El congreso internacional de las Federaciones Bioquímicas de Europa reúne en San Petersburgo a importantes científicos. Fuente: ITAR-TASS
Es la segunda vez que Rusia organiza un evento de este tipo, el anterior tuvo lugar en 1984 en Moscú, entonces capital de la URSS. Desde entonces han cambiado muchas cosas en el país y se han sucedido los acontecimientos revolucionarios en biología: clonación de mamíferos, trasplantes de células madre, el desciframiento del genoma humano, entre otros.
Las ciencias rusas han pasado un periodo difícil en los últimos 30 años lo que obviamente ha supuesto que se alejara de las investigaciones más punteras. Invertir este tendencia desfavorable no era fácil, hacía falta un trabajo minucioso y paciente. Aunque según parece, en los últimos años los biólogos rusos han conseguido alcanzar el éxito.
La sociedad científica internacional ha valorado muy positivamente el proyecto de biología de los "iones de Skulachev". En 2004 bioquímicos rusos, bajo la dirección de Vladímir Skulachev, sintetizaron un enlace de SkQ1 que se considera que puede utilizarse como posible medicina contra el envejecimiento.
Por su parte, Serguéi Lukiánov, miembro de la Academia de Ciencias de Rusia, desarrolló hace poco una tecnología de producción de proteínas fluorescentes que permiten estudiar organismos vivos a nivel celular. Y los científicos del Instituto de biología del gen han creado moléculas 'nanotransportadoras' capaces de llevar la medicina al núcleo de la célula. Esta innovación hace que la medicación para enfermedades oncológicas sea más efectiva.
Cuando en 2008 los representantes de la FEBS asistieron al V congreso de la Sociedad rusa de bioquímicos y biólogos moleculares en Novosibirsk quedaron sorprendidos por el alto nivel de las ponencias y ofrecieron a sus colegas rusos que se presentaran para organizar el congreso de la FEBS. Este honor no se consiguió hasta el año 2011.
El 38º congreso de la FEBS ha permitido a los participantes dar a conocer nuevos proyectos a los colegas de otros países y de que los jóvenes científicos se relacionen con grandes maestros.
Alexander Gabibov, presidente de la Sociedad Rusa de Bioquímicos y Biólogos moleculares recalca la gran importancia de estos contactos: "Regenerar la ciencia rusa es tarea de los jóvenes como los que participan en este congreso. Para ellos es sencillamente impagable la posibilidad de darse a conocer, valorar las perspectivas de sus trabajos, obtener una primera experiencia de intervenir a un nivel tan alto”.
Los organizadores de la FEBS en Rusia llevaban mucho tiempo esperándolo y tenían muchas esperanzas puestas en el congreso. Así se expresa el consultor del Congreso, el profesor polaco Adam Shevchik:
"Se puede decir que los organizadores, han conseguido meter dos congresos en uno, ya que en comparación con los anteriores foros en este han participado dos veces más conferenciantes. Hay 11 premios Nobel entre los participantes: Sidney Altman, Kurt Wüthrich, Ada Yonath, Roger Kornberg, Jean Marie Lehn, Richard Roberts, Susumu Tonegawa, Jules Hoffman, Robert Huber, Aaron Ciechanover, Jacques Shostak”.
La escala del Congreso FEBS 2013 queda clara si se tiene en cuenta que en las discusiones participaron 3.000 delegados de Europa, EEUU, Canadá, China y Japón. En opinión del representante del Fondo ruso de investigaciones de base, Vladislav Panchenko, gracias al apoyo del fondo participaron en los trabajos del congreso más de 300 jóvenes científicos rusos.
El mayor representante de Rusia en el congreso fue el Centro de Innovación Skólkovo. Los representantes de este centro promovieron todo un programa de conferencias en las que se trataban temas como las células madre, el proyecto de ley que se prepara en Rusia sobre los productos de células biomédicas o desarrollos para curar el cáncer, entre otros.
El profesor Vladimir Zelman habló sobre los resultados del programa "Genoma humano". Piotr Fedichev, director científico de la empresa 'Quantum Pharmaceuticals, residente de Skólkovo, afirma que sin los contactos internacionales, incluidos los que se establecieron en el congreso FEBS-2013 y sin el apoyo por parte de los grandes centros científicos, es muy difícil para los científicos alcanzar el éxito.
El premio Nobel de química de 2004, el científico israelí Aaron Ciechanover, está convencido de que "solo mediante la comunicación y la cooperación podremos finalmente tener una imagen completa de la vida, completar todo el puzzle".
Ada Yonath, premio Nobel de Química en 2009, considera que los científicos que se reunieron en San Petersburgo estaban unidos en primer lugar por su curiosidad científica, porque "les espera un futuro complejo pero realmente apasionante".
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