Se celebra la primera carrera de automóviles eléctricos en Moscú

El coche eléctrico Nissan Leaf. Fuente: Flickr/agirregabarria

El coche eléctrico Nissan Leaf. Fuente: Flickr/agirregabarria

El 14 de julio se celebró en Rusia por primera vez una carrera de coches eléctricos en la que participaron 20 automóviles.

Los coches, que en lugar del combustible habitual se recargan con electricidad, recorrieron un trayecto desde del centro Krasni Oktiabr (Octubre Rojo) —un punto cardinal de la marcha moscovita entre los grupos más progresistas— situado en la orilla Bersenevskaya, hasta el parque Gorchakov, ubicado en un territorio recientemente anexado a Moscú, al suroeste de la capital.

Vasili Panávits, representante de uno de los organizadores de la carrera, la empresa Ecomotors, cuenta que su empresa lleva cinco años tratando de fomentar la idea de utilizar el transporte eléctrico en Rusia. El problema principal, en su opinión, es la falta de apoyo por parte del gobierno: “deberían decir por televisión que acabaremos moviéndonos en coches eléctricos y la gente empezará a sentarse al volante de estos coches. También es indispensable eliminar los impuestos, el precio se reduciría de un 30 a un 40 %”.

Durante la ecocarrera de Moscú se presentaron automóviles de marcas como Estrima Biro, Mitsubishi i-Miev, Nissan Leaf y Chevrolet Volt entre otras. Los espectadores pudieron ver como se recargaban los vehículos antes de la carrera, sentarse al volante y hablar con sus propietarios. La primera preocupación de todos era el precio, que supera con creces el coste medio de los automóviles similares en tamaño y funcionalidad con motor de gasolina.

Uno de los participantes en la carrera, Vladímir Sokolov, señaló que en Rusia se puede adquirir un coche eléctrico por unos 2 millones de rublos (cerca de 50.000 euros): “muchos de mis amigos y conocidos prefieren los vehículos de gama alta y, de momento, no le ven sentido a la compra de un coche de este tipo. Si costara entre 600.000 y 900.000 rublos, no dudarían en comprarlo. Además las dimensiones tampoco son las mismas. A la gente que está acostumbrada a los mercedes le resulta difícil acostumbrarse a un coche eléctrico”.

Está previsto compensar estos precios tan altos con medidas promovidas por el Estado entre otras. Por ejemplo, a partir del 1 de agosto, el aparcamiento en el centro de Moscú —que desde hace poco se paga a 1,10 euros (50 rublos) la hora— será gratuito para los coches eléctricos.

También se puede ahorrar en el mantenimiento: “si antes me gastaba unos 20.000 rublos (500 euros) de media en el mantenimiento de mi antiguo coche, ahora estos costes se han reducido casi a cero”, explica Vladímir Sokolov.

Por todo el mundo hay ya estaciones eléctricas de gran alcance que permiten recargar media batería del coche en tan solo 20 minutos. Pero en Moscú, actualmente, solo hay estaciones que permiten realizar la misma recarga entre 6 y 8 horas. En este momento, hay solo 40 puntos como este en la capital rusa, pero se prevé que a finales de año habrá hasta cien. Vasili Panávits cree que no es necesario crear puntos de recarga especiales: “cualquier coche ecológico se puede recargar en un enchufe convencional de 220 V. Solo es necesario equipar los espacios públicos con este tipo de puntos de carga. La gente debería poder recargar su medio de transporte en los restaurantes, en los clubes, en los centros comerciales o en las oficinas”.

Hoy en día, según los datos oficiales, en Moscú no hay más de 200 automóviles con motor eléctrico . En toda Rusia esta cifra se sitúa alrededor de los 500. Naturalmente, unos coches tan poco frecuentes llaman la atención de los demás conductores. El conductor Dmitri Nikíforov cuenta que: “a menudo, los demás conductores me paran y me preguntan por el modelo de mi coche, y se sorprenden al conocer su condición de vehículo ecológico”.

De media, una carga completa permite cubrir 150 kilómetros diarios. Ni Vladímir ni Dmitri han realizado todavía viajes de larga duración, pero ambos están de acuerdo en que para moverse por Moscú el coche eléctrico es más que suficiente. Los vehículos con motor eléctrico de la empresa estadounidense Tesla son capaces de cubrir distancias de entre 300 y 400 kilómetros, pero estos aún no han llegado al mercado ruso.

Según anunciaba el 22 de junio el periódico Kommersant, Pochta Rossii, el gigante de los servicios de correo postal en Rusia, ha cancelado un contrato con el concesionario Renault para el alquiler de 12 vehículos eléctricos. El contrato se cerró por un valor de 15,9 millones de rublos (unos 397.000 euros) antes del reciente cambio de gestión de la empresa, por lo que fue sometido a revisión. De hecho, la idea inicial de Pochta Rossii era comprar directamente 100 vehículos eléctricos para utilizarlos durante las Olimpiadas de Sochi, pero al realizar las pruebas se desveló que los vehículos no se podrían amortizar.

A pesar de todo, la popularidad de los coches ecológicos sí que está creciendo en Rusia, aunque a un ritmo bastante moderado. Prueba de ello es esta primera carrera de coches eléctricos que se ha desarrollado en Moscú. 

De momento, los rusos solo se están familiarizando con este nuevo medio de transporte, mientras en el extranjero personas como el director de cine James Cameron, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, se desplazan ya en vehículos eléctricos.

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