Las ideas de Borís Weinberg han servido de base para proyectar un túnel entre Los Ángeles y San Francisco. Fuente: AP
El empresario sudafricano Elon Musk ha presentado un proyecto bajo el nombre de Hyperloop, que consistirá en un túnel de vacío de 600 kilómetros entre Los Ángeles y San Francisco, y está basado en las ideas desarrolladas hace cien años por Borís Weinberg, científico de la Universidad de Tomsk. Así lo han anunciado en el servicio de prensa de la Universidad.
Borís Weinberg trabajó como profesor en el Instituto tecnológico de Tomsk desde 1909 hasta 1924, y se convirtió en el primer doctor en ciencias físicas de Siberia. Weinberg fundó la mayor escuela de física del estado sólido de Rusia y escribió varios manuales de física con los que se formaron muchas generaciones de estudiantes en el país eslavo.
Al parecer, en este trabajo, publicado en 1914 con el nombre de ‘Desplazamiento sin fricción’, ya se hablaba de unos vagones que se desplazaban sin apoyos a través de un tubo de cobre, del que previamente se habría extraído el aire. Según la idea de Weinberg, los vagones se mantendrían en alto, sin tocar las paredes, mediante la fuerza de unos electroimanes. Los empleados de la universidad han explicado que, a principios del siglo XX, el proyecto no se llegó a materializar a causa de sus elevados costes y su carácter inverosímil.
En EE UU se escribieron numerosos artículos sobre la tesis del ‘Desplazamiento sin fricción’, y los documentalistas norteamericanos llegaron a grabar una película sobre este ‘magnetoplano’ de Siberia.
Durante dos años, el académico trató de crear en el laboratorio un modelo a escala del ferrocarril que él mismo inventó. “En sus experimentos utilizaba un vagón de 10 kilogramos —fabricado con un tubo de hierro con ruedas delanteras y traseras— que se desplazaba por dentro de un tubo de cobre de 32 cm de diámetro dispuesto en forma de anillo con un diámetro de 6,5 metros. Bajo estas condiciones, el vagón alcanzaba una velocidad de 6 km/h.
“El autor estaba convencido de que el tren podría alcanzar sin problemas una velocidad de entre 800 y 1000 km/h con un solenoide en la estación de salida de tres km de longitud”, se explica en una de las reseñas del trabajo ‘Desplazamiento sin fricción’.
“Si el proyecto sale adelante y no surgen motivos ecológicos, políticos o presupuestarios que impidan su puesta en marcha, será un salto adelante extraordinario que abrirá un mercado completamente nuevo y ofrecerá unas posibilidades sin precedentes a los pasajeros”,
Joshua Schenck, presidente de Eno Center
Para la aceleración y el frenado de las cápsulas en el túnel norteamericano se utilizarán unos aceleradores magnéticos especiales. Gracias al campo electromagnético y al colchón de aire que se forma bajo la lanzadera, se logrará un desplazamiento suave. En cuanto al suministro de energía, se utilizarán unas baterías solares instaladas directamente en la parte superior del túnel.
De acuerdo con los cálculos provisionales, la cápsula recorrerá la distancia entre los dos extremos del trayecto en tan solo media hora, a una velocidad de 1.220 km/h, y el precio de un billete en el ‘tren del futuro’ será de unos 20 dólares. Se estima que el coste de construcción del proyecto Hyperloop rondará los 6.000 millones de dólares.
“Tiene una gran desventaja: la gente suele mostrarse desconfiada ante las novedades y teme por su seguridad, por lo que será complicado convencerles de que se suban al primer tren”, opina sobre el proyecto Iván Stupachenko, redactor adjunto de la revista The RZD-Partner International. Quizás también por esta razón el trabajo de Weinberg xno obtuvo en su momento el reconocimiento que se merecía.
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