Este análogo de la sangre ruso es más popular en América Latina que en su propio país.
Vsévolod Tarasévich/SputnikRusia exporta Perftoran, conocido como la “sangre azul”, a casi todos los países del mundo. Este fármaco, descubierto por un grupo de científicos dirigido por Feliks Beloyártsev a finales de los años 70, comenzó a fabricarse hace pocos años. Por razones desconocidas, en la URSS la fabricación de Perftoran estaba prohibida y su creador, tras ser acosado por los medios de comunicación y sufrir un registro en su dacha, acabó suicidándose, según la versión oficial.
Hace unos diez años se retomó la idea del Perftoran, cuando la compañía estadounidense Alliance Pharmaceutical, que se dedica a este tipo de desarrollos, realizó una investigación propia de muestras de esta sustancia y no reparó en la calidad del fármaco ruso. Desde entonces comenzó su exportación, inicialmente a los países de la CEI y Europa del Este. Más tarde, llegó el turno de la Unión Europea, China e India. Y finalmente, para terminar su “gira mundial”, Perftoran comenzó a venderse en Estados Unidos y Latinoamérica.
Perftoran está compuesto por fluorocarburos, que pueden desempeñar funciones de intercambio gaseoso, como hace la sangre natural. Está enriquecido con añadidos especiales cuya proporción depende de las necesidades individuales del enfermo.
La fabricación de este fármaco se lleva a cabo en la ciudad de Púschino, cerca de Moscú, en el mismo instituto de investigación donde trabajaba Feliks Beloyártsev. “Exportamos regularmente Perftoran a una decena de países. Seguimos los avances de desarrollos análogos en Europa y Estados Unidos, pero no colaboramos con socios de otros países en este sentido”, - comenta el director general de la compañía Perftoran, Ígor Máslennikov. Este prefiere no informar sobre los volúmenes de producción y exportación del producto, alegando que se trata de un secreto comercial.
Los médicos opinan que Perftoran es más eficaz que las tradicionales bolsas con masa eritrocitaria, ya que no transmite enfermedades y, además, es compatible con cualquier grupo sanguíneo. A diferencia de la sangre de un donante, este fármaco puede congelarse hasta cinco veces. Su fecha de caducidad alcanza los dos años, a diferencia del mes y medio que puede llegar a durar la masa eritrocitaria.
“Perftoran es una sustancia perfecta para mantener la actividad vital de los órganos y tejidos. Este transporta gases y otras sustancias por el organismo mejor que muchos otros fármacos”, - señala Rubén Airapetián, especialista en cirugía endovascular del Instituto Clínico de Investigación Científica de la Región de Moscú. Sin embargo, según el experto, utilizar este fármaco como sustituto de la sangre en situaciones de grandes pérdidas de sangre en las que una persona requiere una trasfusión urgente, resulta muy caro.
Posiblemente sea el precio de las trasfusiones de sangre lo que haya influido en el hecho de que en Rusia Perftoran sigue siendo menos popular que la donación tradicional de sangre entre los médicos. Según Airapetián, sólo en una trasfusión habría que gastar cerca de 50.000 rublos (más de 1.200 dólares). De modo que un solo hospital ruso tendría que gastar decenas de millones de rublos (más de 240.000 dólares).
“Evidentemente, es una práctica muy poco eficaz desde el punto de vista económico, por lo que se utilizan mucho más a menudo sustancias más sencillas y baratas que desempeñan a la perfección su función de sustitutos de la sangre, ya que para mantener un funcionamiento normal del organismo se necesita del orden del 10% de la norma de azúcar, - señala Airapetián. – Es decir, que cualquier sustancia bien adaptada puede ser un buen sustituto de la sangre. Perftoran, en cambio, es muy útil para tratar enfermedades crónicas, para tratamientos prolongados y para recuperar el organismo tras una gran pérdida de sangre. En estas situaciones está demostrado que es un buen portador de las sustancias que necesita el cuerpo”.
Pero la situación está cambiando rápidamente debido a la falta de donantes de sangre que comenzó tras la anulación de la compensación económica a los donantes. “Queríamos ahorrar dinero, pero no tuvimos en cuenta que los donantes en Rusia son por lo general estudiantes y personas de familias pobres, - informan a RBTH los empleados de la Central de Trasfusiones de Sangre de Moscú. – Estos donan sangre para obtener dinero a cambio y no sólo por convicciones de generosidad, aunque también existen personas así. Tras la entrada en vigor de la nueva ley, el número de donantes de sangre se redujo en un 20-25%”.
Para mejorar esta situación, en algunas regiones se han comenzado a compensar las pérdidas económicas a los donantes. La falta de sangre influye en la situación de la medicina y el Ministerio de Sanidad ha incrementado las compras de sustitutos de la sangre en más de un 72%: desde los 29.700 millones (cerca de 7 millones de dólares) hasta los 51.300 millones de rublos (más de 12.000 millones de dólares). Según la compañía de investigación BusinesStat, en los años 2012-2016 la producción de sustitutos de la sangre crecerá hasta los 53.200.000 envases. Sin embargo, Perftoran no se encuentra entre los más populares de ellos, en primer lugar debido a su alto coste.
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