Fuente: Servicio de prensa
Las pulseras Tar Tar son un nuevo producto que en estos momentos se encuentra en fase de financiación y a través de la plataforma Kickstarter. El equipo procedente de la ciudad rusa de Izhevsk ya ha recogido 17.000 dólares, pero todavía faltan 113.000.
El objetivo de TarTar es la transmisión del tacto de una pulsera a otra y está destinada a parejas de enamorados que en la distancia recuerdan a su ser querido.
El brazalete es un módulo de plástico con propiedades de impacto y silicona antialérgica, con un botón para el envío de señales y para encender y apagar, además de un micro USB. La batería se carga en algo menos de una hora y dura una semana.
TarTar irá acompañado de una aplicación con la que se podrá configurar la pulsera y ver al compañero como si estuviera “tocando” la pantalla del smartphone por la otra cara en el momento en que los dos estén interactuando con el artilugio. En realidad, parece tan impresionante como siniestro.
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Sus creadores tampoco han limitado su público a las parejas: los brazaletes tienen integrado un acelerómetro y un giroscopio (un dispositivo mecánico que sirve para medir, mantener o cambiar la orientación). Sus capacidades se pueden utilizar para los despertadores inteligentes, sensores de actividad o controladores de juego.
La compra de dos brazaletes cuesta 90 dólares, más el envío.
A pesar de que algunos analistas son escépticos con el proyecto, sus creadores tuvieron éxito cuando en abril consiguieron medio millón de dólares a través de crowdfunding para Lightpack, un regulador de la iluminación de monitores y de televisores.
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