidad que hay candidatos que hace falta reemplazar. En las fuerzas armadas rusas ya está sirviendo un completo ejército femenino, compuesto por más de 35.000 mujeres, de las cuales 2.600 son oficiales y 72 ocupan cargos de mando.
Responsables y resistentes
Los estudios médicos que se realizaron en los tiempos de la URSS demuestran que las mujeres son un poco menos fuertes que los hombres, aunque tengan el mismo peso. Sin embargo, tienen capacidades psico-físicas que crean posibilidades inaccesibles para sus compañeros hombres: son más resistentes, aguantan más el estrés físico y emocional, son más detallistas y ordenadas. Por eso en las fuerzas armadas trabajan en las divisiones de comunicaciones, apoyo informativo, servicios de personal, medicina y sicología.
En el ejército ruso, a diferencia de los de otros países, nunca ha existido una división de puestos de combate y no combate. Las mujeres irán al ataque con la orden de su comando. En los últimos años 710 mujeres participaron en el combate. Según las tradiciones siempre se intenta cuidar a las mujeres tanto en tiempos de guerra, como en paz. Los comandantes hacen todo lo posible para no mandarlas a las batallas sin necesidad, y pueden perdonarles que traigan maquillaje y joyas en el período de paz.
En lo demás su rutina y entrenamientos no son diferentes a los de los hombres. Corren 15 kilómetros, lanzan granadas, disparan de todo tipo de armas e incluso se someten a las pruebas de tanques. La única indulgencia para ellas es la ausencia de las formas de castigo – estar en el cuerpo de guardia o someterse a cargas físicas en vez en correr muchos kilómetros con un chaleco antibalas y máscara antigas puestos.
Hay mujeres incluso en las tropas de élite. El colegio militar de Riazán ya está reclutando mujeres que pronto se harán oficiales y estarán al mando de divisiones de embaladores de paracaídas, y también ayudar a desplegar equipo militar y paracaídistas. También tendrán que aprender a lanzarse con paracaídas, igual que las 383 mujeres que ya sirven en la famosa división 76 de las fuerzas aéreas de Pskov.
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