Cuatro películas rusas ganadoras del León de Oro en la Mostra de Venecia

Fotograma de 'El regreso',opera prima de Andréi Zviáguintsev, que obtuvo el León de Oro en 2003.

Fotograma de 'El regreso',opera prima de Andréi Zviáguintsev, que obtuvo el León de Oro en 2003.

Kinopoisk
El Festival de cine de Venecia se celebra entre el 2 y el 12 de septiembre. En el cartel de este año hay tanto cineastas consagrados como independientes. El director Alexander Sokúrov estrena 'Francofonia'. RBTH recuerda las películas rusas que han sido premiadas con el máximo galardón en este prestigioso certamen.

Fausto de Alexander Sokúrov, 2011

 

Esta coproducción ruso-alemana es la cuarta parte de la tetralogía que el director ruso dedica al tema del poder (las otras tres son Moloch, Taurus y El sol). Sokúrov no se basa directamente en la obra de Goethe sino que realiza su propia obra a partir del clásico. Coloca a los personajes en escenarios del siglo XIX y crea un espacio para establecer nuevas asociaciones y paralelismos.

 

Mefistófeles es el que sufre la mayor transformación y aparece como un monstruo sin edad y con el un torso enfermizo y hermafrodita. Fausto aparece como un hombre en la flor de la vida, que no necesita rejuvenecer y quiere poder sobre las personas y el mundo. Ni tan siquiera necesita al diablo y trata de escapar de él, siguiendo un patrón utilitarista, es un cínico dispuesto a caminar entre cadáveres.

 

Sokúrov utiliza la fuerza de la palabra y una fotografía pictórica, creando casi una coreografía de imágenes.

 

"Es una película que cambia la vida de los que la ven", declaró el presidente del jurado Darren Aranofsky, cuando hizo entrega de la León de Oro.

 

 

 

El regreso, Andréi Zviáguintsev, 2003

 

El director se dio a conocer con esta película. Proveniente de la ciudad siberiana de Novosibirsk, este actor sin una educación especial, rodó una modesta película llamada El regreso, sobre el padre de dos adolescentes que aparece de no se sabe muy bien dónde y quiere ir con ellos de viaje.

 

Está rodada fuera de un lugar y tiempo concretos y trata acerca del trauma que supone la ausencia del padre y de las complicadas relaciones entre personas que han sido desconocidas hasta hace poco.

 

El distribuidor ruso, sin pensar que iba a ser un gran éxito, envió la película a varios festivales europeos, y compitió en Locarno y Venecia, donde ganó el León de Oro. En una sala abarrotada, el director recibió una ovación de 20 minutos.

 

Por primera vez en la historia de la Mostra, un director recibió dos leones de oro, a la mejor la película y otro al mejor director novel. Pero los premios no quedaron ahí. Fue galardonado en el European Film Award, en Gijón, en México y en Estocolmo. Además estuvo nominada en los César y al Globo de Otro.

 

 

 

Urga, territorio del amor. Nikita Mijalkov, 1991

 

Nikita Mijalkov resultó ganador con su película más exótica, filmada en colaboración con cineastas franceses. El realizador ruso ya había dirigido numerosos largometrajes, incluida la famosa Ojos negros, y llegó a Venecia en el cénit de sus fama con una divertida y conmomedora historia sobre una familia del interior de Mongolia, que al tener tres hijos ha superado el límite legal de la reproducción.

 

El joven marido va a la ciudad a comprar preservativos, pero en su lugar compra una bicicleta, un televisor y un sombrero y vuelve dispuesto a aumentar su prole. Divertida y poética, llena de una suave lírica que resulta íntima y épica al mismo tiempo, confirmó la importancia de Mijalkov como gran director.

 

Además del León de Oro, obtuvo el premio internacional de la organización católica OCIC y fue nomidada a los premios Cesar, Oscar y los Globos de Oro.

 

 

 

La infancia de Iván, Andréi Tarkovski 1962

 

La Mostra dio a conocer al mundo un nuevo genio del cinematógrafo: Andréi Tarkovski. Su primera película fue una auténtica sensación y el joven director de 30 años se convirtió en una de las grandes esperanzas del séptimo arte.

 

En la película se muestra un profundo estudio psicológico del mundo interior de Iván, un niño de 12 años que perdió a su madre en la guerra y entra en los servicios de exploradores del ejército para vengarse. El amor natural de la infancia se transforma en odio y solo los sueños devuelven al niño a la felicidad y a sus años perdidos.

 

El duro mundo de la película se combina de una manera sorprendente con la mirada poética del director y con la luz que emana de los sueños. El director de fotografía, Yuri Yusov, es el responsable también de la gran expresividad de las imágenes en blanco y negro.

 

Además del León de Oro, la película obtuvo numerosos premios, entre ellos los de San Francisco y Acapulco. 

 

 

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