Fuente: NASA
Ígor Mitrofanov, director del experimento DAN, doctor en física matemática, director del laboratorio del Instituto de investigaciones espaciales de la Academia de Ciencias de Rusia, nos habla de lo que ha encontrado en todo este tiempo el instrumento ruso y dónde merece la pena buscar vida en el planeta vecino.
¿Cuáles han sido los primeros resultados del aparato?
El método del sondeo de neutrones, que en el experimento DAN se utiliza por primera vez en un cuerpo celeste, ha cumplido completamente nuestras expectativas. Hemos realizado unas 200 mediciones de la composición del terreno a lo largo del recorrido del Curiosity y hemos obtenido datos del contenido cambiante de agua y cloro en el terreno marciano hasta una profundidad aproximada de 60 cm.
Resultó que la presencia de agua en el cráter de Gueila es relativamente escasa (una media de un 2-3 % de la masa) pero se encuentra en una capa del terreno de entre 10-20 cm. En el terreno el agua que hay directamente sobre la superficie es aún menor, tiene un contenido de entre el 1 y el 1,5 %. La concentración de cloro también cambia de un punto a otro entre un 0,7 y un 1,5 % de la masa. Este terreno es muy parecido a los desiertos terrestres.
¿Ha cumplido el DAN las expectativas de sus constructores?
No solo las ha cumplido, las ha sobrepasado. En agosto de este año se terminó el periodo de garantía de servicio del generador de neutrones y todavía sigue funcionando perfectamente "por encima del plan". De media realizamos una medición cada día marciano, con una duración de unos 15 minutos. Las mediciones se realizan durante las paradas del Curiosity.
Basándonos en las observaciones desde la órbita de otro instrumento, el HAND (del proyecto Mars Odyssey) podemos confiar en que el agua en el cráter Gueila sea significativamente superior del 5-7%. Cabe suponer que la mayor parte del agua en el terreno se encuentre a más profundidad de los 60 cm (el DAN ve hasta esta profundidad), a una profundidad de un metro (profundidad a la que sonda el HAND). Esta conclusión es bastante interesante, significa que la mayor parte del agua en el terreno del cráter Gueila se encuentra a más de un metro de profundidad. Ahora comprobamos este hipótesis basándonos en el análisis conjunto de los datos de medición de los dos instrumentos.
El DAN no mide el contenido de agua, sino la concentración de hidrógeno. ¿Somos capaces de diferenciar el hidrógeno "de agua" del que está relacionado con otros minerales?
Los métodos nucleares permiten analizar el núcleo de los elementos y determinar en qué unión química se encuentra este elemento. Para esto hay que utilizar métodos de análisis químico. Por eso nuestros datos nos permiten valorara directamente el contenido de hidrógeno en la materia. Si se encuentra en la composición del agua o no lo determinan los datos de otros instrumentos.
Las publicaciones occidentales sobre los trabajos del Curiosity están llenas de llamativas declaraciones diciendo que se ha encontrado agua. ¿No son estas afirmaciones un poco exageradas?
No, no lo son. El hecho de que el principal elemento en el que se encuentra hidrógeno es agua, se puede considerar un hecho incontestable.
La cuestión es dónde se encuentra, cuánta hay, cuál es su historia... estas preguntas son especialmente interesantes si queremos saber las posibilidades de que hayan existido en Marte formas primitivas de vida siguiendo la lógica de "la vida sigue al agua".
De acuerdo con los datos del DAN de momento todo es predecible, hay algo menos de agua de lo que esperábamos, pero la suficiente como para hablar de un giro en nuestra concepción. Más aun teniendo en cuenta que el Curiosity sigue en marcha, el instrumental funciona, a ver lo que nos espera en el futuro.
Artículo publicado originalmente en ruso en Gazeta.ru.
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