Europa amenaza con prohibir gasoducto de Gazprom en el sur de Europa

Expertos rusos consideran que las acusaciones de la Comisión están relacionadas con la situación en Ucrania . Fuente: ITAR-TASS

Expertos rusos consideran que las acusaciones de la Comisión están relacionadas con la situación en Ucrania . Fuente: ITAR-TASS

La Comisión Europea ha comenzado una guerra abierta contra el proyecto ruso del gasoducto South Stream acusando a Gazprom de infringir la legislación de la UE. Se dice incluso que podría llegarse a prohibir el gasoducto. Los expertos opinan que las exigencias de la UE son consecuencia del conflicto con Ucrania, que ha congelado su Acuerdo de asociación con Europa.

El gabinete del comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, que hasta ahora se limitaba a negar asistencia y concesiones al futuro gasoducto South Stream que transportará gas de Rusia a Europa, ha comenzado una guerra abierta contra el proyecto.

Según Marlene Holzner, portavoz del comisario europeo, los acuerdos intergubernamentales firmados por Rusia con los países por los que pasará el gasoducto o sus ramales (Bulgaria, Serbia, Hungría, Eslovenia, Austria, Croacia y Grecia) no se ajustan a la legislación de la UE y deben ser revisados. Hace dos días la Comisión Europea envió una carta al Ministerio de Energía de Rusia proponiéndole participar en las negociaciones para la revisión de los acuerdos. El Ministerio de Energía ruso ha confirmado la recepción de esta carta.

El gasoducto South Stream irá por el fondo del Mar Negro hasta Bulgaria, después pasará por Serbia, Hungría, Eslovenia e Italia. El coste estimado de su construcción es de 16.500 millones de euros, de los cuales 10.000 millones se destinarán a la parte marítima. Su explotación comenzará en diciembre de 2015 (con un bombeo de 15.750 millones de metros cúbicos anuales) y alcanzará su máxima capacidad (63.000 metros cúbicos) en 2018.

La Comisión Europea no está conforme con algunas condiciones de los acuerdos que contradicen el Tercer Paquete Energético de la UE. En primer lugar, Gazprom será el propietario principal tanto del gasoducto como del combustible que se suministrará por él, algo que va en contra del principio de separación de propietarios por ámbitos de actividad.

En segundo lugar, algunas condiciones no garantizan el acceso al gasoducto a otros participantes del mercado de suministro de gas. Además, será Gazprom quien establezca las tarifas del bombeo.

Según dicta el Tercer Paquete Energético, el gasoducto debe tener un operador independiente que establezca las tarifas a un nivel de rentabilidad acordado con un regulador.

El gasoducto South Stream debe depender de bancos que “sigan de cerca el cumplimiento de la legislación, y que de lo contrario puedan detener la financiación o exigir garantías adicionales”,  aclaraba Marlene Holzner.

Gazprom busca 5.000 millones de dólares para la financiación de la parte terrestre del proyecto. Hasta ahora, la compañía ya ha invertido cinco veces más (25.000 millones de dólares) en la modernización de la red rusa de gasoductos conectados al South Stream.

Gazprom ha manifestado su temor de que la posición de la Comisión Europea dificulte su búsqueda de financiación. Una fuente en la compañía ha declarado que los acuerdos intergubernamentales se firmaron con la intención de basarse en ellos durante posibles disputas con la Comisión Europea, cuya posición suele variar según las circunstancias. De este modo, el miércoles pasado Gazprom llevó a cabo unas negociaciones de planificación con el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, en un ambiente mucho más distendido: el vicepresidente de dirección de la compañía, Alexander Medvédev, prometió incluso presentar algunas propuestas que permitan dar por cerrada la investigación antimonopolio contra Gazprom.

El viceministro de Energía ruso, Anatoli Yanovski, que ha participado en las negociaciones, explica la postura de Rusia respecto al gasoducto South Stream. Según Yanovski, Moscú no está de acuerdo con las exigencias de Bruselas y considera que los acuerdos intergubernamentales prevalecen sobre la legislación europea. “Se trata de una legislación europea, no nacional, y el principio básico es que el acuerdo debe cumplirse, - opina Dmitri Krupyshev de Legal Capital Partners. – En el momento de su firma, estos acuerdos cumplían totalmente la legislación europea, y es ahora, tras la entrada en vigor del Tercer Paquete Energético (en marzo de 2011), cuando intentan revisarlos.

En opinión del director de East European Gas Analysis, Mijaíl Korchemkin, Gazprom podría cumplir fácilmente las exigencias de la Comisión Europa vendiendo la mitad del gas a la compañía búlgara Varna, que se encuentra al principio de la parte europea del South Stream. De ese modo, el gas cambiaría de propietario, según establecen las normas de la Unión Europea.

Para Gazprom, el objetivo principal del proyecto South Stream es dejar de depender del tránsito a través de Ucrania. El actual agravamiento de las relaciones gasísticas entre Rusia y la UE también podría estar relacionado con Ucrania. La Comisión Europea ha presentado sus exigencias después del rechazo de Kiev a asociarse con la UE en favor de una alianza con Moscú.

Además, Rusia hizo uso activamente el gas en su presión sobre Ucrania. Según Valeri Borovik, director de la alianza Nueva Energía de Ucrania, la Comisión Europea está intentando demostrar que la asociación con la UE no iba a causar a Ucrania sólo problemas, como aseguraba Rusia, y ha escogido para ello el principal problema de Kiev: la construcción del gasoducto alternativo South Stream. 

Artículo publicado originalmente en ruso en Kommersant. 

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