Especialidades rusas más allá del caviar

1. Cerezas de Vladímir

Fuente: Pável Syutkin

Los cerezos de Vladímir han visto numerosas culturas y épocas en 800 años de historia. Los bizantinos, los mongoles y la transformación de la Kiev de Rus en los estados modernos de Rusia, Ucrania y Bielorrusia.

Ya desde la Edad Media los habitantes de la Kiev de Rus tomaban cerezas y tras el saqueo de esta ciudad por parte de los mongoles se llevaron los cerezos a Vladímir, que fue una de las capitales de Rusia durante la época medieval.

Aquí se cruzó la variante del sur con otra local, más resistente, y se obtuvo una variedad única con un sabor agridulce. En el siglo XIX las cerezas de Vladímir eran famosas en todo el país.

De las cinco variedades tradicionales, actualmente se cultivan cuatro. Hay un festival anual de la cereza que se celebra a principios de julio. Hay divertidas competiciones para ver quién come más cerezas y mermelada o lanzamientos de huesos de cereza, entre otros. Vladímir es un sitio ideal para conocer la belleza un pequeño pueblo ruso.

2. Melones de Astracán

Fuente: Shutterstock/Legion-Media

Astracán es una región llena de desiertos y lagos de sal. En verano las temperaturas llegan hasta los 35 grados. Este clima seco es ideal para cultivar melones. Esta fruta de origen africanao crece aquí desde, al menos, el siglo XIII, por lo que ya han adquirido una maestría difícil de igualar.

La temporada de cosecha es en agosto. En temporada alta se puede comprar un kilo de melón en el mercado local por tan solo 8 centavos. El final de la temporada se celebra con un festival en el que hay variedades de todos los tamaños y formas, incluso algunas experimentales.

3. Corégono del lago Onega

Source: Pável Syutkin

El exquisito sabor de este pescado de agua dulce se debe al ecosistema del lago Onega. Un agua fría que se filtra en los depósitos de shungite, un mineral que purifica el agua y el aire y es específico de la región de Carelia.

En la región preparan los corégonos con cebolla y los escalfan con un poco de agua y una pizca de sal. La gastronomía de Carelia es austera debido a la alta calidad de los ingredientes y la pureza del sabor es una de sus principales características.

Durante la época del Imperio ruso, el corégono era una delicatessen en los restaurantes de San Petersburgo. En la actualidad es una especialidad regional.

4. La cebolla Romanovski

Fuente: Pável Syutkin

El pueblo de Tutaev, en la región de Yaroslavl, es un destino gastronómico desde el siglo XVII y los residentes cultivan una variedad de cebolla particular.

En contraste con la cebolla tradicional, la Romanovski es dulce, suculenta y carece de amargor. A los locales les encanta comerla fresca y cruda.

Los chefs de Moscú confirman que es la mejor opción para hacer sopas de cebolla y mermelada. Se parece a la variedad francesa procedente de Bretaña.

5. Carne de caballo de Yakutia

Fuente: ysia.ru

Sylgy, los caballos yakutios son bajos, robustos y están cubiertos de una piel dura. Son capaces de buscar hierba debajo de la nieve y de sobrevivir a temperaturas de hasta 70º bajo cero en invierno y 40 º grados en verano. Un riguroso proceso de selección natural, una estricta alimentación y el mantenimiento de las tradiciones ha conservado casi sin cambios a esta antigua raza de caballos.

Su carne tiene un sabor intenso y la falda, llamada oygos, se considera la mejor parte. Tradicionalmente se corta en pedazos, se cubre de agua caliente y se sazona con cebolla, pimienta y laurel. Se cocina poco y luego se corta en trozos finos.

Se puede comer en cualquier época del año. Es especialmente fácil de encontrar en Ysyakh, la celebración cultural de Yakutia.

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