El esquisto se convierte en la nueva prioridad de las petroleras rusas

Fuente: ITAR-TASS

Fuente: ITAR-TASS

Las petroleras rusas se preparan para la revolución del esquisto. Los analistas de BP predicen que Rusia estará entre los líderes mundiales de extracción de petróleo de esquisto. Las facilidades fiscales ya se han introducido, faltan las técnicas.

Hay una confusión terminológica entre Rusia y Estados Unidos. Lo que en EE UU se entiende por “petróleo de esquisto”, es decir, el que se extrae de la roca de esquisto, en Rusia se llama, ya desde la época soviética, “petróleo de difícil acceso y extracción”. Este concepto más amplio incluye la extracción de petróleo no sólo de esquistos, sino también de otros tipos de roca. A este grupo pertenecen también las arenas petrolíferas o las materias primas que se extraen en la Formación de Bazhenov, al oeste de Siberia. Las tecnologías que se utilizan para la extracción de petróleo de esquisto y la de otros tipos poco comunes de difícil acceso son prácticamente las mismas.

Rusia ha comenzado a reformar el sistema tributario para crear unas condiciones favorables al uso de las tecnologías necesarias para la extracción de este tipo de petróleo. Por ejemplo, a finales del año pasado se eliminó, por un plazo de 10-15 años, el impuesto de extracción en cuatro yacimientos de petróleo de difícil acceso: Bazhenovskaya, Abalakskaya, Jadumskaya y Domanikovaya. 

El petroleo de esquisto en el mundo

Según estima el Ministerio de Energía de Rusia, gracias a estos incentivos el Estado podría recaudar durante todo el periodo de desarrollo hasta el año 2032 cerca de 60.000 millones de dólares adicionales en impuestos, ya que se obtendría una extracción adicional de unos 326 millones de toneladas de petróleo, declaraba el ministro Alexander Novak en una entrevista a RBC Daily el año pasado.

BP ha pronosticado que dentro de 20 años Rusia ocupará el segundo lugar del mundo en volumen de extracción de petróleo de difícil acceso. Según las valoraciones de los expertos de la compañía, hacia el año 2035 Rusia producirá 800.000 barriles diarios de petróleo de esquisto.

Las mayores petroleras rusas confirman las predicciones de los expertos de BP y señalan que el desarrollo de este tipo de petróleo es una de sus prioridades. Un representante de Rosneft recordaba que las reservas estimadas de la compañía están formadas por unos 1.400 millones de toneladas de petróleo de esquisto. Esta compañías espera ampliar próximamente la extracción de recursos menos comunes y, gracias a la introducción de nuevas tecnologías, planea producir de 10 a 15 millones de toneladas diarias.

Lukoil sigue llevando a cabo proyectos piloto en los yacimientos de la Formación de Bazhenov, situada en el Distrito Autónomo de Janti-Mansisk,  próximamente planea reunir las tecnologías necesarias y pasar a la extracción industrial de petróleo de difícil acceso, según declara un representante de la compañía. En Gazprom Neft no han querido hacer comentarios al respecto.

Un miembro de una petrolera rusa señalaba que el desarrollo del petróleo de esquisto es una necesidad que afecta a todo el sector. Las reservas de los tipos de petróleo más habituales están comenzando a agotarse y las compañías del sector petrolero se ven obligadas a buscar nuevas fuentes de extracción de hidrocarburos.

Para las empresas estatales que tienen acceso a las plataformas petrolíferas, una solución a largo plazo de esta situación podría ser la extracción de petróleo en el Ártico, aunque pasarán muchas décadas hasta que esto sea posible. La única solución a medio plazo para apoyar a este sector es el desarrollo de las reservas de petróleo menos comunes, comenta la fuente de RBC Daily. 

Artículo abreviado. Publicado originalmente en ruso en RBC Daily. 

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