Un plan para estudiar la luna a gran escala

La Luna podría utilizarse también como una estación espacial internacional. Fuente: NASA

La Luna podría utilizarse también como una estación espacial internacional. Fuente: NASA

Según el programa, antes del año 2017 habrá volando al mismo tiempo en dirección al satélite de la Tierra tres artefactos automáticos interplanetarios. Este proyecto va a dar la salida del programa lunar a gran escala. En opinión de los científicos, para los años 2030-2040 habrá empezado la colonización masiva de la Luna.

La sonda de descenso Luna-Glob-1 será la primera en volar a la Luna. Su lanzamiento está planificado para el año 2015, ya desde el cosmódromo Vostochni ('oriental’, en ruso),  cuya construcción se está llevando a cabo en la región de Amur. 

El módulo de descenso estudiaría la superficie de la Luna. Se va a instalar instrumental para buscar agua, así como un manipulador para estudiar muestras de suelo. 

“Roscosmos ha calculado que el lanzamiento del cohete Soyuz-2, que transportaría la sonda Luna-Glob-1 al espacio exterior, va a ser el primero desde el cosmódromo Vostóchni. Y será el inicio de la colonización de la Luna, tal como se recoge en el Programa Espacial Federal”, declaró Vladímir Popovkin, director de la Agencia Espacial Rusa. 

Los planes precedentes preveían que el primero en alcanzar la Luna hubiera sido la sonda Luna-Resource. Su lanzamiento estaba planeado para el año 2013. Pero después de que se perdiera la estación automática Fobos-Grunt,  el cuadrante de las misiones rusas a la luna ha sido revisado. 

Como resultado, una parte de los contratos del programa han quedado obsoletos y otra ha caducado, aunque durante un largo periodo no se ha firmado ninguno nuevo. Los científicos han declarado que estas demoras ponen en peligro no solo las misiones a la luna, sino también el programa ExoMars, junto con los europeos: parte del equipo se va a ultimar en los aparatos lunares. 

Sin embargo, Roscosmos ya ha firmado un contrato renovado con el Centro de Investigación Lávochkin para construir la sonda lunar Luna-Glob-1. 

“Ahora vamos a trabajar en adecuación a un contrato exacto, en adecuación a un horario exacto, según el cual el lanzamiento tendrá lugar en el año 2015. Y vamos a hacer todo para que se produzca”, expresó Ígor Mitrofánov, jefe del laboratorio de espectroscopia gamma cósmica del Instituto de Investigaciones Espaciales de la Academia de Ciencias Rusa. 

La sonda Luna-Glob-1 va a ser simplificada y aligerada significativamente. En lugar de 34 kg de dispositivos científicos la sonda llevará solo 20 kg. En particular, no va a llevar perforadora, pero se quedará el dispositivo que va a analizar las muestras de suelo, y el manipulador que va a 'acercarle' las muestras. 

A la Luna también van a ir un dispositivo para estudiar la exosfera lunar, un detector de neutrones para estudiar la presencia de hidrógeno en las capas de terreno bajo la superficie, así como un sensor para medir la temperatura de la superficie y un dispositivo para estudiar las partículas de polvo.

Cooperación con India

Los especialistas rusos ya han escogido los puntos de aterrizaje de la sonda rusa. En total son seis: tres en el Polo Norte de la Luna y otros tres en el Sur. En opinión de los científicos, precisamente aquí hay grandes posibilidades de encontrar agua o hielo, una de las principales misiones del programa. 

En 2016 está programado lanzar el módulo orbital Luna-Glob-2. Su misión es estudiar el espacio circunlunar, y también elegir zonas favorables para el descenso de otros aparatos. 

En el año 2017 alcanzará la superficie lunar el módulo de descenso pesado Luna-Resource, desarrollado de forma conjunta con la Agencia Espacial India. 

Se enviará a la Luna un módulo lunar indio. 

El proyecto prevé el estudio de la topografía, de la estructura química y mineralógica de las rocas lunares, la investigación de los efectos de la interacción de la Luna con el medio interplanetario. Las perforadoras instaladas en el módulo de descenso y los sismómetros permitirán a los científicos investigar la estructura interna de la Luna y su núcleo. 

En opinión del director general del Instituto Central de Investigación en Maquinaria, el doctor Guennadi Raikunov, la colonización de la Luna abrirá el camino a otros planetas y, en particular, a Marte: 

“El vuelo del hombre a Marte es una perspectiva científica muy importante, pero a largo plazo. Mientras que la Luna es un objetivo cercano, una importante fase intermedia que ayudará a decidir la misión a Marte. Antes de volar a Marte, el hombre debe aprender a vivir y a trabajar en las condiciones de otro cuerpo celeste, con otra gravitación y otra atmósfera. 

Y precisamente la Luna puede convertirse en un punto de partida desde el que avanzar. Debemos recordar que no es la misma Luna a la que una vez llegaron los norteamericanos. Siempre se ha creído que no había agua. Y resulta que la hay, en forma de hielo y, según estimaciones, bastante. 

Y, grosso modo, si se descompone el hielo en hidrógeno y oxígeno, se obtendrá combustible para los motores de los cohetes. ¿Se imagina las posibilidades que se nos presentarían?” 

La Luna podría utilizarse también como una estación espacial internacional. Una vez se disponga de equipos de investigación, de radares y de sistemas ópticos, podrían empezarse investigaciones imposibles en la ISS actual. Por ejemplo, los telescopios desde la Luna van a ver mejor que los de la Tierra, añade el científico.

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