Bibliotecas móviles en las estaciones de tren de Moscú

La descarga de libros es gratuita y sencilla.

La descarga de libros es gratuita y sencilla.

Valeri Mélnikov/RIA Novosti
En las estaciones Bielorusski, Kazanski y Paveletski de la capital rusa habrá bibliotecas móviles.

En el marco del proyecto “Libros para el camino al aeropuerto” en las estaciones y otras instalaciones urbanas el 8 de diciembre aparecieron estanterías de libros virtuales que ofrecen a los viajeros literatura de calidad en lengua rusa.

En las zonas del tren Aeroexpress de la estación Bielorusski aparecieron unas divertidas pegatinas en el suelo: los visitantes pueden descargar un libro simplemente estando de pie sobre la “estantería” o arrodillándose sobre ella. Además, ahora los libros están disponibles también en la sala de espera de la zona de taquillas de la estación Bielorusski, en la sala business y en la sala de espera de la estación Kazanski y en las salas de espera de la estación Paveletski.

Descargar un libro es muy sencillo: cada imagen contiene un código QR con un enlace a la obra. Basta con elegir uno, descargarlo, y leerlo cuando se desee: el dispositivo móvil lo guardará en su memoria.

En el “menú” de esta biblioteca, entre otros, figuran libros de Zajar Prilepin,  Piotr Aleshkovski (ganador del Booker ruso en 2016), “Los hombres que no amaban a las mujeres” de Stieg Larsson, obras de Víktor Pelevin, Stephen King, e incluso cuentos infantiles. En total casi 150 bestsellers.

Lo importante es que este proyecto demuestra las amplias posibilidades de la difusión legal de los libros electrónicos: el acceso a todas estas obras, incluyendo las aplicaciones gratuitas, siempre se lleva a cabo de forma legal.

Por cierto, cuando Lev Tolstói se fue de casa en 1910 se olvidó de llevar un libro y le pidió a su hija Sasha que le llevara el segundo tomo de Los hermanos Karamázov. ¿Y todo por qué? Porque no había internet. ¡Ya le habría gustado a Tolstói descargarse un libro para el viaje!


El proyecto “Libros para el camino”, iniciado por la Unión Rusa del Libro y Ferrocarriles Rusos, ya ha tenido éxito anteriormente en varios aeropuertos. El año pasado, en el aeropuerto Sheremétievo se descargaron más de 4.000 libros en unos seis meses.


Artículo reducido, publicado originalmente en Rossiyskaya Gazeta.

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