Ataque terrorista en Tatarstán en julio del 2012. Fuente: ITAR-TASS
El objetivo principal de los robots será la minimización de víctimas de acciones terroristas y la neutralización de estos.
“Estamos trabajando en la fabricación de robótica que permita evacuar sin riesgos del lugar de un atentado a militares heridos y a víctimas civiles”, declaró Rogozin en un discurso ante estudiantes de la Facultad de Física de la MGU.
En palabras del viceministro, los robots van a poder reconocer terroristas a través de obstáculos y abatirlos desde larga distancia sin dañar por ello a rehenes. El nuevo sistema podrá transportar heridos, desplazándose libremente por cualquier tipo de terreno, en interior y por escaleras. El aspecto exterior de esta novedad en alta tecnología no se ha revelado.
La robótica ya ha prestado servicio en el Ministerio de Emergencias. En concreto, en junio los servicios de rescate sofocaron el incendio en el depósito de municiones de la región de Orenburg con ayuda de robots especiales.
Los primeros robots van a ser dirigidos a distancia, sin embargo, los ingenieros rusos calculan que para dentro de 20-30 años los robots podrán tomar decisiones autónomas sobre la liquidación de objetivos en el campo de batalla.
“Sabemos que los militares estadounidenses están trabajando activamente en robots militares, tanto de combate como de los que pueden ayudar a los heridos en el campo de batalla. Por supuesto que Rusia no tienen intención de quedarse atrás”, ha añadido Rogozin durante su intervención.
Los trabajos para fabricar robots militares y otras investigaciones prospectivas en el sector de la industria armamentística, como son la tecnología hipersónica, la ciberseguridad o la microelectrónica, están siendo supervisados por la Fundación de Estudios Prospectivos.
La financiación se realiza con los medios establecidos para investigaciones científicas en el marco del Programa Estatal de Armamento presupuestado hasta el año 2020. La agencia DARPA de EE UU es análoga a esta situación.
Recientemente especialistas rusos han construido el robot SАR-400. Mide 163 cm y está formado por un torso con dos “brazos manipuladores” equipados por sensores especiales que permiten al operador sentir el objeto que está tocando el brazo de hierro.
El SAR-400 puede ejecutar multitud de funciones, desde volar al espacio hasta realizar operaciones quirúrgicas a distancia. Además, puede realizar tareas de zapador, de explorador o de reparación. Por sus características táctico-técnicas y sus capacidades laborales el androide ruso supera a todos sus análogos extranjeros.
En palabras de Rogozin, en robótica militar se ha esbozado una amplia serie de programas, incluida la fabricación de exoesqueletos –armaduras que incrementan varias veces el poder muscular del hombre–, el diseño de vehículos aéreos no tripulados o el desarrollo de robots submarinos.
Además, hay planificados experimentos de fabricación de tecnología de transmisión inalámbrica de energía eléctrica.
El presupuesto de compras estatales de Defensa desde el año 2011 hasta el 2020 es de 23 billones de rublos. En 2012 se adquirió material militar por valor de 677.400 millones de rublos.
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