Los juegos del gas en Ucrania

El suministro inverso desde Europa, una de las alternativas. Fuente: AP

El suministro inverso desde Europa, una de las alternativas. Fuente: AP

La compañía rusa Gazprom ha cancelado las rebajas del precio del gas a Ucrania, por lo que ha subido hasta los 485 dólares por 1.000 metros cúbicos. En esta situación, el gobierno ucraniano cuenta con el suministro inverso desde Europa: se está planeando comprar el gas ruso enviado a los consumidores europeos. Por ahora Gazprom está consiguiendo bloquear este tipo de soluciones.

Según un comunicado del Ministerio de Energía de Ucrania, en 2014 al país le bastará con importar únicamente 15.000 millones de metros cúbicos de gas ruso, mientras que los 35.000 millones de metros cúbicos restantes los podría conseguir mediante el suministro inverso desde Europa.

Ucrania reanuda la compra de gas a Europa 

Las autoridades ucranianas han vuelto a las comprar gas a la alemana RWE Supply & Trading. El acuerdo sobre la compra a través del territorio de Polonia se firmó en 2012, aunque en enero de 2014 Ucrania obtuvo un descuento de Rusia y rechazó la compra.

Según el acuerdo, Ucrania puede recibir hasta 10.000 millones de metros cúbicos antes de 2017. Pero por razones técnicas, únicamente se pueden suministrar hasta 4 millones de metros cúbicos al día, es decir, poco más de 1.000 millones al año. El consumo anual de gas en Ucrania supera los 50.000 millones de metros cúbicos. 

Víktor Yanukóvich ya había comenzado a trabajar en este proyecto. En 2012 Ucrania comenzó el flujo inverso de gas mediante un contrato con la compañía alemana RWE desde Polonia y en 2013 comenzó a importar gas desde Hungría. Sin embargo, los precios de este gas eran bastante altos: una media de 390 dólares por 1.000 metros cúbicos, unos 100 dólares más que el gas ruso con descuentos. 

El contrato entre RWE y la compañía estatal energética ucraniana Naftogaz contemplaba la firma mensual de acuerdos adicionales que definirían el precio y el volumen del suministro. Este precio estaba vinculado a la cotización del gas en Europa. Como resultado, el volumen total de los suministros a través del flujo inverso ascendió a 2.000 millones de metros cúbicos, con la posibilidad de alcanzar un máximo de 6.000 millones de metros cúbicos. 

Sin embargo ahora, debido a la subida de los precios del gas ruso, la situación ha cambiado y es más ventajoso comprar gas ruso a Europa que a Gazprom. En esta situación, la principal esperanza del gobierno ucraniano es Eslovaquia: desde este país se pueden exportar de vuelta a Ucrania hasta 30.000 millones de metros cúbicos de gas al año (según valoraciones del Ministerio de Energía de Ucrania). 

Técnicamente es posible invertir el flujo por los gasoductos. “Para ello, el país que está dispuesto a organizar un suministro en sentido inverso debe tener un excedente de gas. Como Gazprom firma contratos según el principio take or pay, muchos países tienen excedente”, comenta el analista principal de IFS IC, Iliá Balákirev. Según este principio, el comprador deberá pagar en todo caso parte del suministro, independientemente del volumen de gas que haya comprado. Como resultado, el comprador obtiene un excedente de gas: Eslovaquia es uno de estos países. 

Sin embargo, el gobierno eslovaco no tiene la posibilidad física de llevar a cabo el suministro en sentido inverso. “En Eslovaquia no existen gasoductos adicionales que permitan organizar un flujo inverso desde este país.

Los gasoductos existentes están llenos de gas ruso que se vende según un contrato firmado hace varios años entre Gazprom y el operador eslovaco Eustream”, comenta el experto de Finam Management, Dmitri Baránov. Como resultado, lo más seguro es que se lleve a cabo el llamado flujo inverso virtual. 

Según comenta a RBTH Iván Kapitónov, profesor del departamento de regulación estatal de la Academia Rusa de Economía Nacional y Administración Pública, en la estación de medición de gas se muestra que a Europa se están suministrando unos volúmenes determinados de gas, pero en realidad el conducto se llena de gas mucho antes. “De este modo, técnicamente hablando no existe un flujo inverso, pero sí que hay una entrada de gas ruso en Ucrania”, comenta el experto. Gazprom posee de iure el derecho a no pagar por el tránsito de este gas, aunque Ucrania no desea perder estos ingresos, por lo que se decanta por el método del flujo inverso. 

El veto de Gazprom 

Ya en noviembre de 2013 se planeaba comenzar el flujo inverso de gas a Ucrania desde Eslovaquia por iniciativa de Víktor Yanukóvich, aunque en aquel momento la decisión fue bloqueada por Gazprom. Desde entonces, la postura de la compañía rusa no ha cambiado. 

Alexéi Miller, director del gigante del gas ruso, declaró a principios de abril en una entrevista para el canal de televisión Rossía 24,que  ponía en duda la legalidad del flujo inverso de gas a Ucrania. 

Para Gazprom, según Iliá Balákirev, sería más eficaz abandonar el sistema take or pay y ofrecer descuentos a Eslovaquia, algo que convertiría el flujo inverso en un proyecto económicamente inviable. 

La compañía Eustream ya ha difundido un comunicado en el que hace saber que el flujo inverso de gas a Ucrania no se puede realizar sin el consentimiento de Gazprom. Esta misma opinión fue expuesta en una entrevista para el periódico ucraniano Delo por el vice primer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Eslovaquia, Miroslav Lajčak. 

Un representante de Eustream aclaraba a la agencia Reuters que invertir el sentido del suministro de gas en los cuatro gasoductos que transportan combustible ruso a Eslovaquia iría en contra de los contratos existentes con Gazprom. 

Es más, según este representante, esta cuestión está acordada con la Comisión Europea y para comenzar el flujo inverso es necesario modernizar la infraestructura de transporte. Una solución podría ser la construcción de un nuevo gasoducto para llevar a cabo un suministro inverso real. 

Eustream está dispuesta a invertir en la construcción de un tramo del gasoducto para poder llevar a cabo el suministro inverso a Ucrania, aunque para ello se necesitan hasta 20 millones de euros que las autoridades ucranianas no tienen en este momento. Eslovaquia está dispuesta a pagar este proyecto, aunque con la condición de que Ucrania se comprometa a comprar gas. 

El principal riesgo para las compañías europeas es el hecho de que Ucrania no pueda pagar los suministros inversos de gas. A día 3 de abril, el importe de la deuda por la compra de gas natural de Naftogaz, según datos de Gazprom, ascendía a 2.200 millones de dólares.

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