Se reanuda el lanzamiento de cohetes Protón a pesar del agravamiento del conflicto en Baikonur

La agencia espacial Roscosmos recibió el permiso de Kazajistán para usar su base de despegue. Fuente: AP

La agencia espacial Roscosmos recibió el permiso de Kazajistán para usar su base de despegue. Fuente: AP

Roscosmos (la agencia espacial rusa) recibió el permiso del Ministerio de Protección del Medio Ambiente de la República de Kazajistán, el cual estaba demorando anteriormente la concesión de una autorización oficial a los lanzamientos.

La Agencia Espacial Rusa, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación del país eslavo, ha enviado una notificación oficial al gobierno de Kazajistán para informarle sobre la fecha de lanzamiento del próximo cohete Protón, que tendrá lugar en el cosmódromo de Baikonur. Los representantes de Roscosmos han informado de que el lanzamiento del cohete, que llevará el satélite de comunicaciones Astra 2E, se efectuará el 30 de septiembre, de conformidad con el acuerdo interestatal convenido para el arrendamiento por parte de Rusia de la base espacial.

La fecha oficial de despegue del Protón aún no ha sido confirmada, aunque fuentes del Centro Jrúnichev —que se dedica a la fabricación de lanzaderas espaciales— aseguran que los trabajos de preparación para el lanzamiento se han previsto para el 30 de septiembre. En el sitio web de la empresa norteamericana ILS, que se encargará de operar el lanzamiento, también se anuncia que este tendrá lugar en septiembre de 2013.

Esto significa que Roscosmos recibió la renovación de los permisos por parte de las autoridades kazajas, y en particular del Ministerio de Protección del Medio Ambiente. Representantes de este órgano han estado controlando la limpieza del territorio de Baikonur, donde el 2 de julio, tras un despegue fallido, calló el anterior Protón. Precisamente el ministro de Protección del Medio Ambiente de Kazajistán, Nurlán Kapparov, insistió con anterioridad en que se aplazara el lanzamiento programado para el 15 de septiembre hasta la finalización de los trabajos de saneamiento.

Entre tanto, Roscosmos asegura que, a día de hoy, ya se han completado todos los trabajos de saneamiento de la superficie contaminada en Baikonur. Esta información ya fue corroborada el 20 de septiembre por el gobernador de la provincia de Kyzylorda, Krimbek Kusherbáev.

“Los trabajos se han llevado a cabo en los plazos acordados durante la última comisión, que se reunió bajo la dirección del ministro de Protección del Medio Ambiente de Kazajistán, Nurlán Kapparov. De momento, en el área de desplome del cohete no hay nada que pueda causar preocupación”, anunció Kusherbáev.

El conflicto comenzó a principios de año, cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso envió una nota oficial a Kazajistán concerniente a los lanzamientos de cohetes Protón en Baikonur. Poco antes del envío de esta nota, el gobierno de Kazajistán aprobó el plan de lanzamientos de la base espacial para el año 2013, el cual preveía una reducción del número de despegues de unidades Protón a 12, mientras que en el año 2012 se efectuaron 14 despegues.

En respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso presentó una lista con las medidas que Rusia está dispuesta a adoptar para regular de forma segura sus lanzamientos. Tras esto, el asunto del número de lanzamientos quedó zanjado. Sin embargo, una vez que recibió la autorización para lanzar todas sus unidades Protón, Rusia solicitó una revisión del acuerdo de arrendamiento de Baikonur hasta 2050 con una retirada gradual de una serie de unidades.

“El agravamiento del conflicto alrededor de Baikonur no conviene a ninguna de las partes. En la situación actual, no hay necesidad de que los socios se importunen mutuamente, hay que atenerse estrictamente a los acuerdos internacionales. Especialmente en este caso, con el cosmódromo Vostochni como alternativa a Baikonur, el agravamiento de las relaciones perjudicaría sobre todo al desarrollo del propio Baikonur”, comenta el director científico del Instituto de Política Espacial, Iván Moiséev.

El empeño de Rusia en reanudar cuanto antes la campaña de lanzamientos de unidades Protón tiene su explicación: cada día de retraso conlleva una pérdida monetaria derivada de los contratos comerciales. El Astra 2E es un lanzamiento comercial, por lo que su retraso implica automáticamente el aplazamiento de otros lanzamientos contratados con anterioridad. En consecuencia, el centro Jrúnichev e ILS tendrán que pagar una compensación por los otros lanzamientos aplazados.

Artículo originalmente publicado en Izvestia (en ruso)

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