La Reforma Energética en México abre la vía a las inversiones rusas en el sector

El 12 de diciembre se aprobó en México la nueva reforma energética que permite la apertura  a capital privado y extranjero en el sector energético mexicano. El expresidente Felipe Calderón Hinojosa, ya intentó durante su mandato una reforma similar. Debido a la movilización social contraria que generó, la reforma no pudo ser llevada a cabo. El actual presidente Enrique Peña Nieto tras utilizar la necesidad de reformas durante su campaña ha conseguido, pese a la fuerte oposición, sacar adelante su reforma energética en apenas un año de mandato. Durante este periodo, varias empresas y autoridades rusas mostraron su interés en vista a una posible inversión. 

El 30 de Agosto de este año, el presidente de la Asociación de Industrias de Gas y Petróleo de Rusia, Guenadi Shmal, afirmó en el marco de la Reunión Nacional de Infraestructura Hidraúlica organizada por la Cámara Mexicana de la Industria de Construcción (CMIC), que en caso de aprobarse una reforma energética que ofrezca rentabilidad y condiciones adecuadas para invertir, así como una política fiscal adecuada, empresas rusas podrían invertir en el sector energético mexicano tras la reforma. 

Presidente de la Asociación de Industrias de Gas y Petróleo de Rusia, Guenadi Shmal. Fuente: Ria Novosti

Igualmente, el pasado 21 de septiembre, Vagit Alekperov, presidente y fundador de la empresa rusa Lukoil se reunió con el Secretario de Energía Mexicano, Joaquin Coldwell, el director general de Petróleos Mexicanos (PEMEX), Emilio Lozoya Austin y el subsecretario de Hidrocarburos, Dr. Enrique Ochoa Reza, para intercambiar puntos de vista sobre la industria petrolera de ambos países. 

El Dr. Nikolái Shkoliar, consejero de la Embajada de la Federación de Rusia en Asuntos Económicos, afirmó en un artículo publicado en la edición de Otoño de la revista Mundo Internacional que el área más notable y prometedora de la cooperación ruso-mexicana es el de energía. 

Entrevistado por Rusia Hoy, afirma que la posible inversión rusa dependería de diferentes factores: “En general Rusia es un país muy fuerte en el sector energético de acuerdo al potencial que tienen sus yacimientos. Rusia produce actualmente una mayor cantidad de petróleo. 10,5 millones de barriles diarios. En comparación, México produce solo 2,5. Rusia tiene el 34% de las reservas de gas natural del mundo. Por esto las compañías, privadas o con participación estatal, trabajan antes de todo en Rusia. Por esto el mercado de México, que según los anuncios de la reforma energética, será más accesible para la participación de compañías privadas e incluso extranjeras, las compañías rusas tienen interés sobre esta reforma. Pero hay que ver qué proyectos van a abrir los mexicanos para la participación rusa y en qué condiciones se puede participar etc. Pero decir que las compañías rusas van a venir es prematuro. Hace falta saber realmente cómo será la reforma. En cualquier caso se puede decir que es una oportunidad, por supuesto van a participar en licitaciones”. 

Y es que tal y como explica el Dr. Nikolái Shkoliar, la rentabilidad propia del sector energético ruso, hace que su interés en otros países no sea prioritario: “Esto está determinado por los recursos que tenemos. Hay que evaluar el proyecto para ver dónde hay más gastos para invertir y extraer una tonelada de petróleo, en Rusia o en México. Después del cálculo veremos si el resultado es rentable o no. No hace mucho vino una compañía rusa, Basniet. Sus representantes fueron invitados por PEMEX a participar en unos proyectos de servicios. Vinieron expertos, analizaron la propuesta y sacaron la conclusión de que no era rentable. Las compañías antes de todo evalúan el beneficio que van a tener y las inversiones que tienen que hacer para obtener este beneficio. Si las condiciones generales de la reforma energética muestran que aquí será más rentable, van a venir, si no es así, no van a venir”. 

Por ello, todo parece indicar que la inversión rusa en el sector energético mexicano tras la reforma, se daría más bien en la creación de consorcios conjuntos con empresas locales, es decir, en términos no de licitaciones directas, sino de empresas relacionadas con el sector. No hay que olvidar el antecedente de la empresa rusa Power Machines, que ya ha construido tres plantas hidroeléctricas en México.

Y la mexicana Alpek, que recientemente firmó un acuerdo de coinversión con United Petrochemical Company para la construcción de una planta en Rusia. 

“El futuro de México es muy grande y necesita antes de todo dar la oportunidad de que aquí surjan las refinerías, los gaseoductos. Tenemos muchos campos sobre los que  cooperar, lo más importante es abrir esos campos. Es una tarea de Estado poner las reglas para que se permita la iniciativa privada y extranjera, y hacer lo mismo que hicieron con las carreteras. Este será el futuro de la cooperación. La parte estatal y la parte de la cooperación intergubernamental a través de embajadas, tenemos que ayudarles a hacer estos marcos de cooperación abiertos, que sean fructíferos, no solamente para compañías, sino para la sociedad, para los rusos y para los mexicanos” concluye el Dr. Shkoliar.

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